Cuando el Presidente Bush suscribió el proyecto de ley de autorización para la defensa para el año fiscal 2004 el 24 de noviembre de 2003, el evento recibió una considerable atención en los medios noticiosos. Rondando los $401.3 mil millones, el costo visible para el público de financiar a la defensa de la nación parecería estar alcanzando alturas astronómicas, y el presidente se esmeró en justificar el enorme costo vinculándolo con los horrores del 11 de septiembre y con la “guerra contra el terror.” Prometió que “haremos lo necesario para mantener a nuestra nación fuerte, para mantener la paz, y para mantener seguro al pueblo estadounidense,” dando a entender claramente que tales resultados se acumularían de los desembolsos y otras medidas que la ley autoriza.
Pese a que el público puede apreciar que $401.3 mil millones es muchísimo dinero, pocos ciudadanos se percatan de que ese importe es tan sólo una parte de la cuenta total para la defensa. Alojadas en otras partes del presupuesto, otras líneas identifican el financiamiento que atiende propósitos de defensa tan seguramente como—algunas veces incluso más seguramente—el dinero asignado al Departamento de Defensa. Ocasionalmente, los comentaristas toman nota de algunos de estas partidas adicionales del presupuesto relacionadas con la defensa, tales como las actividades de armas nucleares del Departamento de Energía, pero varias de dichas partidas, incluidas algunas extremadamente grandes, permanecen por lo general sin ser reconocidas.
Desde la creación del Departamento de Seguridad Interior, algunos observadores probablemente acordarían que su presupuesto debería ser incluido en alguna contabilidad completa de los costos de la defensa. Después de todo, la patria es a lo que la mayoría de nosotros deseamos que el gobierno defienda en primer término.
Muchas otras agencias, tales como el Departamento de Justicia y el Departamento de Transporte, también gastan dinero en la búsqueda de la seguridad interna. De acuerdo con los documentos presupuestarios del gobierno (Presupuesto de los Estados Unidos, Año Fiscal 2004, Tabla S-5), en el ejercicio fiscal 2002 tales agencias sumaron todas juntas aproximadamente el 50 por ciento del monto gastado en la seguridad interior por las agencias luego incorporadas dentro del Departamento de Seguridad Interior.
Gran parte del presupuesto para el Departamento de Estado y para los programas de asistencia internacional también deberían ser clasificados como vinculados con la defensa. En este caso, el dinero sirve para comprar a potenciales enemigos y para recompensar a los gobiernos amistosos que asisten a los esfuerzos de los EE.UU. de abatir las amenazas percibidas. Un cúmulo de la asistencia exterior estadounidense, actualmente de más de $4 mil millones anuales, toma la forma de “financiamiento de fuerzas armadas extranjeras,” e incluso fondos colocados bajo la rúbrica del desarrollo económico pueden servir indirectamente para propósitos relacionados con la defensa. El dinero es fungible, la recepción de asistencia exterior para proyectos de desarrollo económico permite a los gobiernos aliados destinar otros fondos para la policía, la inteligencia, y propósitos militares.
Dos grandes partidas del presupuesto representan el costo actual de los bienes y servicios de la defensa obtenidos en el pasado. El Departamento de Asuntos de los Veteranos, el cual se encuentra autorizado a gastar más de $62 mil millones en el presente año fiscal, cae dentro de esta categoría. Igualmente, gran parte del gasto en intereses del gobierno representa el costo actual de los desembolsos de la defensa financiados en el pasado endeudándose al pedir prestado.
Para estimar el tamaño entero del presupuesto de facto de la defensa, he reunido información del año fiscal 2002, el ejercicio fiscal más reciente para el cual información sobre los desembolsos reales se encontraba disponible al momento de este trabajo. En ese año fiscal, el propio Departamento de Defensa gastó $344.4 mil millones. Las porciones relacionadas con la defensa del presupuesto del Departamento de Energía adicionaron $18.5 mil millones. Las agencias que posteriormente fueron incorporadas al Departamento de Seguridad Interior gastaron $17.5 mil millones, y otras agencias (no incluido el Departamento de Defensa) sumaron $8.5 mil millones para la seguridad interior. El Departamento de Estado y los programas de asistencia internacional gastaron $17.6 mil millones para actividades discutiblemente relacionadas con propósitos defensivos ya sea directa o indirectamente. El Departamento de Asuntos de los Veteranos tuvo desembolsos de $50.9 mil millones. Cuando todas estas porciones del presupuesto son sumadas al presupuesto del propio Departamento de Defensa, las mismas incrementan el total en casi un tercio, a $457.4 mil millones.
El descubrir cuánto de los pagos netos del interés sobre la deuda nacional debe ser atribuidos a los gastos de la defensa financiados en el pasado con endeudamiento, requiere de una suma considerable de cálculo. He adicionado todos los déficits pasados (menos los superávits) desde 1916 (cuando la deuda era cercana a cero), los prorrateé conforme a la relación de cada año entre el gasto de la seguridad nacional—militares, veteranos, y asuntos internacionales—y el gasto federal total, expresando todo en dólares de poder adquisitivo constante. Esta suma es igual al 81,1 por ciento del valor de la deuda nacional en manos del público en 2002. Luego, atribuyo el mismo porcentaje de los desembolsos de interés neto del gobierno en ese año al gasto en defensa en el pasado financiado con deuda. La suma total así atribuida resulta de $138.7 mil millones.
Adicionando este componente del interés al total previo de toda la agencia, el gran total resulta de $596.1 mil millones, lo cual es más de un 73 por ciento mayor que los desembolsos de solamente el Departamento de Defensa.
Si los elementos adicionales del gasto de la defensa continúan manteniendo aproximadamente la misma ratio con el Departamento de Defensa—y tenemos todas las razones para suponer que lo harán—entonces en el ejercicio fiscal 2004, por el cual estamos actualmente atravesando, el imponente total gastado para la defensa será de aproximadamente $695 mil millones. A esta suma deberemos adicionar los $58.8 mil millones asignados para el ejercicio fiscal 2004 de los $87.5 mil millones de gasto suplementario autorizados el 6 de noviembre de 2003, para apoyar las acciones militares estadounidenses en Afganistán e Irak y para la supuesta reconstrucción de aquellos países despojados y ocupados. Así, el super-gran total en el año fiscal 2004 alcanzará la sorprendente suma de casi $754 mil millones—o el 88 por ciento más que los muy publicitados $401.3 mil millones—más, por supuesto, cualquier gasto suplementario adicional que pudiese ser aprobado antes del fin del año fiscal.
Pese a que he arribado a mis conclusiones honesta y cuidadosamente, puedo haber dejado afuera partidas que deberían de haber sido incluidas. De haberlo hecho, sin embargo, las partidas soslayadas no son probablemente las relativamente grandes. Por consiguiente, propongo que en la consideración de los futuros costos presupuestarios de la defensa, una regla general bien fundamentada sería la de tomar el (siempre bien publicitado) presupuesto básico del Pentágono y duplicarlo. Usted puede exagerar la verdad, pero de ser así, no lo hará por mucho.
Desembolsos de la Defensa en el Ejercicio Fiscal 2002 (miles de millones de dólares) |
Departamento de Defensa |
$344.4 |
Departamento de Energía |
$18.5 |
Departamento de Estado |
$17.6 |
Departamento de Asuntos de los Veteranos |
$50.9 |
Agencias incorporadas al Departamento de Seguridad Interior |
$17.5 |
Departamento de Justicia (seguridad interior) |
$2.1 |
Departamento de Transporte (seguridad interior) |
$1.4 |
Departamento del Tesoro (seguridad interior) |
$0.1 |
Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio—NASA—(seguridad interior) |
$0.2 |
Otras agencias (seguridad interior) |
$4.7 |
Interés atribuible a desembolsos pasados de la defensa financiados con endeudamiento |
$138.7 |
Total |
$596.1 |
Fuente: Clasificaciones y cálculos del autor; información básica de la Oficina de Administración y Presupuesto, Presupuesto del Gobierno de los Estados Unidos, Ejercicio Fiscal 2004 y de la Oficina del Censo de los EE.UU., Estadísticas Históricas de los Estados Unidos, Época de la Colonia hasta 1970. |
Nota del Traductor:
Todos los importes consignados en el presente artículo como “miles de millones” de dólares, se presentan en la versión original en inglés como “billones”, conforme el sistema estadounidense
Traducido por Gabriel Gasave
El Presupuesto de Defensa es más grande de lo que usted cree
Cuando el Presidente Bush suscribió el proyecto de ley de autorización para la defensa para el año fiscal 2004 el 24 de noviembre de 2003, el evento recibió una considerable atención en los medios noticiosos. Rondando los $401.3 mil millones, el costo visible para el público de financiar a la defensa de la nación parecería estar alcanzando alturas astronómicas, y el presidente se esmeró en justificar el enorme costo vinculándolo con los horrores del 11 de septiembre y con la “guerra contra el terror.” Prometió que “haremos lo necesario para mantener a nuestra nación fuerte, para mantener la paz, y para mantener seguro al pueblo estadounidense,” dando a entender claramente que tales resultados se acumularían de los desembolsos y otras medidas que la ley autoriza.
Pese a que el público puede apreciar que $401.3 mil millones es muchísimo dinero, pocos ciudadanos se percatan de que ese importe es tan sólo una parte de la cuenta total para la defensa. Alojadas en otras partes del presupuesto, otras líneas identifican el financiamiento que atiende propósitos de defensa tan seguramente como—algunas veces incluso más seguramente—el dinero asignado al Departamento de Defensa. Ocasionalmente, los comentaristas toman nota de algunos de estas partidas adicionales del presupuesto relacionadas con la defensa, tales como las actividades de armas nucleares del Departamento de Energía, pero varias de dichas partidas, incluidas algunas extremadamente grandes, permanecen por lo general sin ser reconocidas.
Desde la creación del Departamento de Seguridad Interior, algunos observadores probablemente acordarían que su presupuesto debería ser incluido en alguna contabilidad completa de los costos de la defensa. Después de todo, la patria es a lo que la mayoría de nosotros deseamos que el gobierno defienda en primer término.
Muchas otras agencias, tales como el Departamento de Justicia y el Departamento de Transporte, también gastan dinero en la búsqueda de la seguridad interna. De acuerdo con los documentos presupuestarios del gobierno (Presupuesto de los Estados Unidos, Año Fiscal 2004, Tabla S-5), en el ejercicio fiscal 2002 tales agencias sumaron todas juntas aproximadamente el 50 por ciento del monto gastado en la seguridad interior por las agencias luego incorporadas dentro del Departamento de Seguridad Interior.
Gran parte del presupuesto para el Departamento de Estado y para los programas de asistencia internacional también deberían ser clasificados como vinculados con la defensa. En este caso, el dinero sirve para comprar a potenciales enemigos y para recompensar a los gobiernos amistosos que asisten a los esfuerzos de los EE.UU. de abatir las amenazas percibidas. Un cúmulo de la asistencia exterior estadounidense, actualmente de más de $4 mil millones anuales, toma la forma de “financiamiento de fuerzas armadas extranjeras,” e incluso fondos colocados bajo la rúbrica del desarrollo económico pueden servir indirectamente para propósitos relacionados con la defensa. El dinero es fungible, la recepción de asistencia exterior para proyectos de desarrollo económico permite a los gobiernos aliados destinar otros fondos para la policía, la inteligencia, y propósitos militares.
Dos grandes partidas del presupuesto representan el costo actual de los bienes y servicios de la defensa obtenidos en el pasado. El Departamento de Asuntos de los Veteranos, el cual se encuentra autorizado a gastar más de $62 mil millones en el presente año fiscal, cae dentro de esta categoría. Igualmente, gran parte del gasto en intereses del gobierno representa el costo actual de los desembolsos de la defensa financiados en el pasado endeudándose al pedir prestado.
Para estimar el tamaño entero del presupuesto de facto de la defensa, he reunido información del año fiscal 2002, el ejercicio fiscal más reciente para el cual información sobre los desembolsos reales se encontraba disponible al momento de este trabajo. En ese año fiscal, el propio Departamento de Defensa gastó $344.4 mil millones. Las porciones relacionadas con la defensa del presupuesto del Departamento de Energía adicionaron $18.5 mil millones. Las agencias que posteriormente fueron incorporadas al Departamento de Seguridad Interior gastaron $17.5 mil millones, y otras agencias (no incluido el Departamento de Defensa) sumaron $8.5 mil millones para la seguridad interior. El Departamento de Estado y los programas de asistencia internacional gastaron $17.6 mil millones para actividades discutiblemente relacionadas con propósitos defensivos ya sea directa o indirectamente. El Departamento de Asuntos de los Veteranos tuvo desembolsos de $50.9 mil millones. Cuando todas estas porciones del presupuesto son sumadas al presupuesto del propio Departamento de Defensa, las mismas incrementan el total en casi un tercio, a $457.4 mil millones.
El descubrir cuánto de los pagos netos del interés sobre la deuda nacional debe ser atribuidos a los gastos de la defensa financiados en el pasado con endeudamiento, requiere de una suma considerable de cálculo. He adicionado todos los déficits pasados (menos los superávits) desde 1916 (cuando la deuda era cercana a cero), los prorrateé conforme a la relación de cada año entre el gasto de la seguridad nacional—militares, veteranos, y asuntos internacionales—y el gasto federal total, expresando todo en dólares de poder adquisitivo constante. Esta suma es igual al 81,1 por ciento del valor de la deuda nacional en manos del público en 2002. Luego, atribuyo el mismo porcentaje de los desembolsos de interés neto del gobierno en ese año al gasto en defensa en el pasado financiado con deuda. La suma total así atribuida resulta de $138.7 mil millones.
Adicionando este componente del interés al total previo de toda la agencia, el gran total resulta de $596.1 mil millones, lo cual es más de un 73 por ciento mayor que los desembolsos de solamente el Departamento de Defensa.
Si los elementos adicionales del gasto de la defensa continúan manteniendo aproximadamente la misma ratio con el Departamento de Defensa—y tenemos todas las razones para suponer que lo harán—entonces en el ejercicio fiscal 2004, por el cual estamos actualmente atravesando, el imponente total gastado para la defensa será de aproximadamente $695 mil millones. A esta suma deberemos adicionar los $58.8 mil millones asignados para el ejercicio fiscal 2004 de los $87.5 mil millones de gasto suplementario autorizados el 6 de noviembre de 2003, para apoyar las acciones militares estadounidenses en Afganistán e Irak y para la supuesta reconstrucción de aquellos países despojados y ocupados. Así, el super-gran total en el año fiscal 2004 alcanzará la sorprendente suma de casi $754 mil millones—o el 88 por ciento más que los muy publicitados $401.3 mil millones—más, por supuesto, cualquier gasto suplementario adicional que pudiese ser aprobado antes del fin del año fiscal.
Pese a que he arribado a mis conclusiones honesta y cuidadosamente, puedo haber dejado afuera partidas que deberían de haber sido incluidas. De haberlo hecho, sin embargo, las partidas soslayadas no son probablemente las relativamente grandes. Por consiguiente, propongo que en la consideración de los futuros costos presupuestarios de la defensa, una regla general bien fundamentada sería la de tomar el (siempre bien publicitado) presupuesto básico del Pentágono y duplicarlo. Usted puede exagerar la verdad, pero de ser así, no lo hará por mucho.
(miles de millones de dólares)
Nota del Traductor:
Todos los importes consignados en el presente artículo como “miles de millones” de dólares, se presentan en la versión original en inglés como “billones”, conforme el sistema estadounidense
Traducido por Gabriel Gasave
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