Milton Friedman (1912-2006)

18 de noviembre, 2006

“Milton Friedman es un intelectual de primera línea cuyas contribuciones originales a la ciencia económica lo han convertido en uno de los más grandes pensadores en la historia moderna”.
Presidente Ronald Reagan

“Cuan agradecido he estado a través de los años por la coherencia de las ideas de Friedman las que me han influenciado. Quienes aprecian la libertad le estarán agradecidos por las generaciones venideras”.
Alan Greenspan, ex Presidente, Sistema de la Reseva Federal

“En este preciso momento hay individuos por toda la tierra, podría ubicar puntos sobre el mapa, que están tratando de demostrar que Milton está equivocado. En algún lugar, alguien más está tratando de probar que está acertado. A eso es lo que llamo influencia”.
Paul Samuelson, Premio Nobel en Ciencias Económicas

“La influencia de Friedman llega más allá de la comunidad académica y el mundo de la economía. En vez de encerrarse en una torre de marfil, tomó cartas en el asunto para luchar por la supervivencia de este gran país nuestro”.
William E. Simon, ex Secretario del Tesoro

“Milton Friedman es el pensador social más original de la era”.
John Kenneth Galbraith, ex Profesor de Economía, Harvard University

“Hay distintas formas de describir la influencia de Friedman. Pero una forma es la de preguntar, ‘¿Ha ayudado a muchos pobres en el mundo?’ Solo tomaría a India y China, 37% de la población mundial. Cientos de millones de individuos en estos dos países, que solían vivir con menos de un dólar diario o dos dólares al día, son en la actualidad capaces de vivir en un estándar de vida mucho más decente como resultado de las reformas de sus políticas económicas hacia más políticas de libre mercado, menos regulación, menos gobierno y análogas. Hubo una persona con la que ellos están más en deuda que con cualquier otra por la gran mejoría en su situación. A mi juicio, esa persona es Milton Friedman”.
Gary S. Becker, Premio Nobel en Ciencias Económicas

El economista y ex columnista de Newsweek Henry Wallich ha reconocido a Milton Friedman por haber cambiado “casi en solitario” el pensamiento económico sobre el tema del dinero. 1 En verdad, Milton Friedman, el Premio Nobel en Ciencias Económicas de 1976, fue un economista mundialmente renombrado y un académico del más fino calibre. Pero fue mucho más. Fue un defensor articulado y persuasivo de la libertad individual, y la propiedad privada, la economía de intercambios voluntarios, que se basa en esa libertad y la sustenta. La Primer Ministro británica Margaret Thatcher ha declarado, “El Profesor Friedman es usualmente denominado un monetarista, pero su creencia básica no está en el dinero. Está en el inherente derecho y capacidad de la gente para elegir cómo vivirán”.

Milton Friedman nació en Brooklyn, Nueva York. Sus padres, Sarah Ethel (Landau) y Jeno Saul Friedman, eran inmigrantes pobres nacidos en Cárpato-Rumania, entonces una provincia austrohúngara que más tarde se volvió parte de la Unión Soviética. Cuando apenas tenía un año de edad, la familia se mudó a Rahway, Nueva Jersey, donde tanto su madre como su padre fueron comerciantes.2

Friedman se graduó de la Rahway High School en 1928 y trabajó durante su estancia en la Rutgers University, estudiando con Arthur Burns y Homer Jones. Burns dio forma a su comprensión de la investigación económica, y Jones lo introdujo en la rigurosa teoría económica. Tratando de convertirse en actuario, Friedman inicialmente se especializó en matemáticas, pero al poco tiempo desarrolló un interés incluso más fuerte en la economía. Eventualmente se especializó en ambos campos, graduándose en 1932. Con la recomendación de Jones, el Departamento de Economía de la University of Chicago le ofreció a Friedman una beca para graduados, la que aceptó por sobre una beca en matemáticas aplicadas en la Brown University. 3

En 1932, Friedman comenzó a trabajar como graduado en la University of Chicago, estudiando con renombrados economistas tales como Frank Knight, Jacob Viner, y Henry Simons, quienes estaban en el proceso de formar lo que más tarde se llamaría la “Escuela de Economía de Chicago”.4 La Escuela de Chicago ha desde entonces revolucionado la profesión económica mediante su empleo meticuloso del análisis empírico y su rigurosa y creativa aplicación de la microeconomía a toda la investigación económica y en campos una vez considerados independientes, tales como el derecho, la sociología, la historia, y otros.

Mientras estaba en Chicago, en medio de la depresión, Milton Friedman conoció a Rose Director, hermana del distinguido economista, Aaron Director. Se casaron seis años más tarde.

Tras recibir su maestría en economía en 1933, Milton Friedman aceptó una atractiva beca en la Columbia University donde, bajo Howard Hotelling, adquirió entrenamiento en economía matemática y estadísticas. Después de un año, regresó a Chicago para asistir a Henry Shultz, que por entonces estaba completando su obra clásica, The Theory and Measurement of Demand. Desde 1935 a 1937, trabajó como economista en la Oficina de Planeamiento de los Recursos Nacionales en Washington, D.C., y en el otoño de 1937, Friedman se unió a Simon Kuznets en los estudios del segundo sobre el ingreso profesional en la Oficina Nacional de Investigación Económica.

De 1940 a 1941, Friedman regresó brevemente a la academia como profesor visitante de economía en la University of Wisconsin. 5 Pasó desde 1941 a 1943 en el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos trabajando en la política tributaria para las épocas de guerra, tiempo durante el cual testificó ante el Congreso en favor del establecimiento de la retención del Impuesto a las Ganancias, un esfuerzo del cual más tarde se arrepentiría. Y desde 1943 a 1945, se desempeño como estadista matemático trabajando sobre problemas de diseño de armamentos en la Columbia University.6

En 1945, en la University of Minnesota se unió a George Stigler, que más tarde se convertiría en un colega galardonado con el Nobel. Un año después, fue designado profesor asociado de economía en la University of Chicago.

Tras completar su doctorado en Columbia en 1946, Friedman rediseñó su disertación sobre las licencias profesionales en un libro escrito como coautor con Kuznets, Income from Independent Professional Practice.7 Luego acordó aceptar la responsabilidad de investigar sobre el rol del dinero en el ciclo de los negocios para la Oficina Nacional de Investigación Económica.8

Pasó el otoño de 1950 en Paris como un consultor del Plan Marshall de los EE.UU.. Desde 1953 a 1954, fue profesor visitante Fulbright en la Cambridge University, donde la facultad de economía estaba profundamente dividida respecto de las políticas keynesianas.9 En 1956, dirigió una colección de ensayos publicada como Studies in the Quantity Theory of Money. Su ensayo introductorio para ese volumen, “The Quantity Theory: A Restatement,” resucitó la teoría de la cantidad como una alternativa viable a la ortodoxia keynesiana. Con eso eventualmente se hizo conocido como el “padre del monetarismo”, la escuela de economía que considera que la cantidad de dinero en circulación es el factor dominante en la determinación de la demanda agregada nominal.

En 1959, su trabajo fundamental, A Theory of the Consumption Function, fue publicado. Este volumen, que distingue entre ingreso permanente y transitorio, junto con su trabajo de 1961 escrito con David Meiselman, “The Relative Stability of Monetary Velocity and the Investment Multiplier in the United States”, provocó una profunda controversia en la profesión económica.10

Las investigaciones de Friedman sobre el largo e imprevisible desfase entre los cambios en la oferta de dinero y los cambios en la actividad económica real y la inflación lo llevaron a concluir que la única política macroeconómica que de manera consistente rendirá resultados deseables es una lenta, sostenida y predecible tasa de crecimiento de la oferta de dinero. Esta receta, el “monetarismo”, fue implementada en gran medida en Japón y Alemania, y esos países experimentaron menores tasas de desocupación e inflación que países cuyas autoridades monetarias han intentado lo contrario. Iniciado en principio bajo Paul Volcker durante la administración Reagan y continuado por Alan Greeenspan, el monetarismo ha generalmente sido la política del Sistema de la Reserva Federal en los Estados Unidos, produciendo bajos índices de inflación desde comienzos de los años 80. Sin embargo, tal como lo destaca Friedman, renunció a su estricta regla monetaria como resultado del empleo de la discreción por parte de Greenspan:

Durante mucho tiempo he favorecido el uso de reglas estrictas para controlar la cantidad del dinero creado. Alan [Greenspan] sostiene que estoy equivocado y que la discreción es preferible, en verdad esencial. Ahora que su trabajo de 18 años como presidente de la Fed ha concluido, debo confesar que su desempeño me ha persuadido de que está acertado—en su propio caso. Su desempeño ha sido en verdad destacable. No existe ningún otro período de extensión comparable en el cual el Sistema de la Reserva Federal se haya desempeñado tan bien. Es más que una diferencia de grado; se aproxima a una diferencia de clase. 11

A lo largo de la década del 50 Friedman se mantuvo alejado de la política partidaria y se concentró en su trabajo sobre la economía neoclásica positiva. Sin embargo, en 1962, con la ayuda de Rose Friedman, publicó su primer libro importante de filosofía política y política económica, Capitalism and Freedom, basado en una serie de conferencias que había presentado. Además, tuvo un activo interés en el altamente influyente journal liberal clásico, The New Individualist Review, por entonces dirigido por los libertarios y académicos junior Ralph Raico y Ronald Hamowy de la University of Chicago. Ambos completaron sus doctorados con el economista galardonado con el premio Nobel Friedrich A. Hayek quien en esa época integraba el Comité Para el Pensamiento Social. 12

En 1963, fue publicada su obra magna (con Anna J. Schwartz), A Monetary History of the United States, 1867-1960. Este libro más que cualquier otro obligó a la profesión de la economía a tomar seriamente al monetarismo. Friedman y Schwartz ensamblaron evidencia convincente en apoyo de la opinión de que todas las crisis macroeconómicas importantes en la historia estadounidense, especialmente la Gran Depresión, fueron causadas por sustanciales embates monetarios. іEl gobierno, no el libre mercado, causó (y perpetuó) la Gran Depresión!

El análisis de Friedman de los roles de los costos de información y las expectativas de inflación en los mercados de trabajo y sus hipótesis de una tasa de desempleo natural debilitó uno de los principales pilares de la ortodoxia keynesiana—la curva de Phillips. En virtud de la obra de Friedman y el trabajo de otros a los que inspiró, hacia fines de los años 70, podría decirse razonablemente que los verdaderos keynesianos ya no existían.

En total, Friedman fue el autor o coautor de más de 20 libros y de aproximadamente 100 trabajos académicos para journals profesionales, más otros numerosos artículos y reseñas para una amplia variedad de publicaciones populares. Fue Profesor de Economía Servicio Distinguido Paul Snowden Russell en la University of Chicago hasta su retiro de la enseñanza activa en 1977, cuando se unió a la Hoover Institution en la Stanford University como investigador asociado senior. Por muchos años más, continuó como miembro del equipo de investigación de la Oficina Nacional de Investigación Económica, y fue director colaborador y columnista para la revista Newsweek, reemplazando a Henry Hazlitt, desde 1966 a 1983.

Como su amigo y a veces rival de discusiones de la anti-positivista y basada en el proceso de mercado Escuela Austriaca de Economía, F.A. Hayek, Friedman era un liberal clásico que no aceptaba la etiqueta de “conservador” porque en su opinión eso connota la ciega aceptación del pasado. Claramente percibió y enseñó la interdependencia de la libertad económica con las libertades civiles de la libertad de expresión, culto, prensa, reunión, y así sucesivamente. Consecuentemente, fue uno de los más elocuentes y persuasivos defensores de la superioridad económica y ética de los mercados libres por sobre el control gubernamental colectivista.

En el curso de su defensa de la libertad individual, Friedman fue el arquitecto o defensor de muchas propuestas influyentes o ingeniosas para resolver las cuestiones públicas críticas, al tiempo que desmantelaran la burocracia gubernamental. Entre sus propuestas se encontraban las siguientes:

El impuesto a las ganancias negativo: Eliminar los desincentivos y enormes derroches del masivo sistema de bienestar, abolir todos los programas de bienestar y reemplazarlos con un programa de pagos en efectivo directos a aquellos que realmente lo necesitan simplemente mediante la adición de una nueva categoría al impuesto a las ganancias (una para los valores negativos del impuesto gravable) al código tributario.

Los vales educativos: Para proporcionar un clima competitivo para la educación pública y privada, todos los padres de niños en escuelas primarias y secundarias recibirían vales emitidos por el gobierno para ser gastados en la escuela de su preferencia. El único rol del gobierno sería el de suministrar los vales; la competencia por los clientes aseguraría la calidad e innovación.

El impuesto a las ganancias uniforme: Para dinamizar el sistema impositivo y disminuir sus enormes costos directos para el público en general y las ineficiencias indirectas impuestas sobre la economía, abolir el impuesto a las ganancias corporativas. Además, gravar a los individuos solamente a una tasa uniforme, no-progresiva y baja, elevando las exenciones personales hasta algún nivel de ingreso mínimo, y terminar con todos los vericuetos.

Crecimiento estable del dinero: Para eliminar los recurrentes problemas de la inflación, el desempleo, y la productividad menguada, abolir el Sistema de la Reserva Federal, legalizar las monedas privadas, y atar el incremento de la oferta de dinero gubernamental al crecimiento del PBN, quizás entre 0 y 3 por ciento por año.

Tipos de cambio flotantes: Para resolver los problemas de la balanza de pagos de la nación y abrir la posibilidad de eliminar unilateralmente las medidas proteccionistas anti-consumidores, abolir los controles de cambio y permitir que las monedas nacional y privadas busquen sus propios niveles de precio en el mercado.

Equilibrar el presupuesto: Dado que el gasto deficitario es simplemente un mecanismo para esconder los incrementos impositivos, por ende disminuye la resistencia del contribuyente al gasto del gobierno y perjudica el crecimiento económico, todo gasto gubernamental debería ser manejado según los méritos de cada propuesta específica en una base de reparto. La política fiscal jamás debería ser utilizada para afectar los ciclos económicos, y una Enmienda del Presupuesto Equilibrado debería ser adoptada.

Ejército voluntario: Para crear un sistema de defensa más eficiente, mejor motivado, y moralmente justificable, abolir la servidumbre compulsiva del servicio militar y el registro del servicio militar y mantener un sistema voluntario de enrolamiento basado en beneficios competitivos y un entrenamiento profesional orientado a una carrera.

Nada de leyes para crímenes carentes de victimas: Para limitar de manera directa a la policía y los recursos legales a los problemas del crimen violento, eliminar todas las leyes que crean “crímenes sin victimas”. Más específicamente, donde el consentimiento está presente entre dos o más adultos ninguna injusticia criminal puede ser posible; así, para Friedman el gobierno no tiene lugar alguno en proscribir o reglamentar áreas tales como la prostitución, la obscenidad, la pornografía, las drogas, y cosas por el estilo. Al respecto, Friedman no estaba condonando cualquiera de tales comportamientos, sino en cambio destacando que todas estas cuestiones no-agresivas son mejor reglamentadas por lo dueños de la propiedad a través de acuerdos de propiedad privada e instituciones, como opuestas al comando y control gubernamental. Además, Friedman estaba de acuerdo con la posición del fallecido filósofo de Harvard Robert Nozick de que dichas prácticas deberían ser igualmente legales junto con todos los “actos capitalistas entre adultos que dan su concentimiento”.13

Como resultado de su devoción por la libertad individual, Friedman fue un simpatizante temprano y elocuente de la Proposición 13 de California para reducir los impuestos inmobiliarios de manera generalizada, así como también de la original propuesta del Presidente Ronald Reagan para reducir las tasas del impuesto a las ganancias individual y corporativo. Se oponía a los controles de precios, los subsidios agrícolas, los controles a los títulos valores y a la bolsa, los aranceles, y, en verdad, a todas las intervenciones gubernamentales en las actividades pacíficas de los individuos. Para Friedman, el rol del gobierno debería estar estrictamente restringido a defender a la nación de los enemigos extranjeros, defender a las personas de la fuerza y el fraude, proporcionar un foro para las decisiones de las reglas generales que determinan la propiedad y derechos similares, y suministrar los medios para mediar en las disputas acerca de las reglas.

Quizás el mayor éxito de Friedman comenzó en 1979 cuando él y su esposa Rose escribieron el libro, Free to Choose, basado en la famosa serie de televisión de 10 episodios del mismo título para la PBS. Tanto el programa de TV como el libro fueron preparados en base a una serie de conferencias ofrecidas anteriormente por Friedman. En virtud de que fue emitido durante un período de tribulación económica crítica durante la administración Carter y en las postrimerías de la guerra de Vietnam, el escándalo de Watergate, y la renuncia de Richard Nixon como Presidente, el programa es ampliamente considerado como un factor importante en el desplazamiento de la opinión pública estadounidense hacia una apreciación de la necesidad de desmantelar las dadivas gubernamentales. La serie fue exhibida en Inglaterra, Japón, Italia, Australia, Alemania, Canadá, y varios otros países, y el libro fue traducido para su distribución en todo el mundo, vendiendo más de un millón de ejemplares.

Como resultado de su impacto en la opinión académica y pública, Friedman fue consejero económico en 1964 del candidato republicano a la presidencia Barry Goldwater; de los Presidentes Ronald Reagan, Gerald Ford, y Richard Nixon; así como también de la Primer Ministro británica Margaret Thatcher. Pero a lo largo de este periodo, consistentemente rechazó cargos de tiempo completo en el gobierno, prefiriendo continuar con su labor científica y dejar las actividades públicas a los responsables de la toma de decisiones de tiempo completo.

Además, las ideas de Friedman fueron críticamente influyentes en las reformas de liberalización económica en países como Estonia, Chile, Irlanda, China, Nueva Zelanda, República Checa, e India. En el proceso, fue acusado de complicidad con los regímenes represivos del dictador chileno Augusto Pinochet y China comunista. Sin embargo, Friedman sostuvo que al aconsejar a algún gobierno, en modo alguno estaba apoyando cualquier tipo de políticas que fuesen en contra de los principios de la libertad individual. En verdad, aclaraba que en cambio buscaba terminar con todas las políticas de opresión.

Resumiendo, Friedman creía que las únicas funciones del gobierno deberían ser las de proporcionar vigilancia y justicia civil más la defensa nacional. Respecto de esta última no obstante, fue más lejos que meramente apoyar la protección de las fronteras nacionales de los invasores. Después de la Segunda Guerra Mundial, Friedman se volvió un simpatizante de la Guerra Fría y del legado wilsoniano del intervensionismo militar estadounidense alrededor del mundo. Esto lo llevó a apoyar la Guerra de Vietnam y a otras políticas estadounidenses ostensibles e encubiertas. Sin embargo, en el proceso, destacó que, “Soy un anti-intervencionista, pero no soy un aislacionista”,14 y al leer el emblemático libro de 1987 del Asociado Señor del Independent Institute Robert Higgs, Crisis and Leviathan, que demuestra que las “crisis” bélicas son el principal motor del propio neo-mercantilismo y el Gobierno Grande al que por tanto tiempo se opuso, Friedman se volvió un creciente crítico de las “guerras de elección”, incluida la guerra en Irak.

Los Friedman estuvieron casados durante 68 años y tuvieron dos hijos: David, que enseña derecho y economía en la Santa Clara University, y Janet, que ejerce el derecho en California.

Para reconocer las enormes contribuciones de este hombre, tuve el singular placer y privilegio de organizar la Cena Nacional de Gala para Honrar a Milton Friedman el 4 de octubre de 1983, en el Fairmont Hotel en San Francisco, en la cual el combativo actor Arnold Schwarzenegger, quien había sido inspirado por la serie televisiva “Free to Choose”, conoció por primera vez a Friedman en persona.

Además del Premio Nobel, Friedman fue galardonado con el Gran Cordón de la Orden de Primera Clase del Sagrado Tesoro de Japón (1987), la Medalla Nacional de Ciencia (1988), y la Medalla Presidencial de la Libertad (1988), y fue miembro de la Sociedad Filosófica Estadounidense y de la Academia Nacional de Ciencias.

En 1998, Milton y Rose Friedman escribieron su autobiografía, Two Lucky People: Memoirs, que traza su destacable travesía personal y experiencias de vida, y ambos pasaron los años recientes trabajando juntos en busca de su sueño de una elección educativa para todos los padres en todos los Estados Unidos.

Milton Friedman murió el 16 de noviembre de 2006, de una falla cardiaca, en San Francisco. A diferencia de cualquier otra figura intelectual del siglo veinte, transformó el debate público y lo alejó del sendero suicida de las economías de comando y hacia las economías basadas en la elección individual, los mercados libres, y la responsabilidad personal. Friedman fue brillante, creativo, fuerte, y eficaz. En su carrera, incluidos los treinta años que tuve el placer de conocerlo, fue un adalid que procuró facilitar una mayor oportunidad para todos, especialmente aquellos más necesitados. En economía, educación, finanzas, negocios, libertades civiles, bienestar, y una hueste de otras áreas, ha dejado un poderoso legado para el beneficio de la humanidad.

Notas

1. John Davenport. “The Radical Economics of Milton Friedman,” Fortune, 1 de junio de 1967, p. 131.

2. “Milton Friedman,” Current Biography 1969 (Bronx, NY: H.W. Wilson Company), p. 151.

3. “Milton Friedman,” Les Prix Nobel en 1976 (Stockholm: The Nobel Foundation, 1977), p. 239.

4. Karl Brunner. “The 1976 Nobel Prize in Economics,” Science 194 (5 de noviembre de 1976), p. 595.

5. Current Biography, p. 152.

6. Les Prix Nobel en 1976, pp. 240-41.

7. Current Biography, p. 152.

8. Les Prix Nobel en 1976, p. 241.

9. Ibid.

10. Current Biography, p. 152.

11. Milton Friedman. “He Has Set a Standard.” Wall Street Journal (30 de junio de 2006).

12. Milton Friedman. “Introduction.” New Individualist Review (Indianapolis: Liberty Press, 1981), pp. ix-xiv.

13. “Portrait: Milton Friedman,” Challenge (mayo-junio 1978), p. 69; Milton Friedman, Capitalism and Freedom (Chicago: University of Chicago Press, 1962); y Milton and Rose Friedman, Free to Choose (New York: Harcourt Brace Jovanovich, 1980).

14. “Best of Both Worlds: Milton Friedman reminisces about his career as an economist and his lifetime ‘avocation’ as a spokesman for freedom,” Reason (junio de 1995).

Traducido por Gabriel Gasave

  • (1949-2022) fue el fundador, presidente y director general del Instituto Independiente.

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