Cuando el Presidente George W. Bush presentó recientemente sus propuestas de presupuesto para el año fiscal 2008, enfatizó que la seguridad de la nación es su prioridad más alta, y respaldó esa declaración con la propuesta de que los gastos del Pentágono sean incrementados en más de un 6 por ciento por sobre los desembolsos presupuestados para el ejercicio fiscal 2007, hasta un total de más de $583 mil millones. A pesar de que muchos estadounidenses ven a esta enorme cifra como excesiva, difícilmente alguno aprecie que el importe total de todo el gasto relacionado con la defensa excede grandemente el monto presupuestado para el Departamento de Defensa. En verdad, es aproximadamente el doble de grande.
En el año fiscal 2006, que finalizó en septiembre pasado, el Pentágono gastó $499.400 millones. Alojados en otras partes del presupuesto, sin embargo, otras líneas identifican un financiamiento que sirve para fines defensivos con certeza casi tanto como—y en ocasiones incluso más que con seguridad—el dinero asignado al Departamento de Defensa. En la ocasión, los comentaristas tomaron nota de algunos de estos rubros presupuestarios adicionales relacionados con la defensa, tales como el programa de armas nucleares del Departamento de Energía, pero muchos de tales rubros, incluidos algunos extremadamente grandes, siguen por lo general sin ser reconocidos.
Desde la creación del Departamento de Seguridad Interior, muchos observadores probablemente estarán de acuerdo en que su presupuesto debería ser incluido en cualquier cuenta completa de los costos de la defensa. Después de todo, el territorio es lo que la gran mayoría de nosotros deseamos que el gobierno defienda antes que nada.
Otras agencias también gastan dinero en la búsqueda de la seguridad interior. El Departamento de Justicia, por ejemplo, incluye a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la cual dedica sustanciales recursos a un programa antiterrorista. El Departamento del Tesoro nos informa que ha “trabajado de cerca con los Departamento de Estado y Justicia y la comunidad de inteligencia para desbaratar objetivos relacionados con al Qaeda, Hizballah, Jemaah Islamiyah, así como también para interrumpir el patrocinio estatal del terror”.
Gran parte, sino todo, del presupuesto para el Departamento de Estado y para los programas de asistencia internacional debería ser clasificado también como relacionado con la defensa. En este caso, el dinero sirve para sobornar a enemigos potenciales y recompensar a los gobiernos amigos que colaboran con los esfuerzos de los EE.UU. para disminuir las amenazas percibidas. Alrededor de $4.500 millones en concepto de ayuda estadounidense al exterior toma actualmente la forma de “financiamiento militar extranjero”, e incluso fondos ubicados bajo el rubro desarrollo económico pueden servir para propósitos vinculados a la defensa de manera indirecta. El dinero es fungible, y la recepción de la asistencia exterior para proyectos de desarrollo económico permite a los gobiernos aliados distraer otros fondos hacia la policía, la inteligencia y fines militares.
Dos grandes rubros del presupuesto representan el costo actual de los bienes y servicios de la defensa obtenidos en el pasado. El Departamento de Asuntos de los Veteranos, que está autorizado a gastar más de $72.000 millones en el actual año fiscal, cae en esta categoría. Asimismo, gran parte de los gastos en concepto de intereses por la deuda públicamente contraída por el gobierno representa el costo actual de desembolsos de la defensa financiados en el pasado tomando fondos del público.
Para estimar el tamaño de la totalidad del presupuesto de defensa de facto, reuní información correspondiente al ejercicio fiscal 2006, el año fiscal más recientemente finalizado, respecto del cual los datos sobre los desembolsos reales se encuentran actualmente disponibles. En ese año, el propio Departamento de Defensa gastó $499.400 millones. Partes relacionadas con la defensa del presupuesto del Departamento de Energía sumaron otros $16.600 millones. El Departamento de Seguridad Interior gastó $69.100 millones. El Departamento de Estado y los programas de asistencia internacional dispusieron de $25.300 millones para actividades indiscutiblemente relacionadas con propósitos defensivos ya sea directa o indirectamente. El Departamento de Asuntos de los Veteranos tuvo desembolsos de $69.800 millones. El Departamento del Tesoro, que financia la parte del león de los costos del retiro de las fuerzas armadas a través de su apoyo del poco conocido Fondo de Retiro de las Fuerza Armadas, agregó $38.500 millones. Gran parte de las erogaciones de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio deberían ser considerados como relacionados con la defensa, aunque sea de manera indirecta. Cuando se suman todas estas otras partes del presupuesto al propio presupuesto del Pentágono, incrementan nuevamente el total del año fiscal 2006 en casi la mitad, a $728.200 millones.
Descubrir cuánto de los pagos gubernamentales en concepto de intereses netos sobre la deuda nacional públicamente contraída debe ser atribuido a los gastos en concepto de defensa financiados con deuda en el pasado exige efectuar una cuantía considerable de cálculos. Sumé todos los déficits pasados (menos los superávits) desde 1916 (cuando la deuda era casi de cero), los prorrateé según la ratio de cada año de la estrechamente definida seguridad nacional—fuerzas armadas, veteranos y asuntos internacionales—al gasto federal total, expresando todo en dólares de poder adquisitivo constante. Esta suma equivale al 91,2 por ciento del valor de la deuda nacional en poder del público a fines de 2006. Consecuentemente, atribuyo ese mismo porcentaje de los desembolsos gubernamentales en concepto de intereses netos en ese año al gasto de defensa financiado con deuda en el pasado. La suma total así atribuida llega a los $206.700 millones.
Sumando este componente del interés al total anterior de toda la agencia, el gran total llega a los $934.900 millones, que supera en más de un 87 por ciento a los desembolsos solo del Pentágono.
Si los elementos adicionales del gasto de defensa siguen manteniendo la misma ratio con el monto del Pentágono—y tenemos todos los motivos para suponer que lo harán—entonces en el año fiscal 2007, que actualmente estamos atravesando, el gran total del gasto para defensa será de $1, 028 billones (trillones en inglés). Confirmé la grosera veracidad de este pronóstico al sumar los desembolsos estimados del propio gobierno para el ejercicio fiscal 2007 para los diversos rubros adicionales relacionados con la defensa, obteniendo un total de $987 mil millones—una suma solamente 4 por ciento menor que mi estimación en base a la ratio. Las futuras partidas suplementarias relacionadas con la defensa para el año fiscal 2007, que difícilmente sorprenderán, fácilmente podrían llevar a la estimación más baja a alcanzar a la más elevada.
A pesar de que he arribado a mis conclusiones de manera honesta y cuidadosa, puedo haber dejado sin considerar rubros que deberían haber sido incluidos—el presupuesto federal es una gigantesca, compleja y confusa colección de documentos. De haberlo hecho, no obstante, los rubros no contemplados es improbable que sean relativamente grandes. (He ignorado de manera deliberada algunos rubros menores, tales como los desembolsos para el Sistema del Servicio Selectivo y el Arsenal para la Defensa Nacional y el programa del Tesoro para bloquear los flujos financieros a los terroristas). Consecuentemente, propongo que en una consideración futura de los costos presupuestarios de la defensa, un lineamiento general bien fundado es el de tomar el total del presupuesto básico del Pentágono (siempre bien publicitado) y duplicarlo. Podemos exagerar la verdad, pero de hacerlo, no será por mucho.
Por ahora, sin embargo, la conclusión parece ineludible: actualmente el gobierno está gastando en la proporción de aproximadamente $1 billón por año para todos los fines relacionados con la defensa. Además, incluso sí de algún modo hubiese errado en mis cálculos y exagerado la suma correcta, el total alcanzará ciertamente muy pronto esta suma asombrosa, dados todos los planes y programas ya en funcionamiento.
Erogaciones de la Seguridad Nacional en el año fiscal 2006
(millones de dólares) |
Departamento de Defensa |
499.400
|
Departamento de Energía (Armamento nuclear y limpieza del medioambiente) |
16.600
|
Departamento de Estado |
25.300
|
Departamento de Asuntos de los Veteranos |
69.800
|
Departamento de Seguridad Interior |
69.100
|
Departmento de Justicia (1/3 del FBI) |
1.900
|
Departamento del Tesoro (para el Fondo de Retiro de las Fuerzas Armadas) |
38.500
|
Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio – NASA – (1/2 del total) |
7.600
|
Interés neto imputable a anteriores desembolsos de la defensa financiados con endeudamiento |
206.700
|
Total |
934.900
|
Fuente: Clasificaciones y cálculos del autor; información básica de la Oficina de Gerencia y Presupuesto, Presupuesto del Gobierno de los Estados Unidos, Año fiscal 2008 y Oficina del Censo de los EE.UU., Estadísticas históricas de los Estados Unidos, Época colonial hasta 1970. |
Traducido por Gabriel Gasave
El presupuesto del billón de dólares para la defensa ya está aquí
Cuando el Presidente George W. Bush presentó recientemente sus propuestas de presupuesto para el año fiscal 2008, enfatizó que la seguridad de la nación es su prioridad más alta, y respaldó esa declaración con la propuesta de que los gastos del Pentágono sean incrementados en más de un 6 por ciento por sobre los desembolsos presupuestados para el ejercicio fiscal 2007, hasta un total de más de $583 mil millones. A pesar de que muchos estadounidenses ven a esta enorme cifra como excesiva, difícilmente alguno aprecie que el importe total de todo el gasto relacionado con la defensa excede grandemente el monto presupuestado para el Departamento de Defensa. En verdad, es aproximadamente el doble de grande.
En el año fiscal 2006, que finalizó en septiembre pasado, el Pentágono gastó $499.400 millones. Alojados en otras partes del presupuesto, sin embargo, otras líneas identifican un financiamiento que sirve para fines defensivos con certeza casi tanto como—y en ocasiones incluso más que con seguridad—el dinero asignado al Departamento de Defensa. En la ocasión, los comentaristas tomaron nota de algunos de estos rubros presupuestarios adicionales relacionados con la defensa, tales como el programa de armas nucleares del Departamento de Energía, pero muchos de tales rubros, incluidos algunos extremadamente grandes, siguen por lo general sin ser reconocidos.
Desde la creación del Departamento de Seguridad Interior, muchos observadores probablemente estarán de acuerdo en que su presupuesto debería ser incluido en cualquier cuenta completa de los costos de la defensa. Después de todo, el territorio es lo que la gran mayoría de nosotros deseamos que el gobierno defienda antes que nada.
Otras agencias también gastan dinero en la búsqueda de la seguridad interior. El Departamento de Justicia, por ejemplo, incluye a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la cual dedica sustanciales recursos a un programa antiterrorista. El Departamento del Tesoro nos informa que ha “trabajado de cerca con los Departamento de Estado y Justicia y la comunidad de inteligencia para desbaratar objetivos relacionados con al Qaeda, Hizballah, Jemaah Islamiyah, así como también para interrumpir el patrocinio estatal del terror”.
Gran parte, sino todo, del presupuesto para el Departamento de Estado y para los programas de asistencia internacional debería ser clasificado también como relacionado con la defensa. En este caso, el dinero sirve para sobornar a enemigos potenciales y recompensar a los gobiernos amigos que colaboran con los esfuerzos de los EE.UU. para disminuir las amenazas percibidas. Alrededor de $4.500 millones en concepto de ayuda estadounidense al exterior toma actualmente la forma de “financiamiento militar extranjero”, e incluso fondos ubicados bajo el rubro desarrollo económico pueden servir para propósitos vinculados a la defensa de manera indirecta. El dinero es fungible, y la recepción de la asistencia exterior para proyectos de desarrollo económico permite a los gobiernos aliados distraer otros fondos hacia la policía, la inteligencia y fines militares.
Dos grandes rubros del presupuesto representan el costo actual de los bienes y servicios de la defensa obtenidos en el pasado. El Departamento de Asuntos de los Veteranos, que está autorizado a gastar más de $72.000 millones en el actual año fiscal, cae en esta categoría. Asimismo, gran parte de los gastos en concepto de intereses por la deuda públicamente contraída por el gobierno representa el costo actual de desembolsos de la defensa financiados en el pasado tomando fondos del público.
Para estimar el tamaño de la totalidad del presupuesto de defensa de facto, reuní información correspondiente al ejercicio fiscal 2006, el año fiscal más recientemente finalizado, respecto del cual los datos sobre los desembolsos reales se encuentran actualmente disponibles. En ese año, el propio Departamento de Defensa gastó $499.400 millones. Partes relacionadas con la defensa del presupuesto del Departamento de Energía sumaron otros $16.600 millones. El Departamento de Seguridad Interior gastó $69.100 millones. El Departamento de Estado y los programas de asistencia internacional dispusieron de $25.300 millones para actividades indiscutiblemente relacionadas con propósitos defensivos ya sea directa o indirectamente. El Departamento de Asuntos de los Veteranos tuvo desembolsos de $69.800 millones. El Departamento del Tesoro, que financia la parte del león de los costos del retiro de las fuerzas armadas a través de su apoyo del poco conocido Fondo de Retiro de las Fuerza Armadas, agregó $38.500 millones. Gran parte de las erogaciones de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio deberían ser considerados como relacionados con la defensa, aunque sea de manera indirecta. Cuando se suman todas estas otras partes del presupuesto al propio presupuesto del Pentágono, incrementan nuevamente el total del año fiscal 2006 en casi la mitad, a $728.200 millones.
Descubrir cuánto de los pagos gubernamentales en concepto de intereses netos sobre la deuda nacional públicamente contraída debe ser atribuido a los gastos en concepto de defensa financiados con deuda en el pasado exige efectuar una cuantía considerable de cálculos. Sumé todos los déficits pasados (menos los superávits) desde 1916 (cuando la deuda era casi de cero), los prorrateé según la ratio de cada año de la estrechamente definida seguridad nacional—fuerzas armadas, veteranos y asuntos internacionales—al gasto federal total, expresando todo en dólares de poder adquisitivo constante. Esta suma equivale al 91,2 por ciento del valor de la deuda nacional en poder del público a fines de 2006. Consecuentemente, atribuyo ese mismo porcentaje de los desembolsos gubernamentales en concepto de intereses netos en ese año al gasto de defensa financiado con deuda en el pasado. La suma total así atribuida llega a los $206.700 millones.
Sumando este componente del interés al total anterior de toda la agencia, el gran total llega a los $934.900 millones, que supera en más de un 87 por ciento a los desembolsos solo del Pentágono.
Si los elementos adicionales del gasto de defensa siguen manteniendo la misma ratio con el monto del Pentágono—y tenemos todos los motivos para suponer que lo harán—entonces en el año fiscal 2007, que actualmente estamos atravesando, el gran total del gasto para defensa será de $1, 028 billones (trillones en inglés). Confirmé la grosera veracidad de este pronóstico al sumar los desembolsos estimados del propio gobierno para el ejercicio fiscal 2007 para los diversos rubros adicionales relacionados con la defensa, obteniendo un total de $987 mil millones—una suma solamente 4 por ciento menor que mi estimación en base a la ratio. Las futuras partidas suplementarias relacionadas con la defensa para el año fiscal 2007, que difícilmente sorprenderán, fácilmente podrían llevar a la estimación más baja a alcanzar a la más elevada.
A pesar de que he arribado a mis conclusiones de manera honesta y cuidadosa, puedo haber dejado sin considerar rubros que deberían haber sido incluidos—el presupuesto federal es una gigantesca, compleja y confusa colección de documentos. De haberlo hecho, no obstante, los rubros no contemplados es improbable que sean relativamente grandes. (He ignorado de manera deliberada algunos rubros menores, tales como los desembolsos para el Sistema del Servicio Selectivo y el Arsenal para la Defensa Nacional y el programa del Tesoro para bloquear los flujos financieros a los terroristas). Consecuentemente, propongo que en una consideración futura de los costos presupuestarios de la defensa, un lineamiento general bien fundado es el de tomar el total del presupuesto básico del Pentágono (siempre bien publicitado) y duplicarlo. Podemos exagerar la verdad, pero de hacerlo, no será por mucho.
Por ahora, sin embargo, la conclusión parece ineludible: actualmente el gobierno está gastando en la proporción de aproximadamente $1 billón por año para todos los fines relacionados con la defensa. Además, incluso sí de algún modo hubiese errado en mis cálculos y exagerado la suma correcta, el total alcanzará ciertamente muy pronto esta suma asombrosa, dados todos los planes y programas ya en funcionamiento.
(millones de dólares)
Traducido por Gabriel Gasave
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