Al borde del abismo

Perú Liberal

Nuevamente el Perú se encuentra al borde del abismo. Y lo estará hasta que en primera o segunda vuelta, los peruanos elijamos a nuestro gobernante para los siguientes 5 años. Y la situación es dramática porque el candidato populista-nacionalista-militarista-arroz-con-mango, Ollanta Humala, es el favorito para ganar las elecciones. іQue tragedia!

La metáfora del abismo es exacta pues de ganar Humala tendríamos asegurado el caos, la crisis y la vulneración de las libertades civiles y políticas de quienes no estamos dispuestos a dejar de ser libres, al estilo de lo que Hugo Chávez hace hoy en Venezuela. Lo peor de todo es que seriamos los propios peruanos quienes estaríamos decidiendo aquello, nosotros mismos eligiendo el camino incorrecto, el rumbo errado.

Humala ha pasado al primer lugar de las preferencias electorales, gracias al voto de los peruanos y peruanas más pobres y sin esperanza, que ingenuamente creen que un militar es capaz de gobernar un país. Lamentablemente el desorden, la corrupción y la falta de empleo, están haciendo que los más pobres tengan confianza en alguien que solamente nos asegura una mayor participación del estado en nuestras vidas. Pareciera ser una pesadilla de la que tal vez nos despertemos en algunas semanas con la noticia del triunfo del comandante, como suelen llamarlo sus seguidores.

EL triunfo de la opción nacionalista significaría un retroceso en el fortalecimiento y consolidación de la democracia, una amenaza al ejercicio de las libertades individuales y las políticas de apertura del mercado y libertad económica que, aunque débiles, son mejores que lo que propone el nacionalismo populista de Humala Tasso.

Como si esto fuera poco, su padre, quien inspira a Ollanta, acaba de opinar favorablemente por la amnistía a los líderes del grupo terrorista Sendero Luminoso en una evidente simpatía por la izquierda más radical. No es posible que el patriarca de los Humala desconozca las miles de muertes ocasionadas por el terrorismo durante más de una década de violencia política por lo que resulta grave que ello no lo importe. ¿Que clase de Estado pretenden refundar si considera que los crímenes cometidos por el terrorismo podrían ser amnistiados?

Los políticos peruanos debieran asumir su responsabilidad en un eventual triunfo de la peor opción de todas las que compiten en esta elección. El circo que han armado durante los últimos cinco años de Toledo, contribuyen definitivamente al descontento popular y a que los ojos apunten a un ex militar que promete tratar a todos como si estuviera en el cuartel y llevar al paredón a quien se porte mal. Por el otro lado, los demás candidatos que pretenden ser una opcion de gobernabilidad no han logrado proyectar en el electorado la imagen de seguridad, confiabilidad y eficiencia que se requieren para gobernar y es por eso quizá que Humala está donde está.

Las botas nuevamente están cerca de Palacio de Gobierno, pero esta vez será a través de los votos. ¿Cuando un militar ha sabido llevar al desarrollo un país latinoamericano? Lucio Gutierrez, recientemente en Ecuador, fue elegido en un proceso electoral y su desempeño fue tan pobre que a los dos años lo sacaron mediante la presión popular reflejada en masivas protestas callejeras. Hugo Chávez en Venezuela está asegurándose que su país siga sin crecer económicamente y de vulnerar las libertades fundamentales de sus ciudadanos. Augusto Pinochet, aunque aplicó políticas de libre mercado, despreció las libertades civiles y cometió gran cantidad de violaciones a los derechos fundamentales por lo que ahora es juzgado. Es evidente entonces que encargarle el gobierno a quien solo sabe usar las armas y la fuerza y está acostumbrado a seguir y dar órdenes que no se discuten, sea una muy mala elección de los peruanos, que hará que retrocedamos todo lo avanzado por el débil gobierno de Alejandro Toledo y que pueda dividir al país, al igual que en Venezuela, entre quienes optan por el autoritarismo y quienes desean vivir en un país en el que existe Estado de Derecho. Con Humala el Perú optará por un salto al vacío y de eso debieran ser conscientes sus electores.