¿A dónde va América Latina?

El Universal

Los vaivenes políticos, económicos y sociales, que periódicamente han venido registrando los países de América Latina han terminado por hacer de la mayor parte de nuestro continente una tierra de futuro incierto. Durante esos vaivenes, mientras unos países entraban en alguna de sus crisis otros solían estar saliendo de ellas. Democracias y dictaduras de izquierda y de derecha mostraban sus rostros al mismo tiempo, y quienes luchaban por su libertad encontraban en la comprensión de sus iguales el camino para hacerla prevalecer. Ahora, eso no es así.
En muchos de los países

En muchos de los países latinoamericanos se promueve entre sus nacionales odios y rencores, que en la mayoría de sus comunidades no existían o tenían poca significación, alentando consignas que so pretexto de la participación de los supuestamente excluidos pregonan la discriminación de buena parte de la población, contra la que se dictan medidas dirigidas a socavar sus derechos como personas humanas y a anular el fruto de sus esfuerzos y dedicación. Se desalientan los empeños positivos: estudios, trabajo y consolidación del bienestar familiar, mientras se fomenta la dependencia del Estado y premia la desidia personal y social.

Tal situación la agrava la manera caprichosa como se manejan los asuntos relacionados con la integración regional: La poca importancia que se da al desarrollo de los acuerdos e instituciones existentes que se declaran muertos sin más ni más, como ha ocurrido con la CAN y la superficialidad de las iniciativas que se proponen, cuyo atractivo mayor para sus beneficiarios parece ser la liberalidad y capacidad de financiamiento de su promotor. La mayoría de los gobiernos no consultan nada importante a sus pueblos.

Son obvios los prejuicios y la ligereza con que muchos de nuestros gobiernos tratan las oportunidades de sus pueblos, como ha pasado con la negociación del ALCA y los Tratados de Libre Comercio con EEUU; cuando países como la China como todos podemos verlo hacen grandes esfuerzos por acrecentar su acceso al mercado norteamericano. La región parece ir camino de convertir en denominador común el poco respeto por las obligaciones contraídas acuerdos refrendados por actos legislativos específicos, que por cualquier motivo político se desconocen y la imposición de conductas gubernamentales propias de los regímenes totalitarios.