La economía japonesa despega nuevamente
Mucho se ha dicho y escrito recientemente acerca de la evolución reciente de la economía japonesa. Por ello y con el objetivo de contribuir al debate detallaré a continuación la posición del gobierno del Japón.
Luego de una década de estancamiento, la economía japonesa despega nuevamente y continúa, por cuarto año consecutivo, en la senda de recuperación sostenida iniciada en el 2002.
Conforme avanza la reforma estructural encarada por el gobierno japonés, se va normalizando la situación de los créditos incobrables y fortaleciendo la rentabilidad del sector empresario, por lo que podemos deducir que Japón salió del legado negativo de la explosión de la economía de burbuja.
Se prevé que esta recuperación de la economía japonesa, liderada no por la política financiera sino por la demanda privada, continuará pues el buen comportamiento en el sector empresarial se está extendiendo al sector doméstico con el aumento del consumo.
En efecto, para el año fiscal 2005 (que terminó a fines de marzo de 2006) se espera que el PBI haya crecido en alrededor de 2,7%, y se proyecta para el año fiscal 2006 un crecimiento del PBI de aproximadamente 1,9%.
Como consecuencia de estos avances, la tasa de desempleo, que había alcanzado 5,5% en enero de 2003, ha descendido a cerca del 4%, y en los últimos meses los sueldos han vuelto a subir tras varios años de estancamiento.
Estas tendencias positivas también se han reflejado de manera muy marcada en la bolsa de Tokio que ha registrado alzas continuas, recuperándose el índice Nikkei de su nivel más bajo de 8.000 yenes a 16.000 yenes por primera vez en 5 años.
Al registrar un leve aumento el índice de precios al consumidor, el Banco de Japón dejó de lado la política de emergencia para aumentar la liquidez en el mercado monetario, que para contrarrestar la deflación venía aplicando desde la segunda mitad de los años 90, aunque mantiene la tasa call en 0.
Entre los logros de la reforma estructural del gobierno del primer ministro Koizumi, podemos destacar la estabilización del sistema financiero con la solución del problema de los créditos incobrables de los bancos, el descenso en el gasto público y el aumento de la inversión externa directa, que en los últimos 3 años creció 1,5 veces.
Asimismo, deben destacarse la aprobación en octubre pasado de las leyes para privatizar el Correo (lo cual ocurrirá en octubre de 2007) y la ejecución del plan para reorganizar y racionalizar las empresas públicas (de las 163 empresas a ser reformadas, 136 desaparecieron o fueron privatizadas).
En función de estos resultados, cabe tener en cuenta la determinación a profundizar la reforma estructural iniciada, concentrándose en los siguientes desafíos: 1) crear un gobierno pequeño y eficiente; 2) crear los cimientos que permitan a Japón sobrellevar el descenso en la tasa de natalidad, el envejecimiento de la población y la globalización; 3) sobreponerse a la deflación y hacer que la demanda privada lleve a un crecimiento económico más certero.
El autor es consejero y vocero de la Embajada de Japón en Buenos Aires.
- 28 de marzo, 2016
- 23 de julio, 2015
- 5 de noviembre, 2015
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