El ‘shock’ petrolero en cámara lenta
A principios de esta década era fácil explicar por qué la economía mundial iba tan bien a pesar del aumento de los precios del petróleo. Tenía que ver con la razón por la que los precios del crudo estaban subiendo: la OPEP no estaba cortando el suministro. La fortaleza de la economía mundial y su sed por el petróleo, especialmente la de China, impulsaban los precios. Y una economía no entra en recesión porque haya demasiada demanda.
Entonces llegó el huracán Katrina, que interrumpió el suministro. Eso contribuyó a un tropiezo económico en el cuarto trimestre, pero luego la economía estadounidense volvió a repuntar. Ahora los precios del petróleo están de nuevo en alza pero esta vez la fuerte demanda no es la causa principal. La demanda china por petróleo creció menos de 2% el año pasado, frente a un 16% en 2004. Se anticipa que la demanda mundial de petróleo este año aumente en alrededor de la mitad de la expansión de tres millones de barriles diarios de 2004. Y esta semana, el Departamento de Energía de Estados Unidos predijo que el apetito estadounidense por el petróleo en el segundo trimestre subirá sólo un 0,5% con relación al año pasado.
Entonces, ¿qué está impulsando los precios? Un «shock de oferta en cámara lenta», asegura el asesor de energía Daniel Yergin, de Cambridge Energy Research Associates (CERA). De modo que una vez más se plantean las cuestiones: ¿Mantendrán los altos precios del petróleo a raya a la economía de EE.UU.? y ¿Demostrará la economía mundial que puede adaptarse tan admirablemente a US$70 por barril como lo hizo a US$50 el barril?
En un shock de oferta clásico —como el embargo petrolero que impuso la OPEP a principios de los años 70—, repentinamente hay menos petróleo. Un shock de oferta a cámara lenta es más difícil de ver, pero sigue siendo importante. El mercado petrolero se caracteriza por un equilibrio tan estrecho entre oferta y demanda que para cualquier productor de petróleo (con la excepción de Arabia Saudita) es difícil bombear más si otro bombea menos.
Cuatro grandes productores están bombeando por debajo de su capacidad: Irak, Venezuela, el Golfo de México y, con menos atención pública, Nigeria, donde una sublevación interfiere con la producción del petróleo indicado para producir gasolina. En general, Yergin estima que una producción de alrededor de 2,2 millones de barriles al día no llega al mercado: una cantidad pequeña pero importante en una economía de 85 millones de barriles diarios. Y eso es incluso antes de que comience la temporada de huracanes en EE.UU.
Sin embargo, la oferta y la demanda no pueden explicar por sí solas por qué el petróleo está a US$70 por barril. Al menos US$10 del total, o quizás más, reflejan los temores a que una confrontación entre EE.UU. e Irán por el programa nuclear iraní interrumpa la producción de Teherán de 2,5 millones de barriles diarios, según cifras de CERA.
Hasta ahora, la economía mundial y la estadounidense no están haciendo mucho caso a los precios del crudo. Los pronósticos más recientes predicen un crecimiento de la economía razonablemente fuerte para el resto del año.
Pero mucho depende de la respuesta de la Reserva Federal y otros bancos centrales. La historia demuestra que un aumento radical en los precios del crudo es tóxico desde el punto de vista económico cuando va acompañado de un incremento drástico en las tasas de interés a corto plazo. Ben Bernanke, presidente de la Fed, aprendió su lección de historia y promete que evitará repetirla.
Durante una conferencia en la Universidad de Princeton en febrero, dijo que en los 70 el público tenía «poca confianza… en que la Fed mantendría la inflación baja y estable». Cuando los precios del petróleo subieron, también lo hicieron los salarios y otros precios, lo que llevó a la Fed a subir las tasas de interés. Entonces observó que la reciente alza en los precios del petróleo (de febrero) no se había traspasado en gran manera a los salarios y los precios de otros artículos. A finales de marzo, los representantes de la Fed consideraban esta extensión «limitada».
«La diferencia crucial con los 70, en mi opinión, es que hoy, las previsiones de inflación son bajas y estables», aseguró Bernanke. «En consecuencia, la Fed no ha tenido que aumentar las tasas de interés drásticamente como lo hizo entonces». Las claves para mantener las expectativas de inflación «benignas», sostuvo, han sido las «políticas de la Fed que han mantenido en los últimos años la inflación real baja, una comunicación clara de dichas políticas y un compromiso institucional con la estabilidad de precios».
De modo que si todos creemos que un alza en los precios del petróleo no disparará la inflación, la Fed no tendrá que subir tanto las tasas de interés para dominar la inflación. Si la Fed no eleva demasiado las tasas, el shock de la oferta en cámara lenta no provocará una recesión en cámara lenta. Mantengamos la esperanza.
- 14 de enero, 2025
- 15 de enero, 2025
- 12 de enero, 2025
Artículo de blog relacionados
2001 Si le cuentan de un país donde el gobierno pide prestado a...
16 de marzo, 2010La Tercera Primero fue el “Brexit”, luego el huracán Donald Trump, después el...
11 de diciembre, 2016La Tercera En pocas partes del mundo el anuncio de un viaje del...
31 de enero, 2011- 11 de enero, 2006