Posible reelección de Álvaro Uribe rompería la racha de victorias populistas en América Latina
Por José de Córdoba
The Wall Street Journal
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos en América Latina, es el favorito para ser reelegido en los comicios presidenciales de este domingo, rompiendo con la racha de victorias de candidatos populistas en el resto de la región.
El año pasado, el gobernante impulsó una enmienda a la Constitución de Colombia para permitir la reelección presidencial. Muchos países latinoamericanos prohíben que sus presidentes tengan un segundo mandato debido a la historia de líderes autocráticos en la región.
Las últimas encuestas le dan a Uribe, que se define abiertamente como conservador, un 56% de los votos frente a un 24% de su rival más cercano, el senador Carlos Gaviria, candidato del partido de izquierda Polo Democrático Alternativo. Gaviria, un ex magistrado de la Corte Suprema, ha superado a Horacio Serpa, quien participa por tercera vez como candidato del alguna vez dominante y hoy anémico Partido Liberal.
El ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, quien también participó en la última elección presidencial, cuenta hoy con sólo un 2% de la intención de voto.
Un triunfo de Uribe —que de lograr el porcentaje pronosticado en las encuestas no necesitaría ir a una segunda vuelta— sería bien recibido en Washington, que ha intentado detener la ola de victorias populistas que ha arrasado la región en los últimos meses. En diciembre, Evo Morales, un aliado cercano del presidente de venezolano Hugo Chávez, ganó por un amplio margen. Este mes, Morales nacionalizó la industria del gas de su país.
Se espera que los votantes premien a Uribe, un abogado trabajólico de 53 años, por mejorar la seguridad y la economía del país desde que asumió la presidencia en 2002.
Un caso es el de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla más grande y antigua de Latinoamérica. Impulsada por los miles de millones de dólares que deja el negocio del narcotráfico, parecía tener todas las de ganar en su batalla de décadas contra el gobierno colombiano: hasta que Uribe llegó al poder.
En ese momento, las FARC habían incrementado su presencia cerca de Bogotá y otras ciudades. Los ciudadanos que viajaban por carretera se arriesgaban a ser secuestrados por la guerrilla, mientras que los atentados a torres de alta tensión y las tomas de poblaciones pequeñas eran frecuentes.
En una ocasión, la guerrilla secuestró a un grupo de feligreses que asistía a una misa en Cali, la segunda ciudad más grande del país. El propio padre de Uribe fue secuestrado y asesinado por las FARC hace unos 10 años y el presidente ha sobrevivido varios intentos de asesinato.
Uribe ha establecido un impuesto de guerra y ha usado cerca de US$3.000 millones en ayuda militar y antinarcóticos para fortalecer y profesionalizar el ejército. Desde entonces, las fuerzas armadas han estado a la ofensiva, relegando a la guerrilla a zonas selváticas remotas y poco pobladas del sur y el oriente del país.
El presidente también negoció con los grupos paramilitares de derecha, muchos de los cuales son considerados terroristas y narcotraficantes por parte de EE.UU. Los persuadió para que dejaran sus armas a cambio de un indulto por sus crímenes. Más de 30.000 combatientes paramilitares han aprovechado la oferta de Uribe. Mientras que los 17.000 hombres de las FARC se niegan a negociar, un pequeño grupo guerrillero, El Ejército de Liberación Nacional (ELN) está negociando con el gobierno para dejar las armas.
El programa es polémico entre los defensores de los derechos humanos, ya que los paramilitares reinsertados obtienen sentencias reducidas de prisión y después pueden acceder a un reentrenamiento del gobierno. Con sus crímenes olvidados y sus fortunas intactas, dicen los críticos, la política de Uribe transformará a los antiguos paramilitares en una clase política poderosa, mientras que los combatientes rasos no tendrán más opción que dedicarse al crimen para sobrevivir.
Por ahora, la violencia ha bajado significativamente y la inversión extranjera ha llegado masivamente al país. La economía colombiana se ha expandido más de 4% anualmente en los últimos tres años.
- 23 de julio, 2015
- 4 de septiembre, 2015
- 16 de junio, 2012
Artículo de blog relacionados
El País, Madrid Hace casi dos décadas Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 83 años)...
12 de junio, 2019El Mundo, Madrid Buenos Aires.- Argentina, que siempre se jactó de tener más...
13 de junio, 2009- 11 de julio, 2019
Por Ana Luisa Herrera El Sentinel Los frustrados atentados terroristas de los últimos...
25 de agosto, 2006