Contribución Hispánica a la Independencia de Estados Unidos
Por Frank de Varona
Diario Las Americas
Aunque hoy en día todos los textos de historia narran la contribución tan relevante de los conquistadores españoles a la creación del Nuevo Mundo, casi ninguno menciona el aporte de españoles, cubanos, mexicanos, puertorriqueños y otros hispanos a la independencia de los Estados Unidos.
Uno puede leer acerca del papel desempeñado en la Revolución Americana por el Marqués de Lafayette, el Barón Von Steuben, el Barón de Kalb, Casimir Pulaski, Thaddeus Kosciusko, el Conde de Rochambeau y otros europeos, y en vano buscar la contribución hecha por los hispanos. Muchas batallas importantes y otras de menor envergadura son descritas en los libros de historia. Sin embargo, uno no puede encontrar ninguna referencia a las innumerables batallas en que pelearon los soldados españoles, cubanos, mexicanos y puertorriqueños en Luisiana, la Florida, el Golfo de México y las Bahamas.
Las razones de esta gran omisión histórica son desconcertantes. ¿Será porque España le declaró la guerra a la Gran Bretaña en 1779, como aliada de Francia y no de los Estados Unidos? ¿Será porque los historiadores estadounidenses han heredado la mala voluntad tradicional que los británicos le tienen a España? ¿Será que la leyenda negra que Inglaterra propagó en contra de España cuando estaba en la cumbre de la gloria se extiende hasta el presente? ¿Será que los Estados Unidos estuvieron en guerra contra México y España durante el siglo XIX? ¿O será sencillamente un caso de descuido histórico sin ninguna mala intención?
Cualesquiera que sean las razones esta injusticia histórica debe ser aclarada, de la misma manera en que los historiadores han corregido la omisión de la contribución de los afroamericanos a la historia de los Estados Unidos. Los hispanos han hecho grandes servicios a la historia de nuestra nación y muy especialmente, sus esfuerzos a favor de la Revolución Americana.
Más de 40 millones de hispanos que viven en este país, especialmente los que asisten a colegios y universidades tienen el derecho a saber que ellos también ayudaron a establecer la primera democracia moderna.
Esto nos hace recordar a un héroe olvidado Bernardo de Gálvez, (Galveston fue nombrada en su honor). Carlos III rey de España, hizo a este oficial de 29 años gobernador del territorio de la Luisiana (que abarcaba 13 estados de los EE.UU. de hoy en día), el día de Año Nuevo de 1777. Inmediatamente a su llegada a Luisiana, Gálvez comenzó a ayudar a los revolucionarios americanos. Nueva Orleáns se convirtió en un refugio para todos aquellos que peleaban en contra de los ingleses. El 21 de junio de 1779, España le declaró la guerra a Gran Bretaña y Gálvez comenzó a atacar a los ingleses con sólo 1,450 hombres. Mientras esperaba refuerzos de Cuba, Gálvez capturó los fuertes de Manchak, Baton Rouge, Panmure (Natchez), Thompson y Amith. Seiscientos soldados ingleses fueron capturados sin apenas ninguna pérdida española. Gálvez capturó a Mobile el 14 de marzo de 1780, tras un sitio de 20 días. La expedición de Cuba había sido dirigida por el Marqués de las Amarillas. Además del ejército regular, venían milicianos nacidos en Cuba, incluyendo 300 afrocubanos.
Ahora Gálvez debía enfrentarse con su reto más difícil: Pensacola, esta ciudad estaba defendida por 2,500 soldados ingleses. Gálvez reunió tropas y abastecimientos adicionales de Cuba, la Luisiana y otras partes. Su ejército aumentó a 7,000 hombres, lo que, para la época, era considerable. Dicho ejército se componía de soldados blancos, negros, mestizos e indios nacidos en España, Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, Haití, México, Venezuela y Nueva Orleáns.
Ayudando a Gálvez en la batalla de Pensacola estaba el general cubano Juan Manuel de Cagigal, que posteriormente fue gobernador de Cuba y su edecán Francisco Miranda. Este último, venezolano, se reconoce como el precursor de la independencia de la América del sur y como su líder intelectual. Después de luchar durante dos meses, los ingleses se rindieron en Pensacola el 8 de mayo de 1781.
Habían perdido su último baluarte en el Golfo de México.
El historiador Orwen Rush opina que la batalla de Pensacola fue una influencia decisiva en la victoria sobre la Gran Bretaña. Herminio Portell Vilá, historiador cubano, afirma que los ataques de las tropas españolas y cubanas a las ciudades y fuertes ingleses a lo largo del río Mississippi, el golfo de México, las Bahamas y América Central fueron determinantes en la desmoralización de las tropas inglesas. Además, estos ataques impidieron que los ingleses pudieran consolidar un gran ejército para atacar a George Washington. A Bernardo de Gálvez el rey de España le otorgó el título de conde y lo ascendió a general. Más tarde fue gobernador de Cuba y virrey de Nueva España (México). Murió en México a los 40 años.
Otra página olvidada en la historia de la guerra de independencia fue la de la generosidad de los habaneros y su ayuda a la causa de la Revolución Americana.
En la primavera de 1781, Washington informaba al general Rochambeau, jefe de las tropas francesas en los Estados Unidos, acerca del estado lastimero en que se encontraban sus soldados. Necesitaban el ejército americano y el ejército francés dinero para pagar el sueldo atrasado de los soldados y para comprar comida, ropa y otros abastecimientos. El Conde de Rochambeau envió varias cartas al almirante De Grasse, cuya flota acababa de llegar a Santo Domingo. Rochambeau informaba a De Grasse que las tropas francesas y americanas estaban carentes de recursos y necesitaban 1,200,000 libras tornesas (moneda francesa) para poder lanzar un ataque contra los ingleses. A De Grasse le fue imposible recaudar esa suma tan considerable en la colonia de Santo Domingo, así que mandó a tres de sus mejores fragatas a la Habana, entre ellas una fragata, al mando de Saint Simon. A su llegada a la Habana, Saint Simon se puso en contacto con el gobernador de Cuba, Juan Manuel de Cagigal, y con su edecán Francisco Miranda y el dinero que fue recaudado en 24 horas.
¿Por qué los cubanos fueron tan generosos con los norteamericanos? Una de las razones era la compasión que sentían por la suerte de otra colonia. Otra razón era el odio que le tenían a los ingleses, que habían capturado La Habana en 1762 y maltratado a sus habitantes.
El tesoro recaudado fue traído a los Estados Unidos y dividido entre las tropas americanas y francesas. Este dinero ayudó a financiar la última batalla de la guerra que fue la de Yorktown, que terminó con la rendición de las tropas inglesas el 31 de octubre de 1781.
La ayuda económica cubana fue crucial. El historiador americano Stephen Bonsal dijo: “El millón proporcionado puede ser considerado verdaderamente como el cimiento sobre el cual se erigió el edificio de la independencia”.
En conclusión, la historia de la contribución hecha por los cubanos, españoles y otros hispanoamericanos a la revolución Americana debe ser incorporada a los libros de historia, para que todos los americanos se den cuenta de que los hispanos no sólo exploraron y colonizaron partes de los Estados Unidos, sino que también lucharon por su independencia. El orgullo cultural y el concepto personal de los niños y jóvenes hispánicos se realizará al saber que sus antecesores ayudaron a construir esta gran nación, a la par que muchos otros grupos. La historia de cualquier país debe de ser balanceada y debe de incluir todos los eventos importantes que involucran a todos los grupos que forman la nación.
El articulista es Coordinador de Adultos de la Escuela Comunitaria de Rubén Darío
- 23 de julio, 2015
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