Cinco consejos para lograr la paz financiera en el matrimonio

Mientras está ocupado lidiando con la florería, el salón de fiestas y las invitaciones, es fácil olvidarse de un aspecto muy importante si decide casarse con alguien: las finanzas.

El matrimonio no es sólo un símbolo de amor mutuo, sino también un acuerdo formal que une a dos personas legal y económicamente. Dedicar un tiempo a las finanzas antes de la boda "puede ayudar a establecer algunas reglas financieras básicas para la pareja que durarán toda una vida", dice Mari Adam, una planificadora de finanzas en Estados Unidos. "También podrá acelerar sus ahorros al ayudarle a empezar más temprano", agrega Adam.

Estos son algunos temas que debería considerar si ya está escuchando campanas de boda:

Historial financiero

Conozca el historial personal y financiero de su pareja, aconsejan los asesores en temas de finanzas. Entre los asuntos que deben discutir: ¿Cuáles son sus activos y deudas? ¿Cómo suele gestionar su dinero? ¿Cuáles son sus objetivos financieros de corto y largo plazo? Identifique áreas potenciales de conflicto y establezca algunos objetivos comunes.

Ponga orden

Para pagar las cuentas de la casa, como el alquiler o los víveres, considere abrir una cuenta conjunta. Olivia Mellan, consultora financiera y autora de Money Harmony (algo así como la Armonía del dinero), libro que enseña cómo resolver conflictos financieros entre parejas, recomienda que los depósitos se hagan en proporción a los activos e ingresos de cada cónyuge.

"Si él gana el doble, debería contribuir dos veces más que su pareja", dice Mellan. De la misma forma, si están ahorrando para una casa, abrir una cuenta de ahorros conjunta puede ayudar a la pareja a enfocarse más.

Otra opción es dividir el pago de las cuentas entre los dos en proporción a los ingresos de cada uno.

La separación también ayuda

Mantenga cuentas corrientes separadas aparte de la cuenta conjunta, de manera que ninguno se sienta obligado a explicar cada centavo que gasta. En un matrimonio, un poco de autonomía es importante ya que el dinero suele provocar peleas de poder, especialmente cuando sólo uno de los cónyuges trabaja, dice Adam.

Cuando un cónyuge posee una cantidad considerable de activos antes del matrimonio, debería mantenerlos formalmente separados. Una vez que mezcla sus activos con los del cónyuge y los usa para beneficio de la pareja, normalmente ese patrimonio pasa a ser parte de los activos del matrimonio, los cuales estarán sujetos a una separación de bienes en caso de divorcio (esto puede variar de país en país).

Controle el crédito y débito

Después de casados, los dos pasan a ser responsables de manera igual por deudas u otras obligaciones contraídas conjuntamente, dice Nick Jacobs, portavoz de la Fundación Nacional para el Asesoramiento de Crédito. Si su esposa o esposo no tiene un buen historial de crédito, mantenga sus cuentas de tarjeta de crédito y préstamos separadas.

Si desean comprar una casa, el historial de crédito negativo de uno puede afectar los términos de la hipoteca. Jacobs sugiere que la pareja considere como prioridad reparar el historial de crédito del afectado y reducir las deudas.

Compare los beneficios laborales

Si su situación económica no les permite financiar completamente las cuentas de jubilación de ambos, maximice los aportes al plan de retiro que ofrece mejores beneficios. Por ejemplo, si el empleador de su cónyuge ofrece igualar algunas contribuciones con un dólar por cada dólar que usted pone, por ejemplo, y su empresa sólo contribuye con 50%, podría invertir más en la cuenta de jubilación de su cónyuge para sacar más ventaja de las contribuciones del empleador.

También compare los beneficios del seguro médico de cada uno. Puede ahorrar dinero o lograr una cobertura médica más completa si ambos hacen parte de un único plan; algunos planes ofrecen dinero a empleados que optan por no tener cobertura médica.