El verdadero liberalismo y la pena capital

LIMA – El verdadero liberalismo no es sólo economico. Quien es verdaderamente un liberal no desperdicia sus energias en concentrarse en un solo campo de los muchos que abarca el hacerse cotidiano del ser humano. Eso sería tanto como apagar el talento.

El liberalismo es tambien pleno respeto a la ley y a los contratos, independencia de poderes lo suficientemente amplia como para asegurar que el unioco control al que se somete la administracion de justicia es el control ciudadano.

Pero la ley,¿es efectivamente buena si rige todos los aspectos de la vida ciudadana? Quien de una respuesta afirmativa a ello, a leguas esta de lo que significa ser un verdadero liberal, y mas bien cercano a aquella manía legiferante tan propia de los paises del Tercer Mundo, y tan especialmente en América Latina desde los tiempos de la colonia.

La ley como instrumento jurídico,de nada vale si atenta contra los derechos ciudadanos so capa de defenderlos,y a cuya defensa todo buen liberal debe -o deberia- precisamente abocarse con denuedo.Y vale menos todavía esta ley cuando atenta contra el derecho mas elemental del hombre q es la vida,sin el que ninguno de los otros vale absolutamente nada. El verdadero liberal defiende el derecho a la vida de todos porque sabe que sin el no hay tampoco libertad posible, ya que cuando se conculcan otros derechos es por que antes ya se señalo con estigma el mas basico.

El verdadero liberal no se fija en las cifras del desarrollo macro economico tanto como en las de las continuas violaciones a este derecho. Y las condena todas, y las abomina y busca que sean siemnpre castigadas ejemplarmente…pero en democracia. Por que si ella no está presente, todo castigo ejemplar se convierte en un teatro –en la peor acepción de la palabra– montado a propósito para darle la razon a aquellos que reclaman la mano dura siempre, que no saben vivir sin ella, en pro de un pretencioso proyecto de "estabilización del país" que no hace otra cosa que arrojar barbarie allí donde antes había una irregular administración de justicia.

Dejemos pues de buscar sanciones vengadoras contra delitos muy,pero muy atroces,porque eso no hace mas q empujar a la ley a un despeñadero. A las muchas leyes malas q se tienen no agreguemos otra peor.

Por eso en el Perú debemos oponernos a cualquier intento de restablecimiento de la pena capital por terrorismo o violación. No nos rebajemos al nivel de los que asesinan en nombre de creencias desfasadas y sancionadas ya por la historia a caer en el baúl de las antiguallas, o de los que acaban brutalmente con la inocencia y la vida de los más indefensos, los niños.

Trabajemos mas bien, por un orden social en el que todos aprendan a ser libres y responsables desde la mas tierna infancia, respetuosos ciudadanos y hombres y mujeres ejemplares; y asi acabaremos con la semilla de la violencia política y protejeremos mejor a nuestros niños y adolescentes de la insania de unos pocos enajenados que retrocedieron de su condicion humana desde el día en que
cayeron en la prisión de la inseguridad y la liberalidad extrema.

Mejor busquemos soluciones mas ingeniosas —pues para eso nosotros si somos libres y responsables de tomar las decisiones con seguridad y libertad plena— para los males que nos aquejan y dejemos de estar matando y respondiendo a la violencia con mas violencia. Si lo hacemos asi, demostraremos que los que se salieron de la vida y la libertad al violar la ley fueron empujados por nosotros a ese camino por una deficiente educación y una malentendida ética del goce y de la viveza, de la "criollada", del egoismo casi masturbatorio.