Rifirrafe entre Álvaro Vargas Llosa e Ignacio Ramonet a cuenta de Chávez

ABC

CIUDAD DE MÉXICO. Era el debate más esperado de los previstos en el Fórum Universal de las Culturas 2007 de Monterrey, y no defraudó. Convocados y moderados por Enrique Krauze, el director de «Le Monde diplomatique», Ignacio Ramonet, y el periodista y politólogo liberal Álvaro Vargas Llosa debatieron y se acaloraron en torno a «¿Es bueno el capitalismo para los pobres?». En primera fila, y sin intervenir, estaba Mario Vargas Llosa.

Sólo en algo coincidieron durante la charla, que en algún momento se convirtió en griterío: el Nobel de la Paz 2006 al banquero Muhammad Yunus, creador del microcrédito. Todo lo demás, según reportan los medios regiomontanos, fueron desencuentros. Mientras el director del Centro para la Prosperidad Global defendía las bondades del libre comercio, el semiólogo gallego incidió en los márgenes de miseria que provoca el mercado abierto.

Hugo Chávez fue el detonante del principal rifirrafe dialéctico del debate. Vargas Llosa y Ramonet llegaron a los gritos a cuenta del líder venezolano.

Ramonet dijo que, entre otros logros, Venezuela era el país que más había crecido económicamente en los últimos años en Latinoamérica, ante lo que Vargas opuso que con Chávez aumentó la pobreza en el país, al que ha sometido a la dependencia del petróleo para maniatar al ciudadano. «Hoy los pobres en Venezuela están mejor que hace diez años en nivel de alojamiento, salud, educación.

Lo demás es política e ideología», contestó Ramonet, quien ensalzó las «prácticas democráticas» de Chávez, como el referéndum.

El referéndum y Franco

«Los referéndum de Hugo Chávez se parecen a los de Franco, Stroessner, Pinochet, a los del fascismo europeo y latinoamericano -intervino el peruano.

El sistema que gobierna mediante referéndum es típicamente fascista». «Usted no sabe lo que es el fascismo», le interrumpió el entrevistador autorizado de Fidel Castro.

«Sí lo sé, y llamaría también fascista al sistema que hay en Cuba»…

Ramonet, uno de los promotores del Foro Social Mundial de Porto Alegre, sostuvo que «la convicción hoy de centenares de millones de personas es que el capitalismo no ha sido bueno, sobre todo el actual».