España: ¿un hub empresarial para las multinacionales emergentes? (II)

(Aquí puede ver la primera parte de este trabajo)

París – Europa será en el futuro sin duda un campo de batalla para atraer inversiones procedentes de los nuevos mundos. ¿Porqué no imaginar que España pueda jugar aquí cierto protagonismo? En un artículo anterior, publicado en este periódico, hemos desarrollado la idea de que España podía ser un puente de entrada en Europa para las multinacionales latinas. Algunas de hecho no esperaron que se formulase esta idea y ya dieron el paso desde hace algún tiempo, como, por ejemplo, Cemex, Pemex o PDVSA que ubicaron sus sedes europeas en la península.

Sin duda, España podría ser un trampolín europeo para muchos más delas multinacionales latinas. Pero, de manera cierto algo más especulativa, podríamos arriesgar prolongar esta idea y generalizarla a las multinacionales emergentes de otras zonas. Las multilatinas podrían así ser el primer círculo de un grupo más amplio de multinacionales emergentes que podrían encontrar atractivos asentar sus matrices europeas en España.

No nos ilusionemos sin embargo: algunos países ya tienen ventajas consolidadas en esta carrera para atraer las multinacionales emergentes. Inglaterra, y Londres muy especialmente, han conseguido concentrar las sedes globales de un buen número de multinacionales de origen sur-africano como la minera Anglo American o la cervecera SAB Miller. Igualmente Inglaterra concentra, en Europa, gran parte de las sedes internacionales de multinacionales emergentes como por ejemplo la petrolera china Petrochina o la brasileña Petrobras. Cuando éstas asientan base en Europa, también suelen elegir muchas veces a la isla británica para su ubicación a imagen del conglomerado sur coreano Samsung o del industrial sur-africano Sasol o el farmacéutico indio Ranbaxy. Y cuando no es Inglaterra, es Suiza, quién se lleva la medalla, y sino Alemania o Francia.

Sin embargo, España podría alzar su bandera en este ámbito y, de manera electiva, conseguir algunos éxitos. En 2007, la multinacional china Huawei, llevada de la mano de uno de sus principales clientes (Telefónica) ha decidido asentar una planta industrial en Málaga, con una primera inversión de diez millones de euros para instalarse en el Parque Tecnológico de Andalucía. ¿Porqué no imaginar que ésta multinacional asiente su base de decisión europea en España en un momento en el cual está pujando por prácticamente todos los mercados del viejo continente?

Igualmente la multinacional india, Reliance, que anunció sus intenciones de invertir 10 mil millones en Egipto, ¿podría ésta decidir asentar su mando de operaciones para Europa, Medio Oriente y África en España? Su compatriota Sulzon Energy también está desarrollando su base de clientes por Europa (a mediados del 2007 obtuvo importantes contratos en Portugal después de haber arrebatado al gigante francés Areva una empresa en Alemania. Por ahora sus ventas internacionales se están llevando desde Aarhus en Dinamarca y la gestión internacional desde Ámsterdam en Holanda. ¿Sería inverosímil conseguir atraer esta empresa a España, un país con importantes pretensiones en energías renovables. Por último, ¿podría decidir la mencionada Arcelor Mittal ubicar su base operativa para América latina en Madrid, dónde radica ahora un miembro – español – de su top management?

A estos se les pueden sumar los grupos que tienen ambiciones internacionales y buscan ahondar su presencia europea. Uno de ellos por ejemplo es el industrial indio Bharat Forge, cuyas ventas en Europa ya representan más del 45% del total, y está buscando ampliar su presencia en el continente dónde ya compró unidades en Alemania, Inglaterra y Suecia.

Algunas de estas multinacionales emergentes incluso dieron un paso más adelante en su proceso de globalización trasladando su sede central hacia los países OCDE. El caso más conocido puede que sea el de Arcelor Mittal, multinacional surgida de la fusión encabezada por un empresario de origen indio, radicado en Londres y cuyo grupo tenía la sede formalmente en Holanda. Pero hay más ejemplos como la cervecera belgo-brasileña Inbev, cuya sede central está en Bélgica pero cuyo mando gerencial es totalmente brasileño. Oro ejemplo es también el conglomerado minero indio Vedanta Resources que tiene su sede global en Londres. Históricamente, el pionero puede que sean incluso los grupos latino-americanos, concretamente el grupo argentino Bunge, cuya sede global está ahora asentada en Estados-Unidos.

La mayoría de los gobiernos europeos disponen de agencias para captar e incentivar la ubicación de inversiones extranjeras y en particular de sedes y matrices internacionales de las multinacionales buscando bases operativas para sus negocios en el continente y más allá en África o Medio Oriente. Esto lo ha hecho con éxito, por ejemplo, el gobierno suizo, vía su empresa LocationSwitzerland, entidad que vende a los inversores extranjeros, además del excepcional clima de negocios, también su posicionamiento internacional como puente hacia Europa, Medio Oriente y África. Igualmente, los gobiernos británicos (UK Trade & Investment) o franceses (Invest in France), han desarrollado entidades similares.

España también posee sus instituciones para atraer inversiones como por ejemplo Interes Invest in Spain, creada en 2005 e integrado en la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Las Comunidades Autónomas también disponen de sus instituciones para atraer inversiones como, por ejemplo en Galicia, el IGAPE, el Instituto Gallego de Promoción Económica. Hasta las ciudades se dotaron de sus agencias, en algunos casos particularmente dinámicas, como PromoMadrid, una empresa pública creada por la Comunidad de Madrid en 2004.

Estos esfuerzos pueden ser más o menos acertados, lograr más o menos éxitos. Lo cierto es que la estrategia de internacionalización de España merece alguna reflexión. Con la competencia de Europa del este, de China o de India, algunas de las apuestas o ventajas españolas se están volviendo historia pasada. Necesitaremos de todos los esfuerzos e ideas para impulsar una nueva estrategia de internacionalización.