¡Importemos un presidente!

Por Gonzalo J.S. Quiroga Soria
Correo del Caroní

Morales aprobó el Decreto Supremo 29.460 que prohíbe temporalmente la exportación de varios alimentos, como la carne de res, pollo y el arroz, debido a su escasez en el mercado como también trigo y maíz que Bolivia exportaba a países vecinos, afectando 4.000 ton. mensuales de alimentos exportados.

De manera paralela, también temporalmente aprobó un decreto el 29.446 para importar animales de la especie bovina, carnes de res y de pollo, trigo, maíz, arroz, aceites y grasas vegetales y azúcar, sin el pago del gravamen arancelario desincentivando la producción y alentando la especulación, provocando el suicidio de la estabilidad económica alentando el desempleo y la desocupación.

A lo antes indicado se agregaría que en los meses de mayo y agosto el país tendrá un déficit en la producción de gas licuado de petróleo (GLP) que se calcula en 5.900 garrafas por día a nivel nacional; agudizando aún más el problema cuando ésta escasez será mayor y se extenderá al 2009 y 2010. Lo que está sucediendo con la industria del gas doméstico (GLP) constituye un ejemplo emblemático de cómo opera el socialismo del siglo XXI. Nada de estatizaciones masivas ni de impopulares fusilamientos a mansalva, nada de eso, el socialismo populista opera con cuentagotas. La respuesta creativa del gobierno de Morales: la importación de GLP y no la promoción de inversiones para una nueva planta en el sur del país.

Siempre se ha dicho en círculos financieros que no hay nada más cobarde que el capital. La inversión extranjera busca más que nada seguridad jurídica y obviamente en los países que no den seguridad a esas empresas extranjeras, éstas se inhibirán de invertir; está plenamente comprobado que el crecimiento sustentable de una economía depende fundamentalmente de la existencia de un estado de derecho; por una parte y por la otra, medidas destinadas al control de la producción como al control de precios, sólo perjudican la Ley de la Oferta y la Demanda; generando inestabilidad política y social en el país.

Las decisiones de Morales reflejan cuan rezagadas están las políticas económicas del socialismo masista sólo son retórica o mistificación, a pesar de los ingentes recursos económicos que se deberían manejar por la renta hidrocarburífera favorecida por los altos precios internacionales del crudo pero que se estrellan con la habilidad de los conceptos centralistas gestados en empresas donde hay un total control del Estado en la economía.

Así se mueven las políticas del gobierno, dan cuando le interesa y quitan bajo las mismas circunstancias, se debe recordar sin embargo, que no se está comenzando una gestión, ya está en proceso de conclusión, ya la oligarquía oficialista está rica, no ofrece nuevos horizontes al nivel interno del país y Morales no ha creado ni una sola institución económica cualitativamente diferente a la de la economía de mercado; La pérdida de rumbo es patética, en medio de dificultades inflacionarias, sin diálogo con las regiones y de escasez que luce, van a ser mayores sus «frutos» que se convertirán en deshechos, que dejarán una nación en plena aridez, no sin antes asegurar que ahora vendrán los tiempos de «privaciones y sacrificios» por la patria. La metástasis sigue su imparable curso, por eso antes que los viejos vayan al cadalso y los jóvenes descalzos sean las secuelas de este «proceso» próximo a fenecer por combustión espontánea, con la pasividad de la oposición; ya que no se producirá nada y se importará todo ¿por qué mejor no importamos un presidente?

El autor es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales