¡Terror en el barrio latino!
California State University – Long Beach
“¿Por qué le pusiste un título tan escandaloso a tu libro?”, me preguntó un amigo que se identifica como conservador moderado.
Esa no fue la primera vez que alguien cuestionó el torno de mi libro, “Terror en el Barrio Latino: la llegada de la nueva derecha al gobierno municipal”, el cual acaba de lanzarse en el mercado bibliográfico norteamericano, en inglés y español.
Algunas veces me ha tocado lidiar discusiones desagradables con personas que, dado sus prejuicios políticos, sociales y raciales, todavía no llegan a captar la realidad latina en algunas ciudades caracterizadas por su inclinación hacia las políticas de choque.
Asimismo, tengo que reconocer que tuve conversaciones constructivas con grupos e individuos –de la izquierda y derecha— que se solidarizan con los derechos individuales y civiles de los inmigrantes indocumentados.
A pocos días de otro aniversario de la gran marcha de “Un día sin inmigrantes”, el agravio contra las familias latinas persiste y muchos continúan viviendo aterrorizados por ordenanzas municipales que intentan alejarlos de sus comunidades.
Cuando el Concejo Municipal de la ciudad de Costa Mesa decidió, dos años atrás, de dotar a la policía del municipio el poder de hacer requisas migratorias, un padre de familia me comentó: “Estoy aterrorizado. La situación es muy desesperante para nosotros los indocumentados, pero tengo que venir a trabajar para mantener a mis hijos”.
Las palabras de este papá sirvieron como una dosis de inspiración y me condujeron a investigar la coyuntura social de esta ciudad, y me incitaron a responder una pregunta que me había estado trastornando por algún tiempo: ¿Por qué Costa Mesa viró hacia la extrema derecha?
En su momento, Costa Mesa fue el epicentro de la crisis migratoria, y fue la ciudad que sentó las bases para “solucionar”, a través de políticas radicales, el problema de los indocumentados.
Liderados por un gobierno ostensiblemente ultra-conservador y guiados de la mano de Martin H. Millard, un supremacista blanco que profesa la segregación de las razas, esta ciudad se encaminó contra el pluralismo democrático y la diversidad. La intensión de Millard y los suyos fue promover políticas de segregación institucional.
Tanto la comunidad conservadora de esta ciudad, como la mayoría de los medios de comunicación en inglés, sólo miraron cómo estos individuos promovieron el desprecio contra los latinos. Fue la comunidad latina y los medios de comunicación en español los que respondieron contra la infiltración de racistas en el gobierno municipal. “Costa Mesa debe liberarse del racista”, puntualizó La Opinión en su sección editorial.
La llegada de Millard y otros individuos de la extrema derecha al gobierno municipal son consecuencias del un fenómeno desestabilizante que produjo el ataque terrorista del 11 de septiembre. Grupos como el Proyecto Minutemen, Save Our State y otros, que anteriormente habían sido condenados por demócratas y republicanos, se convirtieron en el tejido medular del Partido Republicano y fueron la fuerza motriz de las propuestas antiemigrantes.
El representante de Colorado, Tom Tancredo, que fue el hazmerreír de sus compañeros en el Congreso, luego del ataque terrorista llegó a ser el icono de su partido. Otros políticos de este tipo también surgieron en todos los rincones del país.
Por otra parte, no es sorprendente encontrar locutores extremistas, como John and Ken, quienes durante los últimos años han logrado popularizar mensajes de intolerancia y divisionismo entre una gran parte de la población conservadora.
Unas décadas atrás, el conocido filósofo y sociólogo, Theodor Adorno, elaboró un estudió sobre la población alemana para entender por qué esta gente permitió la llegada de Hitler al gobierno. Su conclusión fue simple y tajante. Muchos alemanes, antes del arribo de Hitler, sufrían de lo que Adorno denominó “una personalidad autoritaria”. Es decir, Alemania estaba lista para el cambio radical a partir de los deseos de su población.
En este sentido, la población de Costa Mesa y otras ciudades de corte ultra-conservador vislumbraban los mismos síntomas de la Alemania pre-hitleriana. Millard y su gente supieron leer estas características sociales y se encaminaron a promover políticas radicales contra la comunidad latina, una vez de haber tomado las riendas del gobierno.
Mi libro documenta el terror que sembraron esas políticas. Así de simple.
Humberto Caspa es profesor adjunto en la Universidad de California, Irvine. Autor del libro: “Terror en el barrio latino: La llegada de la nueva derecha al gobierno municipal.”
- 28 de diciembre, 2009
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