Guatemala: Urge disminuir el gasto publico e impuestos directos
Por Ramón Parellada
Siglo XXI
Para lograr un verdadero despegue económico necesitamos que la gente tenga más oportunidades de trabajo y mejores ingresos reales. Sólo se logrará con mayores inversiones en máquinas, herramientas, equipos productivos y fábricas que incrementen la productividad. Esto es, necesitamos mucho capital.
Para tener más capital productivo, que crea riqueza para todos, debemos eliminar el Impuesto sobre la Renta (ISR) y no pensar en nuevos impuestos, como el de Solidaridad (Iso), que pretende sustituir al Impuesto Extraordinario y Temporal de Apoyo a los Acuerdos de Paz (IETAAP), puesto que este tipo de impuestos directos disminuye el capital disponible y las inversiones produc-tivas.
Más inversiones permiten crear más oportunidades de trabajo e incrementos reales en los salarios. Un país pobre no puede desarrollarse a un alto ritmo si el capital se desperdicia en consumirse en aquellas cosas que son menos producti-vas en vez de utilizarlo en las que sí son más productivas y permiten un mayor crecimiento económico.
Muchas personas, en sus buenas intenciones, consideran que el ISR es justo y debe continuar porque “lo pagan los ricos o los que más tienen”. Este análisis, como diría Bastiat, es incompleto. Lo que se ve es lo que los más ricos pagan, pero lo que no se ve es lo que afecta a los más pobres o sus consecuencias no intencionadas. Durante muchos años el Dr. Manuel Ayau ha defendido la eliminación del ISR por sus efectos negativos sobre los más pobres, pues lo que deja de pagar en ISR un rico, para un pobre significa un puesto nuevo de trabajo, o sea, una oportunidad de poder salir de la pobreza en que se en-cuentra; para un rico, eso que dejó de pagar le permite ampliar sus inversiones. El rico seguirá viviendo igual que siempre, pero si el ISR continúa, entonces se reducen sus inversiones.
Para eliminar el ISR y el IETAAP o su sustituto, el Iso, se debe bajar la carga fiscal. En Guatemala tuvimos un gasto públi-co del 17.3% en 2007. Esto lo utilizo como cifra más aproximada para conocer cuánto estamos pagando de impuestos da-do que una parte se paga con impuestos actuales y otra con deuda que luego tendremos que pagar con impuestos en el futuro. Esta cifra del gasto público incluye todo, es decir, lo que gasta el gobierno más lo del IUSI (Impuesto Único Sobre Inmuebles), IGSS (Instituto Guatemalteco de Seguridad Social) y el Inguat (Instituto Guatemalteco de Turismo).
Sin embargo, para un país pobre como Guatemala, este gasto público es inmenso y empobrecedor. Países que hoy son ejemplo de gran desarrollo, como Estados Unidos de América, Inglaterra, Suecia y Dinamarca, tuvieron tasas de gasto público del orden del 5% al 8% cuando estaban desarrollándose hasta aproximadamente la década de 1940. Se desa-rrollaron porque tuvieron bajas cargas impositivas y bajos gastos públicos.
Quienes quieren compararnos con los países desarrollados cometen el error de compararnos hoy en día que ellos ya han logrado mucha ven-taja en acumulación de capital y tienen ahora mayores gastos públicos. Sin embargo, lo correcto es compararnos con ellos cuando eran po-bres. Milton Friedman decía que los países pobres no deberían hacer lo que hacen los países ricos hoy, sino lo que hicieron en el pasado para salir de la pobreza cuando aún no se habían desarrollado.
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