Hablemos de … la Capital de China
Por Héctor Núñez
Correo del Caroní
En un artículo anterior aclaré que la capital de China no se llama Beijing (pronunciada Beyín o Beiyín) sino Pekín o Pequín y así lo establece la Real Academia Española de la Lengua (RAE), tanto en la Vigésima Segunda Edición de su Diccionario (DRAE), como en el Diccionario Panhispánico de Dudas.
Obviamente, la Real Academia se guió no por el alfabeto chino, que no tiene equivalencia alguna con el castellano, sino por la pronunciación que los chinos le dan a su capital.
En la mayoría de las lenguas árabes, nuestro oído percibe cierta proximidad prosódica entre la «p» y la «b» y por eso nos parece que los árabes no dicen «paisano» sino «baisano».
Aparentemente, lo mismo ocurre con el mandarín donde, además, se da una ambivalencia fonética entre la «k» (o la «q» en la combinación «que» o «qui») y la «j», y esto nos daría la pronunciación Bejín, pero nunca Beyín ni Beiyín.
Esta seudo moda de la pronunciación Beyín o Beiyín es claramente un anglicismo, ya que el inglés percibió una «b» inicial, una «i» inventada y una «j» con pronunciación de «ye» en el centro, y además le agregó como adorno una «g» final como la que llevan los gerundios ingleses. Esta última «g» tiene en inglés un dudoso valor ortológico, ya que nadie la pronuncia, pero nuestra ancestral tendencia a imitar todo lo «gringo», lleva a nuestros flamantes innovadores a renunciar a la pronunciación y a la grafía castiza.
Deseo aclarar que no soy un purista y acato y respeto que la RAE apruebe cerca de 7.000 anglicismos anualmente que, naturalmente al ser aceptados, dejan de ser anglicismos para convertirse en neologismos.
A tal punto llega el esnobismo, de la mano de la ignorancia, que un comentarista deportivo llegó a decir: «Beiyín o, como se decía antes, Pekín».
Estoy de acuerdo con este comentarista y le sugiero que empiece desde ya a mencionar las futuras Olimpíadas de «London» y que aclare que antes se decía «Londres».
Para disipar otras dudas, recordemos el gentilicio «pekinés» (o «pequinés») y no olvidemos la raza del «Perro Pekinés» (o «Pequinés») y el famoso plato tan alabado por Pablo Neruda: El «Pato Pekinés» (o «Pequinés»). Por favor, díganme los sabihondos si debemos empezar a decir «Perro Beyinés», y espero que Neruda no dé un respingo en su tumba al oír que su plato chino favorito ahora se llama «Pato Beyinés».
Todavía abundando algo más, la RAE recomienda la grafía «Pekín» antes que «Pequín».
De nada.
El autor es Presidente Honorario de la Asociación de Escritores de Guayana-AEG
- 25 de noviembre, 2013
- 25 de marzo, 2015
- 10 de junio, 2015
- 14 de septiembre, 2015
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