El Banco del Sur: Un arma finaciera al servicio de la Revolución Chavista
Si se pregunta a un ciudadano latinoamericano quién es el culpable de la situación de su país responderá que es de su gobierno. Cuando se plantea la misma cuestión al gobernante, contestará, sin duda, que es responsabilidad del Fondo Monetario Internacional
Orígenes
Tradicionalmente, Latinoamérica ha recibido fondos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para estabilizar sus economías en épocas de crisis. El Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han financiado la gestión de proyectos sociales, institucionales o de infraestructura, y más recientemente la Corporación Andina de Fomento (CAF) se ha integrado en el sistema apoyando el desarrollo sostenible y los procesos de integración, mediante la concesión de préstamos a Estados y empresas.
Las políticas desarrolladas por las grandes Instituciones Financieras Multilaterales en su lucha contra las desigualdades y la pobreza extrema solo han logrado alcanzar sus objetivos fundacionales de forma parcial, circunstancia que ha generado una constante pérdida de credibilidad y un aumento de la desconfianza en buena parte de los Estados receptores de sus créditos.
No es menos evidente, además de habitual, que esos gobernantes imputen los fracasos propios a causas exógenas. Los países de Latinoamérica, no se encuentran por casualidad “en el lugar que la historia les ha asignado”. Los distintos gobiernos que se han ido sucediendo en la región han reincidido en los errores ya superados hace décadas por las naciones libres más avanzadas, impidiendo o dificultando la creación de las condiciones mínimas para el desarrollo y la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos.
El empeño en implementar políticas económicas proteccionistas y su consiguiente retraso aperturista, la deficiente aplicación del consenso de Washington, la anómala hipertrofia del sector público, el importante déficit institucional, la ausencia de reformas, la endémica corrupción instaurada en el poder, las desigualdades, o el intervencionismo militar de cualquier signo han constituido características comunes a la mayoría de las naciones iberoamericanas, formando parte de su convulsa historia.
Han sido las políticas incompletas y tímidas las que han terminado por dar paso al florecimiento de la utopía autoritaria caracterizada por el nacionalismo a ultranza, el populismo demagógico, y el neoestatalismo que ahora comienza a extenderse por el continente- lógicamente no todas las izquierdas en el poder en América son iguales.-
Es en este escenario de descrédito del sistema liberal y crisis permanente D. Hugo Chávez Frías alcanza el poder en Venezuela y en un intento de expandir su retórica antiimperialista por todo el continente, articula un discurso revolucionario basado en el victimismo histórico y la imputación de todos los males de la nación a las Instituciones Financieras Multilaterales. Así, la agenda económica del gobernante contempla la creación de un modelo de financiación alternativo que -por lógica, y para su desgracia- debe seguir el modelo, principios y fundamentos del capitalismo ya imperantes en el mundo globalizado… es éste el caldo de cultivo y germen del nacimiento del Banco del Sur.
Antecedentes, creación y objetivos del Banco del Sur
En agosto de 2004, el presidente venezolano, Hugo Chávez retoma e impulsa una idea que ya fue abordada en los años 70 por la izquierda latinoamericana, cuando señaló la necesidad de crear una institución financiera multilateral basada en nuevos principios y con características diferentes a las que ya operan en el escenario internacional
El Banco del Sur -integrado por Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay y Paraguay, Surinam y Guyana- constituido formalmente en el año 2007 por Argentina y Venezuela nace definitivamente en el año 2008 a instancias del dictador Chávez, como una institución financiera de carácter bilateral y ámbito regional que tiene como objetivo fundamental conformar una verdadera alternativa a la actividad desarrollada por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo .
Quedan fuera de la misma países tan relevantes como Chile- que ha participado en calidad de observador en el proceso de creación- , y Perú. El caso de Colombia- nación que nada tiene que ver en términos políticos con los postulados de la revolución- es distinto ya que en un principio se mostró reticente a su ingreso alegando que “quería conocer en detalle cuáles son las condiciones”, para más tarde dar un giro radical a su posición, solicitando su ingreso.
Dicha situación evidencia que las múltiples e inacabadas discrepancias habidas en torno a la creación de la institución financiera han terminado por demostrar que las entidades políticas pueden llegar a promover proyectos de cooperación económica, pero el sueño de alcanzar una confederación de países suramericanos bajo una misma soberanía queda aún muy lejos.
El trasfondo de dicho rechazo tiene su origen en la manipulación política operada por Venezuela a favor de una revolución de dudosos tintes democráticos, que en economía ha mostrado su oposición frontal al fenómeno del libre comercio como instrumento insustituible para alcanzar el crecimiento sostenible.
El caso de Brasil es anómalo, ya que este país cuenta con un banco de similares dimensiones – el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social- al que se ha creado, que en el año 2006 otorgó préstamos por 52 mil millones de dólares a las naciones latinoamericanas, superando incluso el monto entregado por el propio Banco Mundial (BM) y otros organismos internacionales.
En estas circunstancias parece evidente que la aceptación del país carioca para formar parte de la nueva institución financiera regional se fundamenta en su deseo de no perder influencia en el área, ya que realmente no necesita de la creación de nuevo organismo financiero regional.
A todo ello hay que añadir que es muy probable que Brasil tenga que aportar al Banco de Sur más dinero del que pudiera recibir, ya que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) dispone de más fondos que los demás organismos regionales, incluyendo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El Banco de Sur nace con 7 000 millones de dólares como capital inicial, como un organismo bilateral pero sin abandonar el espíritu de multilateralidad, ya que se pueden sumar, cuando lo deseen, todos los países» de Sudamérica, un argumento calculado milimétricamente por el sátrapa Chávez con la finalidad de captar adeptos para la causa del socialismo del siglo XXI.
Como preludio y para que el proyecto contara con la credibilidad necesaria, Venezuela y Argentina emitieron el denominado Bono del Sur por un monto de 1000 millones de dólares, planificando la futura asunción operativa de dicha emisión por el Banco del Sur. Actualmente es asumida por la secretaria de finanzas de ambos países.
Profundizando más el los objetivos previstos por el organismo, y si atendemos a la literalidad de su acta constitutiva, el Banco del Sur ha sido creado con la finalidad de fomentar el desarrollo económico y social fortalecer la integración, reducir las asimetrías y promover una distribución equitativa de las inversiones en los países miembros, un planteamiento cuanto menos idílico, dada la situación por las que atraviesan buena parte de las naciones implicadas en el proyecto y las dificultades para alcanzar un consenso real en temas de primordial relevancia.
El Banco del Sur, al igual que otras instituciones homólogas y en su calidad de agente impulsor del desarrollo económico y social actuará como organismo para la capacitación, asistencia técnica , asesoría y preparación de proyectos
No son esos sus únicos objetivos……. imitando a las grandes potencias que han conformado los bloques económicos acaparadores de casi la totalidad del comercio mundial pretende crear e implementar progresivamente una unidad de cuenta que en algún momento podría llegar a ser una moneda común –cuando menos llamativo, si nos atenemos a los postulados filo comunistas del proyecto político- económico proclamado y liderado por Chávez-.
En este sentido la esencia del debate afecta al hecho de que América del Sur cuente con un esquema financiero autónomo cuya referencia siga siendo el dólar estadounidense -ahora que dicha moneda ha perdido entre el 25% y el 30% de su valor paritario con el grueso de las monedas sudamericanas y que América del Sur cuenta con tantas reservas internacionales como la zona Euro- o se decida por desvincularse de dicha moneda
El trasfondo del proyecto abarca también otras áreas menos conocidas. En su habitual delirio, el mandatario venezolano construir la “Gran Sudamérica”- teoría inspirada en la creación de la Gran Colombia, del libertador Simón Bolívar- dando así respuesta al fracasado intento de conformar el ALCA- gran bloque económico pretendido por los EEUU y desechado en su momento por los países con políticas de izquierda, por entender que favorecía el libre comercio, perjudicando sus intereses-
Igualmente el plan de integración identifica dos caminos clave, el financiero y el energético. El Banco del Sur constituye en la punta de lanza de la primera vía, mientras que el Gasoducto del Sur, más difícil de concretar, aborda la cuestión energética. El debate, aún no resuelto, se extiende a la necesidad de financiar la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA)
Parece evidente que el nacimiento del Banco del Sur responde exclusivamente a los delirios hegemónicos y expansionistas del Presidente de Venezuela, y que, sin duda alguna, ha encontrado una respuesta positiva en las naciones del área con intereses y principios políticos de similares características. Existen pruebas que confirman dicha afirmación, en su momento ya fue calificado por sus promotores – Mark Weisbrot, artífice intelectual de la propuesta, Amenothep Zambrano, director de la Asamblea Nacional de la República Boliviana de Venezuela, y Pedro Páez, mano derecha del presidente de Ecuador, Rafael Correa- como un arma financiera para atacar los intereses de los EEUU
Otra de las pruebas evidentes hace referencia a los criterios concesionales de los créditos. En su momento los debates sobre la materia derivaron en agrias discusiones entre los países partidarios de la revolución chavista y el detractor Brasil, más interesado en el enfoque económico que en la visión política del proyecto.La batalla dialéctica fue ganada por los estados defensores de los postulados revolucionarios que pretendían, y lograron, eliminar la condición de promover políticas o reformas económicas neoliberales como requisito necesario para la concesión de los créditos, como han hecho el FMI y el BM.
Estructura y funcionamiento
El Banco del Sur, cuya casa matriz se encuentra en Caracas y cuenta con subsedes en Buenos Aires y La Paz – países que representativos de la presunta reconstrucción regional antisistema- nace inspirado en unos principios revolucionarios plasmados en la aplicación de una supuesta doctrina igualitaria. En consonancia con dicha “hoja de ruta” y en lo que a su estructura interna se refiere, los Estados miembros cuentan con asiento propio en el directorio e igual derecho de voto, con independencia de las aportaciones que realicen al organismo -característica que le diferencia de otras entidades multilaterales de crédito como el Fondo
Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM).
En este sentido el moderado Brasil pretendía que el derecho a voto se relacionara con el aporte de capital de cada país, mientras que Venezuela se inclinaba por una representación igual para todos los socios, independientemente de sus contribuciones. La disyuntiva, como no podía ser de otra manera, terminó favoreciendo las tesis de Chávez, precursor y adalid de la alternativa bolivariana de los pueblos de América.
El aporte inicial de los países para capitalizar el Banco del Sur se sitúa en unos US$800 millones. La idea es que la suma total alcance los US$7.000 millones mediante la colocación de títulos en el mercado financiero internacional…… la realidad es otra muy distinta, ya que en la mayoría de los casos, los Estados miembros están considerados como “altamente endeudados” y sus economías carecen de la capacidad necesaria para hacer frente al compromiso adquirido. Buena prueba de ello es que las partes interesadas aún no han definido claramente de donde provendrá el dinero
Parece que la institución financiera no tiene previsto endeudarse en el mercado de capitales, y pretende recurrir, como alternativa, a la fórmula de las aportaciones proporcionadas por los Estados miembros, financiándose mediante de dichas contribuciones iniciales, los préstamos, y las tasas del tipo Tobin aplicadas a un impuesto sobre el mercado de divisas
Aunque aún no se encuentre definido y concretado los representantes de Ecuador persisten en aplicar un modelo de financiación que también recurra a fórmula de los impuestos globales regionales- Un impuesto regional sobre las multinacionales que repatrían sus ganancias a la casa matriz en el extranjero que además cumpliría la función de desestimular la repatriación de ganancias, fomentando su reinversión en la región».
A dicho concepto se unirían también las tasas relacionadas con el medio ambiente, aplicadas a las empresas contaminantes. Además se habla de la posibilidad de que la institución financiera desarrolle una política de donaciones a los países miembros que requieran de liquidez con urgencia-
Lo que parece que no ha analizado en profundidad por los técnicos es la posibilidad de que se produzca el efecto “huída de capitales” por las excesivas cargas impositivas y dichas empresas busquen nuevos mercados para sus negocios.
Otra de las novedades introducidas en el funcionamiento del organismo financiero, que le distingue de las instituciones que ya operan en los mercados internacionales, es la que hace referencia a la responsabilidad de los altos funcionarios. En este sentido serán responsables en el caso de que apoyen proyectos que resulten dañinos para la población o para el medio ambiente. Indudablemente se trata de una cuestión muy difusa, que finalmente quedará sometida al criterio y la decisión de los guardianes de la revolución integrados en los órganos fiscalizadores del Banco.
Además se pretende que los archivos y documentos generados por la institución sean del dominio público – con la finalidad de tener accesibilidad a la realización de auditorías externas sobre las cuentas de la institución. Otra cosa es que los resultados de las mismas no sean controlados y manejados de forma mal intencionada.
Como se puede comprobar el nacimiento del Banco del Sur, anunciado con gran boato por Nestor Kirchner y Hugo Chávez en rueda de prensa conjunta, no ha hecho aún sus deberes. Se supone que los países miembros del Banco saben lo que quieren –básicamente hacer frente a las instituciones financieras ya existentes mediante la creación de un nuevo organismo que actuará con criterios exclusivamente políticos-, pero a día de hoy no existe un acuerdo de sobre los medios e instrumentos para alcanzar los objetivos.
Eso no es lo importante, lo relevante es que se ha producido un efecto propagandístico de gran magnitud para los intereses revolucionarios de las naciones latinoamericanas contrarias a los postulados democráticos y el sistema de libre mercado, lideradas y manipuladas a su antojo por el sátrapa Chávez.
Viabilidad y Futuro del Banco del Sur
«Más bien parece ser una institución que está buscando tener un impacto y prestar sin preocuparse si se va a devolver la plata», Claudio Loser, director del FMI para América Latina de 1994-2002
La primera y obligada pregunta que debe hacerse un analista hace referencia a la credibilidad internacional de la institución. En este sentido parece difícil creer que dirigentes poco respetuosos con los valores y principios democráticos en sus propios países tengan autoridad moral y sean capaces de aplicar dichos postulados al funcionamiento interno del organismo financiero.
Dicho esto existen grandes dudas sobre la viabilidad real del Banco del Sur a corto, medio y largo plazo. En primer lugar porque ha comenzado su andadura en una época de crisis mundial de dimensiones impredecibles, lo que no favorece en absoluto un proyecto en el que se encuentran inmersos países altamente endeudados.
Como es lógico quedan muchas dudas por resolver. La concepción revolucionaria “de base democrática” sobre la que se asienta el organismo incluye la aplicación y sagrado respeto a los tratados internacionales referidos a los derechos humanos, sociales y culturales ¿será cierto que un dictador es capaz de respetar los derechos humanos?
En lo que se refiere a la gestión interna de la institución pocos aspectos han sido resueltos a día de hoy, a pesar de que de la impresión- insisto, solo aparentemente- de que está lista para operar. Las naciones que forman parte del Banco del Sur han tratado de transmitir una imagen de acuerdo cuando en realidad poco o casi nada se ha acordado. En este sentido cabría preguntarse las siguientes cuestiones ¿En qué condiciones va a tomar prestado el banco?,¿qué garantías se va a tener para que se devuelvan los préstamos,?,¿cual va a ser el mecanismo para lograr conseguir mayor capital, dado que no hay indicaciones de normas técnicas de préstamos?… Según reconocen los propios fundadores de la institución, aún no se sabe cómo quedará constituido el capital ni cómo se administrará para realizar los préstamos
En otro orden de cosas el memorando de entendimiento habla de impulsar los proyectos en el ámbito público como una de las prioridades político-económicas de la institución, pero la realidad es muy distinta ya que Argentina y Brasil, constituídos en los máximos donantes del Banco pretenden reforzar sus grandes empresas privadas o mixtas, en el marco de un bloque económico y político construido sobre el modelo de la Unión Europea, dominada por la lógica capitalista. ¿Quién ganará la batalla?
Además puede surgir el problema de la limitación de recursos ¿Qué sucedería en el caso de que se produzca una crisis generalizada y dos o tres países miembros solicitaran préstamos, o incluso donaciones? Parece evidente que en este caso la operatividad de la institución se complicaría y su imagen quedaría seriamente dañada.
Otra cuestión inmersa en la duda se refiere a la capacidad real de los nuevos funcionarios para preservar y hacer valer los principios de transparencia y de buena gestión en el marco de su estrategia de desarrollo», especialmente cuando la corrupción se constituye en una lacra enquistada -desde hace décadas- en buena parte de los países miembros,
Pero lo más grave de todo es la ideologización política de una institución que debe atenerse exclusivamente a criterios de carácter económico. Así, los técnicos venezolanos que han participado en las reuniones previas a la creación del organismo han defendido una posición que implica la concesión del estatuto de institución internacional -similar a la del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o al Fondo Monetario Internacional – con única finalidad de ’protegerse contra gobiernos de derecha, en caso de giro hacia la derecha”… ¿es acaso éste un buen comienzo?
Voces de reconocido prestigio han dudado seriamente de la viabilidad del proyecto. El ya mencionado Claudio Loser, director del FMI para América Latina de 1994-2002 ha mostrado su escepticismo ante la creación del Banco del Sur declarando lo siguiente “Existen instituciones que cubren las áreas de interés del Banco del Sur, que son el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que pueden ser controversiales pero que realmente tienen una trayectoria muy seria. (También) el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), que son instituciones todas que funcionan muy bien», añadiendo que «Este Banco del Sur fue el resultado de una visión por parte del presidente, es una institución que no hacía falta crear y cuya motivación es principalmente política»,
Mark Weisbrot, del Centro para la Investigación en Economía y Política (CEPR por sus siglas en inglés), tiene una visión más optimista, pero igualmente considera que «hicieron esto apurados» y «hay obviamente cosas para resolver».
Si embargo otras ha sido favorables. Sirvan como ejemplo las declaraciones de Pamela Cox, vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina :»cualquier institución que venga a sumar más créditos y préstamos» a los otorgados por otros organismos financieros «será una buena opción a la que recurrir. La región aún tiene grandes desafíos que enfrentar y cuantas más alternativas de crédito y opciones, mejor».»Como con otros bancos regionales o subregionales el Banco Mundial está dispuesto a colaborar con asistencia técnica con el Banco del Sur si ello se solicita», añadió.
En el imaginario de Chávez la institución financiera que inicia su andadura constituye una de las “piedras angulares” del engranaje político para alcanzar la liberación de los pueblos sudamericanos, aunque en su acostumbrado juego demagógico obvie mencionar que la economía de su país depende en gran medida de las ventas de petróleo al imperio USA….¿funcionará realmente el Banco del Sur?
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