El futuro de Hugo Chávez y su régimen

Infolatam

Caracas – Una vez pasadas las elecciones locales, Hugo Chávez debe afrontar una serie de retos que se antojan vitales para el futuro de su régimen. Retos sobre todo económicos: lucha contra la espiral inflacionaria, la inseguridad y por la caída de los precios del petróleo.

Desde un punto de vista político, Chávez debe tratar de evitar la sangría de votos que suponen los disidentes del chavismo y enfrentar la subida de las fuerzas opositoras así como el aumento de los desencantados que se refugian en la abstención.

La caída del precio del petróleo

Hugo Chávez ha visto como el barril de petróleo ha pasado en pocos meses de 132 dólares a sólo 40,6, su nivel más bajo en 22 meses. Esto golpea de lleno el pilar fundamental del régimen ya que, por ejemplo, el presupuesto de 2009 ha tomado como base un precio de entre 55 y 60 dólares del barril.

En los últimos cuatro meses, la cesta venezolana ha caído un 68,59% que ha llevado el precio promedio del año a 93,90 dólares por barril. Venezuela financia cerca de la mitad de los ingresos del gobierno con la venta de petróleo, el 94% de las entradas que recibe el país por exportaciones. Según los expertos, el petróleo por debajo de los 60 dólares no permite al régimen sostener el nivel de importaciones.

Venezuela gasta 40.000 millones de dólares en importaciones, los ingresos petroleros del país. De mantenerse el precio actual, en 2009 Venezuela no dispondría de fondos para pagar los intereses de la deuda externa, unos 60.000 millones de dólares. Las reservas, cifradas en unos 30.000 millones de dólares, servirían para pocos meses de importaciones.

La inflación carcome el apoyo social

Venezuela tiene la inflación más alta de los países latinoamericanos que en 2008 rondará el 30% y supera el 50% en los alimentos. Las misiones que en otros momentos sirvieron para dar alimentos a bajo precio no pueden combatir la escasez ni paliar la subida de los productos de primera necesidad.

La inflación en Venezuela siguió acelerándose en octubre y ya es del 24,7 por ciento en los primeros 10 meses del año. La meta oficial del 27 por ciento para el 2008 se antoja muy difícil de cumplir. La subida del 2,4 por ciento en octubre, mayor al 2 por ciento de septiembre, se debió a los precios en bebidas alcohólicas y no alcohólicas, tabaco, alimentos, así como en restaurantes y hoteles.

Chávez no lograr contener la inseguridad

La inseguridad es una de las principales preocupaciones de los venezolanos. Venezuela registra una de las cifras más altas de homicidios, en todo el territorio nacional, más de sesenta muertos por cada cien mil habitantes año; en la ciudad sede del gobierno central, Caracas, más de 100 muertos por cada 100.000 habitantes año.

Si bien es verdad que no es un problema que naciera con Chávez, en estos diez años se ha acentuado. Según el Observatorio Venezolano de Violencia, en la década de 1980 Venezuela tenía una tasa de homicidios baja, de ocho por cada 100.000 habitantes. En los años noventa, Venezuela tenía una tasa de 13 casos por cada 100.000 habitantes. En 1999 la tasa pasó a  44 homicidios y entre 2006 y 2007 se registró un nuevo repunte, con una tasa de 49 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.

Próximo objetivo: la reelección en 2013

Tras ser derrotado en el referendum de 2007, Hugo Chávez no puede reelegirse en 2013. Pero en estos cuatro años el Presidente va a tratar con seguridad de revertir esta decisión: "Cuatro años es lo que me queda (…) No discutamos eso ahorita, lo hablamos después de noviembre (…) Me quedan cuatro años, pero Dios es el que sabe".

Chávez tiene un 50% de respaldo popular lo que unido al control de la mayoría de la gobernaciones supone un a buena base para iniciar el camino para conseguir asegurarse la reelección. la principal asignatura pendiente es convetir al PSUV en una máquina de conquistar votos algo que aún el régimen no ha sido capaz.

Enfrente tiene dos retos muy importantes: la fuerzas de la oposición en zonas claves del país como Zulia y el ascenso de los disidentes chavistas que le restan votos propios y cuya sangría debilita al régimen.