“Conspiración” contra Ecuador

El Expreso de Guayaquil

El informe de auditoría de la deuda externa merece muchos comentarios, comenzando por la forma como ha sido redactado. El término “auditoría” es técnico, no político, preciso y basado en realidades. En cualquier auditoría contable, calidad, producción u otras, quien la escribe lo hace sin pasión, con objetividad, usando el mínimo de adjetivos y sin ninguna carga ideológica. La auditoría de la deuda es un tratado político, uno más de los que se redactan para atacar al Primer Mundo culpándolo de la incompetencia del Tercer Mundo, este último se caracteriza por culpar a los demás, de sus errores.

El estudio contiene premisas equivocadas como señalar al FED (Banco Central de Estados Unidos) como conspirador para hacer daño a las economías de los países del Tercer Mundo, al manipular las tasas de interés y subirlas: “…Esa alza unilateral de las tasas de interés fue, pues, una acción combinada, no solo para preservar el sistema económico de Estados Unidos, sino también dirigida a controlar las economías de los países periféricos…”. Este juicio de valor es asombroso por absurdo, si se toma en consideración que la década del 70 fue la de mayor inflación mundial del siglo XX.

La flotación de las monedas, la creación de la OPEP y la primera alza del precio del petróleo, ocasionaron un proceso inflacionario global. Además del precio del petróleo, el del oro y mayoría de los bienes primarios, alcanzaron niveles históricos. Por los precios altos, el valor de los ingresos de las exportaciones de cacao y café de Ecuador superaron los 500 millones de dólares, en 1978, y 1979, cifras que no se han repetido en décadas posteriores. Todo profesional conoce que hay relación entre inflación y tasa de interés, si la primera aumenta, también la segunda.

En los setenta, Estados Unidos tuvo la tercera más alta inflación en su historia. Para enfriar la economía y quebrar la tendencia alcista de los precios, el FED mantuvo por dos años la política de tasas altas de interés y tan pronto la inflación comenzó a caer, también lo hizo la tasa de interés. La misma política hubo en los países europeos y asiáticos. Respecto a la inflación en Ecuador, si se toma 1974 como base 100, para 1979, el índice de precios aumentó a 186. El alza de la tasa de la deuda externa no se debió a ningún deseo del FED de querer perjudicar a Ecuador, su causa fue el período inflacionario vivido en todo el mundo.

Sobre la sucretización, el sector privado no perjudicó al país. En los setenta, so pretexto de detener la inflación, el gobierno restringió los préstamos en sucres y obligó a los empresarios a endeudarse en dólares. Cuando los deudores firmaron la sucretización, se fijó un tipo de cambio muy superior al que existía, para proteger de futuras pérdidas al Estado. Fue decisión correcta para evitar el colapso de la economía. Actualmente el Primer Mundo está tomando medidas similares.

En la negociación de los bonos Brady hay imprecisiones. Estos bonos emitidos por la administración de Reagan no buscaron perjudicar a los países, sirvieron para salvar a los bancos comerciales estadounidenses que eran los principales acreedores de los gobiernos. Wikipedia tiene extensa explicación https://en.wikipedia.org/wiki/Brady_Bonds. Sobre los bonos globales, ¿por qué no comprarlos con el enorme descuento y así Ecuador mantiene su imagen de país civilizado? Otras naciones lo hicieron.

En el estudio, más de 200 ecuatorianos aparecen como irresponsables, incapaces, antipatriotas e incluso, beneficiarios de las negociaciones. No se salvan las instituciones multilaterales, todas ellas “delinquieron”. La mayoría de los participantes seguramente actuaron de buena fe, tratando de proteger los intereses del país, sin buscar el beneficio personal.

Probablemente alguien lucró de las negociaciones y hay que castigarlos, pero no se puede generalizar. Esta auditoría lejos de beneficiar a Ecuador, terminará perjudicándolo. Es un paso más a la política de aislamiento actual. ¿Cuál será la opinión de la comunidad internacional?