El aguinaldo del Tío Raúl

Correo del Caroní

El tío Raúl vino a cobrar su aguinaldo, y no en bolivaritos "fuertes" sino en dólares constantes y sonantes. La verdad es que los hermanos Castro Ruz no tienen paz con el fisco venezolano.

La emisión latinoamericana de Radio Francia Internacional, que manejan los amigos del zeñó Ramonet, destacó la "gran sintonía política" entre el general Raúl Castro, presidente de Cuba por designación fraternal, y su colega el señor Chávez. Pero el comentario se quedó corto porque no tomó en cuenta la sintonía más importante de todas: la millardaria en divisas gringas que fluye de la tesorería venezolana hacia las arcas cubanas.

El mandatario venezolano se sale aún más de sus casillas cuando oye hablar de la regaladera de petróleo a Cuba. En realidad quien tendría derecho a indignarse por el suministro de, cuando menos, 90 mil barriles de crudo diarios a la otrora perla caribeña, es el conjunto de los venezolanos que tan sólo en este año 2008 han perdido casi 3 mil millones de dólares por concepto del subsidio petrolero al régimen castrista.

Y ello sin contar los otros 76 proyectos "bilaterales" entre Venezuela y Cuba, o mejor dicho, de Cuba que paga Venezuela, cuyo valor financiero debe ser tan transparente y auditable como la chequera del Fonden. A los médicos y entrenadores deportivos, por ejemplo, los paga el Gobierno venezolano de forma completa, directa e individual, y encima alega que su trabajo es la contraprestación "en servicios personales" del convenio energético con La Habana.

Y en su reciente visita caraqueña, el tío Raúl pasó revista a otros 311 proyectos de "cooperación" que él, Fidel y Chávez le quieren clavar al erario nacional en el 2009. Ahora no les será tan fácil como en años anteriores, pero con todo y algunos recortillos lo piensan hacer. Así ello suponga rebanarle el presupuesto a los hospitales o a las universidades de nuestro país. No importa. El mantener a  flote a la revolución cubana es el segundo objetivo del señor Chávez. El primero, naturalmente, es continuar en Miraflores.

Pero como seguro mató a confianza, el tío Raúl resolvió realizar una escala previa en su viaje a Brasil, para asegurarse de que no haya regateos imprevistos con sus banqueros bolivaristas. Y es que con el derrumbe de los precios petroleros hay que asegurar el efectivo por partida doble, incluso siendo Alí Rodríguez, de vieja confianza para los Castro Ruz, el encargado de las finanzas públicas.

¿Cuánto le ha costado a Venezuela el dominio psicológico que ejerce Fidel Castro sobre su pupilo? La cifra debe ser estratosférica, y requerir de un equipo de sabuesos fiscales y financieros para estimarla debidamente. Allí hay de todo, desde los flamantes aviones de la flota presidencial cubana, hasta algunas de las aventuras biotécnicas de la nomenclatura, pasando por proyectos turismo-de-lujo o la compra de armas para la FAR. Y sin embargo, en América Latina la depauperación del pueblo cubano sólo es superada por Haití.

¿Por qué sería que el tío Raúl se fue de Venezuela con cara de botija buchona?