El hambre y la sed no son naturales
El Conercio, Lima
La FAO acaba de informar que 963 millones de personas pasan hambre en el mundo en el 2008. Esto supone 40 millones más que en el 2007, cuando la cifra global sumaba 923 millones. O sea, un aumento de 75 millones de mal comidos en comparación con el año anterior. Llama la atención que esto ocurra cuando el mercado viene aumentando su producción de alimentos a un ritmo de 5% anual y la población mundial solo ha crecido un 2%.
Es creencia muy común la de creer que el hambre es un problema 'natural'. Una condición inevitable a la cual se enfrenta la humanidad y que, lo más que puede hacerse, es intentar minimizarla. Nada más equivocado.
Para la filosofía aristotélico tomista, el orden natural ha sido creado para el desarrollo de la naturaleza, principalmente humana, de modo que provee de las fuerzas creadoras y productivas necesarias para evitar el hambre. Es la violencia la que destruye al orden natural, espontáneo, de las cosas.
De manera que si el hambre ha acompañado a la historia humana, es debido a los gobiernos que, apelando al monopolio de la violencia que se arrogan, han impuesto vía fuerza del Estado policial todo tipo de regulaciones e impuestos que, consecuentemente, han destrozado la capacidad productiva y distributiva del mercado natural.
Un caso sintomático es el de Argentina, que con solo 40 millones de habitantes produce alimentos para cerca de 300 millones de personas y, sin embargo, ocho niños de menos de 5 años de edad se mueren a diario a consecuencia de enfermedades ligadas con la desnutrición. Según el Centro de Lucha contra el Hambre, de la Universidad de Buenos Aires, en el país hay 2,1 millones de argentinos que no tienen garantizado el acceso a la comida.
Argentina tiene una economía de tipo corporativista desde hace décadas. La fuerza policial del Estado es utilizada para imponer fuertes impuestos (incluso sobre las exportaciones); asfixiantes regulaciones y otras medidas que reprimen a las personas. Esta política se ha agudizado durante la época kirchnerista.
Y el resultado está a la vista. El volumen de la cosecha argentina de granos se mantiene estable desde el 2005, mientras que en Paraguay aumentó 129%; en Brasil, 64% y en Uruguay, 61%. Durante los últimos tres años, las exportaciones brasileñas crecieron 980%, mientras las argentinas cayeron 7%.
Con respecto al agua existe una ola alarmista anunciando que será el motivo de la próxima guerra mundial. Una mentira que sirve para justificar la intervención coercitiva de los gobiernos, cuando la realidad es que el agua no solo sobra en el mundo, sino que se puede reciclar.
Hoy, de la mano de empresas privadas, las posibilidades tecnológicas superan las expectativas. En junio próximo, comenzará a funcionar una planta de desalinización de agua de mar que proveerá el 25% del consumo en 23 municipios de Barcelona, comunidad de Cataluña, en España. En Singapur se reprocesan las aguas servidas a través de un sistema de ósmosis inversa que, por medio de membranas, solo deja pasar moléculas de agua.
Chile, que tiene una larga historia de escasez de agua debido a su geografía, a partir de la privatización de este recurso natural ha producido un milagro y hoy está satisfactoriamente abastecido con las tarifas más bajas de Latinoamérica. Allí, Aguas de Barcelona, que se ha retirado del resto de Latinoamérica porque los gobiernos han estatizado la distribución de agua o la regulan en exceso, tiene una inversión de 1.200 millones de dólares.
Firmas Press
- 27 de marzo, 2025
- 5 de abril, 2025
- 3 de abril, 2025
- 3 de abril, 2025
Artículo de blog relacionados
Por Trino Márquez CEDICE Por Internet anda circulando una proposición que a mucha...
2 de noviembre, 2007Economía Para Todos La pretensión del gobierno de Kirchner de frenar la inflación...
26 de diciembre, 2005El Nuevo Herald Cuando el ministro de defensa ruso Sergei Shoigu dijo hace...
23 de marzo, 2014Por Manuel Malaver Venezuela Analítica Que Chávez abandonara por 15 días Sudamérica para...
1 de julio, 2007