La inacción reflexiva
¿Qué hacer en tiempos de crisis? Digamos, no en una crisis cualquiera (como en la que estamos siempre), sino en una tremenda crisis.
Un profesor (me reservo su nombre) de una prestigiosa universidad de Israel, experto en toma de decisiones, acaba de publicar las conclusiones de su investigación en una revista de psicología de la economía. De modo sucinto, son las siguientes: la mejor estrategia es no hacer absolutamente nada. La pesquisa, a la que sólo he tenido acceso de modo indirecto (es decir, por referencias), tiene variables que desconozco. Lo curioso de ella es que el modelo que escogió el profesor israelí para su estudio es el del arquero de fútbol enfrentado a atajar un penal: "Los arqueros -dice- enfrentan cotidianamente tiros de penal, así que no sólo son tomadores de decisiones altamente motivados, sino con mucha experiencia".
El trabajo, en cuya compleja y acuciosa metodología no me detendré, busca determinar cuál es la actitud racional que maximiza las probabilidades de atajar el penal. Revisada una muestra suficiente y válida, resulta que la actitud más ventajosa para el portero es -largamente- quedarse quieto al centro. Y, sin embargo, he aquí lo paradójico: tan sólo el 6,3 por ciento adopta esa decisión. Es decir, la gran mayoría de ellos actúa irracionalmente. Siendo la inacción lo que concede más probabilidades de atajar el penal, se lanzan aparatosamente en cualquier dirección.
La conjetura del erudito académico es que el medio social y cultural castiga la inmovilidad. Si el gol se produce (lo que por las dimensiones del arco, la distancia de tiro y la velocidad de la pelota es muy probable) y el arquero permanece racionalmente quieto al centro, aunque racional, será calificado de malo por la hinchada, sus compañeros y sus jefes: "No quieren pasar por tontos", indica la investigación. Al revés, si bien empeora sus probabilidades, un espectacular y aparatoso intento de atajada lo releva de culpa.
La opción de la acción sobre la inacción juega un papel muy importante en las economías a la baja (¡y vaya que estamos a la baja!), y de ahí la tentación de gerentes, ejecutivos y quienes diseñan políticas públicas de crear la percepción "de que están haciendo algo". Hay que actuar, no importa de qué modo, porque (dado que los resultados igual van a ser malos) de esa manera pueden salir mejor librados de las críticas de los dueños, accionistas y ciudadanos. Aunque nuestra cultura no la favorezca, también aquí (como el portero frente al penal), la quietud atenta y reflexiva, y no la acción precipitada, es la actitud racional.
- 23 de enero, 2009
- 21 de septiembre, 2015
- 29 de diciembre, 2024
Artículo de blog relacionados
Por Eli Bravo El Universal Estas elecciones gringas son diferentes a las dos...
25 de octubre, 2008- 9 de septiembre, 2010
CNN Expansión 1 - General Motors Ranking en las 500 de Fortune: 9...
17 de julio, 2008El Nuevo Herald Culminó un ciclo en Chile. La victoria de Sebastián Piñera,...
22 de enero, 2010