Los riesgos de las remesas

En cuestión de segundos, el dinero ha sido transferido a miles de kilómetros y el cliente sigue su camino confiado de que el monto llegará a su destinatario sin contratiempos.

El ritual se repite de costa a costa. Cada año se envían más de US$126.000 millones en remesas a nivel mundial. México recibió US$17.000 millones el año pasado desde Estados Unidos, más que cualquier otro país.

El Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo estima que este año se enviarán US$67.500 millones a Latinoamérica. Según el Centro Hispano Pew, el 54% de los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos envían dinero periódicamente a sus países.

Lo que los inmigrantes no sospechan es que los centros de envío, en particular las pequeñas tiendas de barrio que ofrecen múltiples servicios, esconden graves peligros para la seguridad de su dinero y de su identidad.

Ciberdelincuentes al acecho

Según un análisis de Panda Security, estos pequeños negocios son víctimas fáciles de ciberdelincuentes que pueden minar sus computadoras en busca de datos personales y financieros.

Algunos de los virus encontrados incluyen códigos para que los "hackers" o ciberpiratas tengan acceso a las computadoras infectadas sin que el usuario se de cuenta y programas que graban cada toque de teclado y cada documento ingresado a la máquina.

Además observaron que quienes utilizan estas computadoras, por lo general jóvenes al salario mínimo, pasan horas chateando, utilizando redes sociales para comunicarse con sus amigos y navegando en internet sin las medidas de seguridad básicas.

Aunque para enviar dinero por lo general sólo se requiere un nombre y número de teléfono, estas mismas computadoras son utilizadas para archivar números de seguro social, datos de licencias de conducir, fichas de impuestos, información sobre tarjetas de crédito y otros datos personales de los usuarios de otros servicios.

El informe también advierte que la tecnología actual permite que una remesa sea interceptada, y que en cuestión de minutos se pueda crear una tarjeta de identificación falsa para ir a recoger el dinero antes de que llegue el verdadero destinatario.

¿Cuánto cuesta robar?

Sin embargo, David Landsman, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Transferencias de Dinero (NMTA, por sus siglas en inglés), argumenta que la mayoría de estas transacciones de envío son de menos de US$300 y para los delincuentes profesionales no vale la pena tanto esfuerzo para robar esta cantidad mínima de dinero. En estos casos, asegura, cuesta más el delito que la ganancia.

"Si un ladrón de identidad está buscando dónde pescar, en estas aguas no hay mucha riqueza", dijo Landsman en entrevista con la BBC. "No es que no nos preocupe la seguridad de los datos de nuestros clientes, pero no creemos que sean un blanco lucrativo", agregó.

"El riesgo más grande es que en estos pequeños negocios no hay nadie encargado de la seguridad. Nadie vigila que los programas antivirus estén al día, o en mantener las redes de protección básicas (firewall). Esto hace que las computadoras conectadas al internet sean vulnerables a los hackers, sobre todo si usan el sistema de Windows", le dijo a BBC Mundo el ingeniero de sistemas y consultor de internet, Lorenzo Locussol.

Locussol opina que los piratas informativos y cibercriminales no se van a esforzar demasiado por una remesa de US$200, pero sí pueden utilizar los datos personales minados para establecer redes de crédito u otras transacciones financieras mucho más lucrativas.

Pregunte y vigile

Otro hueco en la seguridad de estas empresas pequeñas, es que no cuentan con la asesoría legal que requieren este tipo de transacciones, en caso de demanda o investigación criminal.

Pero los clientes también pueden tomar medidas básicas para evitar ser víctimas de robo de dinero o identidad, indicó el experto. "Lo primero es preguntar en el sitio donde envía su remesa qué tipo de seguridad tienen; segundo, nunca dé datos personales si no es absolutamente necesario. Muchas veces le piden a uno teléfono y demás pero no es un requisito darlo".

Otros expertos recomiendan llamar a la persona a quien le envía el dinero para que lo recoja inmediatamente, enviar dinero antes de las grandes fiestas como el día de la madre o Navidad y preguntar si la empresa tiene algún tipo de seguro para las transacciones.