Bodas de oro con la muerte de la libertad
Era la noche del 31 de diciembre de 1958 esperando el año nuevo, en casa de mi primo cuando una llamada telefónica le anunciara que Batista había salido de Columbia y el país quedabas en la anarquía. Y por supuesto de la anarquía pasamos a la dictadura supuestamente para rescatar la democracia. Recordar un acontecimiento histórico que representa el crimen más inhumano que se haya cometido en el continente, no tendría otro sentido que el de evitar como dijera Santayana que la historia se repita. Lamentablemente los acontecimientos recientes de nuestras nuevas democracias y el cinismo y la hipocresía del llamado mundo Occidental parece ignorar el incidente.
No obstante esta realidad dolorosa creo que vale la pena aprovechar la circunstancia para intentar iluminar el pasado tenebroso que amenaza al presente de manos de la ideología totalitaria del marxismo hoy bajo el disfraz de socialismo y democracia, que ya han producido lo que Jefferson calificara como un despotismo electivo. Por tal razón considero importante leer o releer el libro que escribiera el entonces embajador de Estados Unidos en Cuba, Earl E: T Smith "El Cuarto Piso".
En esa obra el autor culpa claramente a la burocracia del Departamento de Estado de la llegada del régimen comunista a Cuba y dice:" Para ellos el criterio no es lo que sea benéfico para Estados Unidos sino lo que encaje con sus puntos de vista doctrinarios acerca del mundo del futuro: Y esta expresión parece haberse cumplido y así fue reconocido por Jeane Kirpatrick en su obra "Dictaduras y Doble Moral" cuando señala que Estados Unidos abandona a los dictadores de derecha y apoya los movimientos de la izquierda que traen a los Ayathollas y a los hermanos Ortega. Por supuesto la teoría que trajo a Castro.
La aceptación del realismo de análisis anterior no significa que pretenda liberarnos de la responsabilidad que nos cabe como países independientes por el mantenimiento del orden y la libertad. Como bien dijera David Hume la historia no es determinante, sino un aprendizaje, y la realidad cubana ha afectado y continúa afectando negativamente la política latinoamericana. Política que sigue imbuída del antiimperialismo como la piedra filosofal que permite el acceso al poder democráticamente al Sur del Río Grande.
Insisto pues en que el denominado mundo occidental mantiene una posición sínica e hipócrita respecto a la realidad de la revolución cubana. Al mismo tiempo que se defiende la libertad y la democracia y por supuesto el respeto por los derechos humanos, se ignora la violación pertinaz de estos principios durante los cincuenta años de castrismo en Cuba. No creo que se pueda ignorar que en estos cincuenta años en Cuba no hay ni libertad ni democracia sino una dictadura totalitaria que sobrevive la caída del Muro de Berlín y la implosión del Imperio Soviético. Por supuesto todo aparentemente justificado o legitimado por la sana intención de la superación de las desigualdades sociales, lo que implica la desigualdad política del poder absoluto.
Permítaseme en esta oportunidad volver a citar a José Martí cuando dijera: "Ver en calma un crimen es cometerlo".Y que crimen más terrible ha podido cometerse en este continente que la autodenominada revolución verde olivo, y que alguien calificar como
la Revolución
del Melón, verde por fuera y roja por adentro. Conforme al criterio expuesto por Thomas Sowell referente a que la izquierda ha logrado hacer limpieza ética, pues el que no está de acuerdo con ella no sólo está equivocado sino que es un pecador, el mundo occidental pretende justificar la revolución cubana como la reivindicación frente a la dictadura de Batista, supuesto reino de la mafia imperialista que hacía de Cuba el garito y el prostíbulo del imperio.
Como bien señala el Embajador Smith en la obra citada, nadie hizo más por derrocar a Batista y colaborar con la democracia castrista que el supuesto imperialismo. Así impidió la venta de armas a Batista incumpliendo aun con contratos ya pagos, recomendando a otros países que tampoco lo hicieran y por su parte colaborando con los representantes de Castro en Estados Unidos. Como si esto hubiese sido poco, mas tarde en 1961 el Presidente Kennedy traicionó a los cubanos en Bahía de Cochinos, y en 1963 en el acuerdo con Rusia por los misiles entregó a Cuba a la órbita soviética. Esa decisión fue determinante del proceso subversivo en América Latina, financiado por Rusia y entrenado en
la Habana.
Igualmente se ignora que ante la evidencia del abandono de Estados Unidos a Batista fue propio ejército el que subrepticia o abiertamente, tal como fuera el caso de la entrega en Santiago de Cuba de las fuerzas regulares a las guerrillas castristas el que determinara la entrada de Castro en Cuba. Demás está decir que a su llegada la casi totalidad de la población lo apoyaba, al tiempo que se sentía liberada del terrorismo urbano que se sufría particularmente en
la Habana. Así
se hizo eco del Cuba si Yankees no, un país en el que nunca antes se había percibido un sentimiento ideológico antiamericano, pues para bien o mal la ideología no formaba parte de nuestra cultura, a mi juicio más bien provinciana que nacionalista. Lo que si estaba en nuestras mentes era que
la Isla
era de corcho y que nada la podría hundir, amén de que indudablemente participábamos de una Enmienda Platt mental(1). A cualquiera que se le ocurriera acusar a Castro de comunista la respuesta era siempre la misma: ¿Crees tu que los americanos van a permitir un enclave soviético a
140 kilómetros
de sus costas? Evidentemente nos equivocamos.
No obstante nuestras falencias políticas, a través de 56 años de república, Cuba disfrutaba del standard de vida mas alto de América Latina. No voy a dar datos pues están en los anuarios correspondientes de las Naciones Unidas. Dado que ni el nacionalismo ni el socialismo abrevaban en la cultura popular, el sistema económico se desarrollaba al margen de los pecados políticos. La mayor corrupción no es la de los hombres sino la del sistema. Fue así que dijo Tocqueville:" Hasta tal punto son más fuertes los vicios del sistema que la virtud de los hombres que lo practican".Y esos son los vicios del sistema que bajo el nombre de social democracia sufre hoy la propia Europa.
Y hablando de Europa recordemos que el 19 de junio pasado, los ministros de Relaciones Exteriores de
la Unión Europea
decidieron levantar definitivamente las sanciones impuestas a Cuba en el 2003, y suspendidas desde el 2005 por obra y gracia del señor Zapatero. Como si fuera poco el Papa Benedicto XVI había enviado al Cardenal Bertone a Cuba a felicitar a Fidel Castro por estar a favor de los pobres y de la solidaridad Pareciera pues que cuando se mata en nombre de la solidaridad el crimen es cometido por las victimas que son los delincuentes. Cuba es el paradigma de una dictadura criminal que conserva el alo de la virtud en nombre de sus intenciones de hacer el cielo en
la Tierra.
Volviendo a nuestro continente, en la última reunión que tuviera lugar en Brasil, la figura señera en la defensa de los derechos humanos aparentemente fue Raúl Castro Raúl no ha sido ni es más que la sombra de su hermano, cuya virtud es la lealtad que es la denominación totalitaria de la obsecuencia. No hay un crimen que se haya podido cometer en la ex perla del Caribe del cual Raúl no haya sido corresponsable. Recientemente con un léxico suficientemente dual y confuso manifestó que estaba dispuesto al diálogo con Estados Unidos. Obama parece entonces como el hombre capaz de cambiar el sesgo imperial o la hegemonía en el lenguaje moderno de Estados Unidos. Por supuesto en esas mismas declaraciones manifestó que no estaba dispuesto a ceder o cambiar el sistema de la revolución. Me recuerda el diálogo de Chamberlain y Deladier con Hitler en Munich en el cual entregaron a Checoslovakia a los nazis para evitar la guerra. Fue Churchill quien se manifestara en contra de ese diálogo y dijo: "Han perdido el honor para evitar la guerra y ahora tendrán la guerra sin el honor".
Se pretende una vez más ignorar la imposibilidad del dialogo con los representantes de la ideología totalitaria, que es precisamente el instrumento legitimador del poder político absoluto. No obstante siempre estuve en contra del embargo, y aclaro una vez más embargo no bloqueo. Estuve y estoy en contra del embargo pues este sólo ha beneficiado la imagen pública de Fidel Castro, ante los ojos parciales del denominado mundo occidental. El verdadero bloqueo se lo ha hecho Castro a los cubanos y así como que es la causa de la pobreza imperante en
la Isla.
Ante estos cincuenta años mi mayor preocupación, no obstante el dolor que causa la visión de la vida cotidiana de los cubanos, trasciende las fronteras de la llave del Golfo. La prédica de la izquierda y el antiimperialismo tal como lo predicara Lenin como la explotación de los países ricos a los pobres está vigente, no obstante la denominada globalización. Probablemente ante la crisis financiera americana este pensamiento sublimado del socialismo amparado en la democracia sea aun más popular.
Por todo lo dicho anteriormente, si bien en el orden interno es sufrido por los cubanos, trasciende las fronteras. El mundo occidental sigue enfrentando el riesgo de la libertad frente a la demagogia socialista. El problema es tan antiguo que ya Aristóteles lo definiera en su Política, donde consideraba el reparto de la riqueza como la injusticia de la demagogia, No obstante el cinismo prevaleciente pretende culpar al embargo de la situación cubana.
Perdón, pero creo que con los criminales es inútil intentar un diálogo. Este tendrá que esperar por la desaparición de los Castro, tal como fue en China y en Rusia cuando desaparecieron Mao y Stalin. Pero asimismo considero necesaria y conveniente políticamente la eliminación del embargo. De esa manera quedará evidente la verdadera causa de la pobreza de los cubanos, que hoy se la quieren endilgar a los Estados Unidos. Pienso también que es necesario trabajar arduamente en el orden de las ideas a fin de desmitificar la ética socialista, y convencer al mundo de que la riqueza es el resultado del respeto por los derechos individuales y los límites al poder político. El supuesto de la necesidad del reparto para superar las desigualdades sociales no es más que el subterfugio para la concentración del poder político. El camino de la libertad se conoce pero hay que saber seguirlo
(1)
La Enmienda Platt
fue un adendum a la constitución cubana de 1901. La misma proveía que los Estados Unidos podían intervenir para la conservación de la independencia y la protección de vidas, propiedady libertad individual.Esa enmienda fue derogada por Roosesvelt en 1933, de conformidad con la política del buen vecino.
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