La cebolla de Eastwood
Un hecho de la vida real, ha sido la inspiración para que Clint Eastwood (Million Dollar Baby, 2004) se remontara a los años veinte, con una ambientación impecable, y con una racha de películas Oscar tras de sí, el cineasta casca una tragedia desde su capa más externa: Angelina Jolie (Inocencia interrumpida, 1999), madre desesperada, cuyo hijo secuestrado y erradamente hallado, será el punto de ignición para el esclarecimiento de uno de los crímenes más siniestros de su época.
Pareciera que Jolie, es dueña de la trama, con absoluto ímpetu no deja espacio para pensar lo contrario, y su dramática actuación tampoco; pero el genio Eastwood sabe cómo sorprender hasta con el argumento más sencillo. La historia misma inicia una búsqueda, busca la base de su argumento, un epicentro impensable que termina absorbiendo al resto de las acciones, que una vez fueron protagónicos, y lo deja como simple relleno. Un relleno de alta calidad, y de un nivel narrativo sumamente expectante.
Podría catalogarse "El Sustituto" como un filme de suspenso psicológico, aunque a su director no le guste semejante viñeta, pero la agonía que recae sobre la protagonista y todo lo que ella emprende, antes, durante y después de la tragedia, son signos claros de un género difícil de concebir. Encima la música, compuesta por el mismo Eastwood, marca un paso lento y una serenidad que en realidad no existe, esa contradicción le da al tráiler un aspecto más macabro aún, de lo que en verdad pueda ser.
La decoración y la dirección de arte son excelentes aliados para recrear un filme que exactamente transcurre entre 1928 y 1935. Qué decir del vestuario que ve en una dama conservadora y de clase media: la mejor pasarela para exhibir texturas, colores y líneas propias de una aturdida época. Días en los que una ciudad se veía rendida ante la corrupción y la inoperancia de un cuerpo de policía más que corrompido, y la manera en como el guión de J. Michael Straczynski se empeña en dicha temática, no nos dejas más opción que sembrar nuestra fe en la justicia, y en el empeño por una justicia más crítica y objetiva.
En el momento en que se crea justicia, la sociedad empieza a creer en sí misma y en la nación que constituye. Al confiar en la justicia y en su aplicabilidad, la sociedad generara entonces democracia, libertad y educación, entonces la sociedad alcanza una eficiencia política que servirá no solo para crear un gran país, sino un gran país en el que vivan grandes hombres.
- 12 de enero, 2025
- 14 de septiembre, 2015
- 16 de junio, 2012
- 8 de junio, 2012
Artículo de blog relacionados
BBC Mundo La Corte Internacional de Justicia de la Haya concedió a Honduras...
8 de octubre, 2007Editorial – ABC El Gobierno socialista se equivoca al pretender ignorar la...
5 de marzo, 2010Por Colin P.A. Jones El Instituto independiente Las sociedades conyugales podrían diseñarse a...
2 de diciembre, 2023Por Marcos Carrillo El Universal No puede sino causar un inmenso estupor la...
11 de mayo, 2012