Dinero y crédito
En economía la “tasa de interés” es el precio del crédito. En los negocios es el precio del dinero. La “capacidad económica” es la disponibilidad en monetario, efectiva de dinero, o bienes propios para realizar negocios, demandar, consumir u ofertar bienes o servicios. Y “capacidad financiera” es cuando el dinero o el crédito lo provee un tercero.
Los negocios son una relación tripartita. El propietario del capital (ahorrista, inversionista), el banco o intermediario y el usuario del crédito. El crédito no se compra ni se vende. Es un factor psicológico y de riesgo personal (contingente.) Es la confianza que genera la persona, (respaldo moral o material) y seriedad en cumplir sus obligaciones. Y si el proyecto tiene rentabilidad (lucro) y el producto tiene demanda en el mercado hay credibilidad. El usuario busca liquidez pagando la tasa de interés.
Es la disponibilidad de dinero a plazos y en efectivo, que no le pertenece al Banco sino a otro que “invierte” (ahorrista) y que por ello recibe un beneficio, lucro, utilidad, que se denomina “tasa pasiva”.
El beneficiario del crédito se obliga a pagar un precio que es su “costo financiero”. Se denomina “tasa activa”. La diferencia entre la tasa activa y la tasa pasiva es una “brecha” (spread), que es el lucro que obtiene el banco.
La tasa de interés activa, la pasiva y el spread dependen de la “demanda” (requerimientos de dinero, crédito o capital) y de las disponibilidades de dinero, capital o crédito apto: oferta.
El mercado no es una tienda, un sitio, un banco ni una casa de cambios. El mercado son las personas que tranzan, se relacionan e interactúan para satisfacer sus necesidades. Pueden ser dos, miles o millones de voluntades e intereses que buscan su beneficio y conveniencia, según su personal valoración.
El oferente del crédito puja por vender su dinero a la mayor tasa de interés mientras que el demandante del crédito puja por comprarlo y bajar la tasa de interés. Aunque los demandantes pujen hacia abajo, si la demanda es mayor que la oferta, sube la tasa de interés. Y si la oferta es creciente, aunque pujen hacia el alza, la tasa cae. Si es lucrativo ofertar dinero, aumentan los oferentes y baja la tasa de interés. Y si la oferta cae, sube la tasa de interés. Es la paradoja del mercado.
Por la dolarización, hubo dinero y crédito abundantes. Cayó la tasa de interés. Pero la inflación, causada por el gasto y deuda públicos, la emisión de dinero (fraccionario y bonos) afectó a las expectativas y pervirtió la oferta y demanda. “Técnicos” y políticos, extraños al mercado, fijaron el precio de la tasa, (tasa referencial).
Al intervenir el Gobierno en el mercado financiero y crediticio, distorsiona, altera y oculta el precio real del dinero, envilece el crédito, genera escasez, especulación, mercado negro, usura, chulco y agio. Hay escasez de oferta. Encarecen la producción y el consumo y elevan el costo de oportunidad.
- 23 de julio, 2015
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