Populismo: ilusión sin fin
Como un espejismo en el desierto, la promesa de una mejor vida ha sido ofrecida por políticos populistas por siglos. Esto es particularmente el caso en Latinoamérica donde ha dado luz a varias figuras prometiendo mejor igualdad económica – solo para decepcionar al asumir al poder.
Y con la actual crisis financiera afectando a los mercados, el populismo sin duda crecerá gracias a varios aspirantes tratando en ser el próximo Fidel Castro o Juan Perón. Pero como un espejismo en el desierto; el populismo volverá a decepcionar al pueblo.
Claro que las intenciones del populismo no son necesariamente malas. Los problemas empiezan cuando la retórica populista se convierte en un régimen que recorta libertades en el nombre de "justicia económica".
Este acercamiento suele ser acompañado con más impuestos y regulaciones hacia los negocios. Y en algunos casos, hasta la supresión de derechos propietarios y la libertad de la prensa se convierten en lo cotidiano.
Inevitablemente, corrupción y el abuso del poder corrompe hasta al más benevolente déspota, comprobando que el intercambiando la libertad para prosperidad es una ilusión.
Como prueba, uno podría consultar la más reciente edición de nuestro Indice de Libertad Económica publicado por nuestra Fundación Heritage y el periódico Wall Street Journal. Nuestro índice demuestra el enlace directo entre la oportunidad económica y la prosperidad.
Para crear el Índice, economistas se la pasan estudiando cifras e información emperica para medir la libertad empresaria, libertad financiera, derechos propietarios y niveles de corrupción (entre otros factores) para determinar el nivel de libertad económico en mas de 180 países. Los resultados demuestren que entre más libre sea un país – lo más probable que ese país será próspero.
Estos resultados contradicen lo que muchos en la izquierda contienden afirmando que las circunstancias históricas son responsables por las desgracias de algunos países. Los autores del Índice hacen una serie de recomendaciones políticas que un país puede tomar para crear prosperidad económica.
Desde combatiendo la corrupción hasta facilitando el proceso para que uno pueda abrir un negocio, un país puede mejorar su nivel económico tomando especificas medidas.
Ganando la caseta más alta en nuestro Índice es Chile en la región de las Américas. Chile se ganó esta distinción gracias a la transparencia en su sistema judicial y el respeto por la ley, entre otros factores.
Otros países en Latinoamérica y el Caribe en las primeras 50 posiciones incluyen: Las Bahamas, Trinidad y Tobago, El Salvador, Costa Rica, y México. Mientras que muchos más países en la región terminaron mucho más bajo que en los primeros 50 lugares reiterando el desafío que enfrentan aquellos que abogan para más libertad económica en la región.
Desafortunadamente, los que más pierden son los ciudadanos de estos países que están siendo engañados por carismáticos líderes. La gente espera y espera que las cosas se mejoren, mientras más y más de sus libertades desaparecen.
A pesar de lo que muchos dirán, el capitalismo no ha fallecido. Salvo medidas equivocadas del gobierno, el libre mercado prevalecerá y recompensará a las economías que cosechen oportunidades económicas y la libertad.
No existe ninguna razón por lo cual más y más de nuestros amigos en Latinoamérica no pueden ser líderes económicos mundiales. El desafió será el poder resistir la ilusión que uno puede intercambiar la libertad por la riqueza.
El autor es asociado principal de Prensa y Medios de Comunicación y portavoz oficial para la Fundacion Heritage. Lleva más de media década trabajando en el Congreso y en Washington, D.C.
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