De virus contagiosos y fiebres proteccionistas
El efecto ilustrativo se potencia, naturalmente, cuando las metáforas surgen de plumas del nivel de la de David Escobar Galindo, quien hace pocos días escribió, refiriéndose al desarrollo de la política en El Salvador en las últimas décadas, que "la derecha tendió a la paranoia: todo lo que no sea ella misma es amenaza, y la izquierda tendió a la esquizofrenia: querer sustituir compulsivamente la realidad por sus imágenes ideologizadas". Nada más cierto.
Por supuesto que el fenómeno no es exclusivo de El Salvador, pues luego de despegar en Comalapa, y cualquiera sea el destino latinoamericano que elijamos para aterrizar, la historia de paranoias y esquizofrenias se repite de una u otra forma.
Por ejemplo, Cristina de Kirchner, presidenta de Argentina, dijo la semana pasada en una de sus habituales incontinencias verbales que evidencian su creciente necesidad de colgarse de popularidades ajenas, que "por lo que puede verse, el presidente Obama leyó a Perón". Luego le diré de qué me acordé al escuchar eso…
Febril imaginación la de la señora, quien probablemente sufre del mismo proceso viral que afecta a varios de sus colegas sudamericanos, algunos de los cuales sí aparentan haber aprendido cosas del famoso y nefasto militar argentino: por su demagogia y dilapidación de abundancias parecieran ser sus nietos, aunque no pasan de ser torpes imitaciones, evidentemente muy poco refinadas.
Quizás la diferencia radique en que Perón tuvo la oportunidad de abrevar directamente de las "bases" del populismo del Siglo XX: fue agregado militar de Argentina en la Italia de Benito Mussolini, entre 1939 y 1941.
Sus "nietos", por el contrario, carecen de glamour, carecen de Evita…, y hasta carecen de una dicción clara. De pensamiento ni hablemos.
En el ámbito económico, por su parte, en este caso a nivel mundial y comenzando por los Estados Unidos, el virus que se está propagando de manera acelerada es el de los viejos y conocidos arrebatos mercantilistas, mediante los cuales muchos políticos, así como también gran cantidad de pseudo-empresarios, intentan restringir el comercio internacional. ¿Por qué?
Porque lo culpan de todos los males del planeta, comenzando por la crisis financiera, razón en la cual basan la recomendación más habitualmente escuchada por estos días: la de "aumentar la protección".
La metáfora implícita en este caso sería que "el comercio internacional es el sida, y las barreras proteccionistas son los preservativos, necesarios para evitar su difusión". Nada más falso.
Como ejemplo, la cláusula de "comprar estadounidense" incluída en el paquete de estímulos fiscales del país del norte exigirá que tanto el acero, como así también otras mercaderías que utilicen quienes reciban los fondos de estímulo, sean exclusivamente de "producción estadounidense".
Es fácil caer en la tentación de aceptar tal medida como sensata…, dado que el razonamiento continúa de la siguiente forma: "se trata de estimular la economía estadounidense, no las ajenas".
De hecho, en todo el mundo la mayoría de la gente acepta medidas proteccionistas del tipo "compre nacional", muestra evidente de que no han sido adecuadamente comprendidas las enseñanzas del francés Bastiat acerca de que "en economía no sólo hay que tener en cuenta los efectos visibles y de corto plazo, sino que también hay que pronosticar adecuadamente efectos que hoy no se ven, pero que ocurrirán indefectiblemente en el mediano plazo". De eso se ocupan los economistas serios.
Sería ingenuo ignorar que ante tales medidas los demás países reaccionarán con represalias, afectando las exportaciones estadounidenses. Además, es exactamente lo que ocurrió en los años 30s.
¡Ah!, ¿de qué me acordé cuando escuché a Cristina de Kirchner decir que Obama había leído a Perón? Del tango "Mano a mano", que Gardel grabó en 1923, cuando dice …hoy tenés el mate (la cabeza) lleno de infelices ilusiones…
Hasta la próxima.
Ingeniero. Máster en Economía (ESEADE, Buenos Aires). Columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 25 de noviembre, 2013
- 16 de junio, 2012
- 8 de junio, 2012
Artículo de blog relacionados
El 16 de abril es el 106 día del año del calendario gregoriano. Quedan 259 días para...
16 de abril, 2011Diario de América Hay en la naturaleza un orden espontáneo, es decir, una...
10 de agosto, 2013Por Roberto Villacreses León IEEP Al contrario de lo que muchos pudieran creer,...
7 de octubre, 2008Por Jaime Bayly El Nuevo Herald Joaquín escribe novelas y crónicas. En ellas...
2 de julio, 2007