Estímulos económicos, almuerzos gratis y cocaína
Y aU cuando hay claras diferencias entre las recomendaciones de quienes apoyan y de quienes rechazan el plan, las discusiones no suelen perder el nivel…, o en términos más específicos, rara vez alcanzan el grado de dislate al que lamentablemente los latinoamericanos nos hemos acostumbrado.
En efecto, por un lado están quienes apoyan el plan de estímulo de 787,000 millones de dólares (unas 40 veces el PIB anual de El Salvador…), aprobado por el Congreso estadounidense mediante un documento que contiene la insólita cantidad de 1,073 páginas. Los políticos son poco transparentes en todas partes.
Y por otro lado hay una importante cantidad de economistas que rechazan el plan, tal como los firmantes de un campo pagado, recientemente publicado en los principales periódicos de los Estados Unidos, titulado: "Con todo respeto Sr. Presidente, eso no es verdad".
¿Por qué dicen eso? Porque no comparten unas declaraciones del presidente Obama según las cuales "no hay desacuerdo acerca de que necesitamos acción del gobierno, un plan de rescate que ayudará a revivir la economía".
La pretensión de la unánime aprobación es una ilusión muy común entre los políticos…, aunque lo peor es que con ello asumen que los errores dejarían de ser tales si supuestamente "no hay desacuerdo" en aceptarlos. Parafraseando a Borges, cabría recordar que "la verdad no es una rama de la estadística". Afortunadamente.
¿Por qué los firmantes del campo pagado no comparten el plan de estímulos? Porque no creen que un mayor gasto gubernamental sea la forma de mejorar el desempeño económico estadounidense, recordando con acierto que ese método demostró no ser eficaz para rescatar a los Estados Unidos de la "gran depresión" de los años 30s, ni a Japón de su "década perdida" en los 90s.
Recomiendan por el contrario, y también con acierto, eliminar los impedimentos para trabajar, ahorrar, invertir y producir. Es decir, enfatizan en que una baja de impuestos y de la carga gubernamental es la mejor forma en que el gobierno puede impulsar el crecimiento.
De uno y otro lado hay ganadores de premios Nobel: Paul Krugman es el más notable entre quienes apoyan el plan de estímulos, mientras que James Buchanan, Vernon Smith y Edward Prescott se destacan entre quienes lo rechazan.
Pero es Gary Becker, también laureado (1982), quien con mayor profundidad y sentido común analiza el tema en una columna recientemente publicada por The Wall Street Journal, que desde su título nos recuerda que no hay almuerzos gratis.
Ocurre que Becker, luego de formularse la pregunta sobre ¿qué tanto realmente "estimulará" la economía el plan de estímulos?, evalúa los efectos de cuatro factores cruciales:
1) ¿Cuánto puede esperarse que aumente el PIB con el estímulo? Dada la naturaleza de los gastos, enfocados en objetivos de largo plazo (energía renovable, innovaciones científicas, banda ancha en zonas rurales, etc.), su efecto en el corto plazo probablemente sea muy moderado. Estimulante poco eficaz.
2) ¿Los estímulos serán realmente sólo "temporales"? Difícilmente, pues crearán "clientelas beneficiarias", que no querrán perder sus privilegios. Estimulante adictivo.
3) Los efectos del estímulo dependerán de qué tan valiosas sean las actividades en que se aplique. Surgirán inevitables conflictos entre las necesidades de corto plazo de los políticos y los intereses de largo plazo de la sociedad. ¿Resultado? Estimulante posiblemente equivocado.
4) No hay almuerzos gratis, ni en el sector privado ni en el público. Los estímulos serán pagados con mayores impuestos. Y como es imposible gastar tanto dinero de forma inteligente en tan poco tiempo, es altamente probable que existan intoxicaciones. Estimulante ingerido en sobredosis.
Por alguna razón, este plan me recuerda a Clapton, cuando cantaba aquello de: "If you wanna get down, down on the ground; cocaine".
Hasta la próxima.
El autor es Ingeniero, Máster en Economía (ESEADE, Buenos Aires) y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 25 de noviembre, 2013
- 16 de junio, 2012
- 8 de junio, 2012
Artículo de blog relacionados
El 16 de abril es el 106 día del año del calendario gregoriano. Quedan 259 días para...
16 de abril, 2011Diario de América Hay en la naturaleza un orden espontáneo, es decir, una...
10 de agosto, 2013Por Roberto Villacreses León IEEP Al contrario de lo que muchos pudieran creer,...
7 de octubre, 2008Por Jaime Bayly El Nuevo Herald Joaquín escribe novelas y crónicas. En ellas...
2 de julio, 2007