Escándalo en el gobierno español

La Nación

MADRID.- El ministro de Justicia español, Mariano Fernández Bermejo, se transformó ayer en el primer funcionario del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que debió dejar su puesto tras protagonizar un escándalo político.

La renuncia podría acarrear consecuencias más allá de lo anecdótico para la administración socialista, ya que el domingo próximo se celebrarán elecciones regionales en Galicia y en el País Vasco.

Fernández Bermejo anunció su alejamiento del cargo cerca del mediodía de ayer, después de haber resistido durante dos semanas los pedidos de renuncia por parte de la oposición e, incluso, de algunos referentes de su partido.

El escándalo que provocó su renuncia estalló el 11 del actual, cuando una investigación periodística reveló que el ahora ex ministro había salido a cazar venados en Jaén, Andalucía, sin una licencia habilitante y en compañía del mediático juez Baltasar Garzón.

En ese momento, el magistrado se hallaba en el centro de la escena política. En los días previos, Garzón había iniciado un proceso sumarial por presuntos actos de corrupción a diversos dirigentes de la principal fuerza de oposición, el Partido Popular (PP).

Tras darse a conocer estos detalles sobre su estrecha relación con un juez que investigaba a la oposición, el ministro se convirtió en blanco de una creciente presión, alimentada en buena parte por la proximidad de las elecciones autonómicas en dos importantes distritos.

En el País Vasco, por ejemplo, el candidato del socialismo, Patxi López, tuvo que tomar distancia del ex ministro para preservar su campaña.

A pesar de que el jueves último Fernández Bermejo había rechazado públicamente todos los pedidos de renuncia efectuados por la oposición, durante el fin de semana mantuvo una serie de reuniones con Rodríguez Zapatero. Tras evaluar el potencial impacto de las opciones disponibles, el presidente del gobierno español aceptó su renuncia.

"Nadie debe estar amarrado en un puesto si no es para servir. Uno no ha venido aquí para estar pegado al banco sino a trabajar por un enorme proyecto en el que creo, creía y sigo creyendo", dijo Fernández Bermejo al renunciar.

Por su parte, uno de los portavoces oficiales del PP, Federico Trillo, manifestó la satisfacción de esa fuerza por el alejamiento de Fernández Bermejo y le exigió a Rodríguez Zapatero que su gobierno "explique" las relaciones que el Ejecutivo mantendría con el Poder Judicial.