Con la crisis llegó la «fiebre del oro» y analistas anticipan que será la estrella del 2009
Si hay una inversión que puede convertirse en la estrella del 2009 es el oro. Los fondos de inversión en renta variable de empresas ligadas al metal arrojan una renta del 13% para 2009, según datos consignados por la firma especializada Morningstar.
Claro está, que este cálculo es lineal, ya que durante el período se registraron marcadas fluctuaciones que lo han llevado en pocos días de mínimos de u$s820 la onza, a máximos de 990 dólares.
Detrás de esta rentabilidad se esconde su búsqueda como refugio por parte de los inversores, ante las perspectivas de deflación y recesión global, potenciada por:
- la posibilidad de que se vean nuevas quiebras financieras que impulsen aún más su demanda
- una caída en la oferta, en particular por la menor producción de Sudáfrica (segundo productor mundial), del orden del 17 por ciento
Confirmando la tendencia alcista, los analistas del banco suizo UBS han elevado su precio objetivo para 2009 desde los 700 a los u$s1.000 la onza, a la vez que esperan que la cantidad de pedidos se duplique en 2009, frente a 2007.
Nada es igual que antes
La actual racha alcista tiene poco que ver con aquella registrada en los primeros meses de 2008. En ese entonces, el aumento del precio estaba relacionado con los incrementos de las principales materias primas: petróleo, gas, maíz, soja, cobre y acero.
Sin embargo, en este nuevo ciclo, su cotización está subiendo a pesar del marcado descenso de la principales commodities. Sucede que los inversionistas ahora lo buscan como refugio ante la incertidumbre, al observar que las inversiones en renta variable siguen en la zona de los números rojos y algunas divisas ya no son del todo confiables.
“El petróleo cayó de u$s150 a u$s40, la soja de u$s600 a u$s300, pero el oro tocó los u$s1000. Y a pesar de que tiene variaciones, está siempre dentro de una franja estable. Es por ello que el dorado metal está haciendo gala a su etiqueta de refugio de valor”, expresó Fernando Pepe, gerente de negocios cambiarios del Banco Supervielle.
Fiebre dorada
A los mercados los mueve la ley de oferta y demanda. El oro no es la excepción. La oferta anual sólo se compone de la producción minera, de la venta de los bancos centrales y de la del metal reciclado.
Esa oferta limitada, se encuentra con una exacerbada demanda, que no para de crecer:
-
Los estadounidenses están comprando cinco veces más (en forma de monedas o lingotes) que en 2007
-
En los dos primeros meses de este año se vendió un total de 147.500 onzas de monedas “American Eagle”, que implica un aumento de 176% en relación al mismo período del 2008
-
Austria y Sudáfrica han tenido que suspender la venta de monedas durante varias semanas, ante la imposibilidad de satisfacer las solicitudes de personas físicas
-
India, por razones culturales, mantiene en alza su cantidad de pedidos para la producción de joyas
-
Los europeos están abrazando al metal amarillo para calmar los nervios causados por una crisis que los golpea cada vez con mayor intensidad
-
En Sudáfrica, la Rand Refinery (donde se acuña el famoso Krugerrand), no logra calmar los requimientos de la población, a pesar de haber duplicado su producción
-
En el Comex, la división de metales de la Bolsa Mercantil de Nueva York, los inversores optan por la entrega física del metal en lugar de dinero en efectivo o de renovar sus contratos de futuro
-
La demanda de Fondos Cotizados de oro también se ha disparado: las reservas que poseen los ETF´s del Barclays Gold Trust y las del Consejo Mundial del Oro en conjunto, han superado a las reservas del Banco Nacional de Suiza, que posee 1.100 toneladas
-
El mayor ETF del mundo, el SPDR Golds Trust que se negocia en la Bolsa de Nueva York, se ha hecho con casi 250 toneladas de oro desde que comenzara el año, frente a las apenas 3 toneladas del mismo periodo del ejercicio anterior
La demanda local, en aumento
En diálogo con iProfesional.com, el gerente de negocios cambiarios del Banco Supervielle, afirmó: “La demanda viene creciendo desde hace seis o siste meses, pero en los últimos 15 días se motorizó aún más. Cuanto más aumenta el precio, más se engancha la gente”.
“Por lo general se trata de un público que ante la merma del euro busca otras opciones en moneda dura. El oro es la reserva por excelencia y es el activo que mejor está manteniendo su valor”, dijo.
Desde el Banco Ciudad, Héctor Faqueti, coincidió con su colega: "La demanda viene creciendo de a poco, quizás porque no es un producto que tenga tanta publicidad. La mayoría de los pequeños inversores se decide por el lingote, y luego las monedas”.
“A lo mejor el potencial inversor no tiene demasiada información, como por ejemplo que si compra oro en el banco, puede dejarlo en garantía para solicitar un préstamo, lo va pagando mensualmente y a su vencimiento, recupera el lingote”, explicó Faqueti.
“La gente se refugia en el dólar porque, en teoría, siente que es más realizable al momento que uno necesita el dinero, cuando en realidad el oro es de fácil comercialización”, concluyó.
Cómo comprar oro
En el orden local, hay básicamente dos maneras de invertir en su forma física: barras –las hay desde 1 gramo hasta 1 kg, o de una onza (31,104 gr) hasta 10–, y monedas.
Por lo general, las barras y monedas se guardan luego en cajas de seguridad, aunque en algunas entidades, como el Banco Ciudad, incluso ofrecen un servicio especial para la custodia.
“Se hacen operaciones a tres, seis, nueve y 12 meses. La ventaja de este servicio es que está denunciada la cantidad de barras o monedas depositadas, con lo cual, ante un robo, los inversores quedarían cubiertos por la entidad financiera, cosa que no sucede con las cajas de seguridad tradicionales”, apuntaron a iProfesional.com desde el Banco Ciudad.
Pepe explicó que en el Banco Supervielle se vende metal físico por montos importantes, bajo la forma de lingotes con certificado de autenticidad, es decir el denominado de buena entrega.
“Hasta hace 2 años el inversor era el entendido en la materia. Pero en los últimos tiempos creció mucho el inversor común, que realiza operaciones por montos significativos, o los particiona en muchas transacciones chicas”.
La barra de 100 gramos es la más vendida, pero ante la demanda de muchos pequeños ahorristas, los bancos están incursionando en lingotes de 5 y 10 gramos.
Según consigna un importante operador local, entre las monedas se destacan:
- Krugerrand sudafricano, una de las monedas de oro más difundidas mundialmente. Fueron acuñadas por primera vez en 1967, y contienen una onza exacta de oro puro, aliado con otros metales para mantener la consistencia de la moneda.
- Argentinos de oro. Se emitieron por primera vez en la década de 1880. El Argentino Oro es la única moneda nacional que se acuñó en el país ya que nació con la ley 1130, que creó el Peso Moneda Nacional, en la presidencia de J. A. Roca.
- Chileno de oro es una moneda de alta liquidez mundial, acuñado por primera vez en 1932 a un valor de $50. Su acuñación fue irregular a lo largo del tiempo, y su última producción data de 1980.
- Mexicano de oro es una de las monedas con mayor mercado a nivel mundial. Fue acuñada por primera vez en 1927 a un precio de 50 pesos con motivo del Centenario de la Independencia de ese país.
Como una alternativa a la compra directa de oro, según cuenta Alejandro Bianchi, de InvertirOnline, surgen los ETF (cerfiticados de participación de fondos de inversión) que invierten en empresas mineras de oro, como el GDX. Este fondo está posicionado 18% en compañías de EE.UU., 56% en canadienses y 26% en sudafricanas.
Otra propuesta interesante son los depósitos a plazo fijo ajustados por la cotización del dorado metal. El Banco Supervielle los ofrece a través de su página web.
La operación, en este caso, parte de los $50.000 y es a un plazo mínimo de 180 días. Establece que si la cotización del metal sube, se puede obtener un rendimiento que surge de la variación del índice del oro (plaza de Londres), con un máximo acordado con el Banco Supervielle. Pero si baja, no se pierde el capital, ya que se mantiene el monto invertido.
El camino por delante
En general, las previsiones de los analistas apuntan a que se verán nuevos máximos. “Hasta que no mejore el sentimiento de mercado, el metal seguirá al alza”, sostuvo Mercedes Camacho, de la consultora internacional IGF.
Analistas internacionales sostienen que, a mediano plazo, la tendencia es alcista y alcanzará valores cercanos a los u$s1050 por onza”. Esto impulsado por el mayor requerimiento de los propios bancos centrales en su búsqueda por diversificar activos, como es el caso de Rusia, que ha anunciado recientemente su intención de aumentar sus reservas monetarias de oro.
El análisis de una larga historia que merece ser contada
En su célebre estudio The Golden Constant, Roy Jastram recopiló la serie histórica (de 1560 a 1976) del precio del metal en Gran Bretaña y EE.UU.
Las conclusiones fueron básicamente tres:
- El oro no sirve para protegerse ante la inflación
- Sirve como protección ante las deflaciones
- A largo plazo, mantiene su poder adquisitivo
La obra de Jastram resulta de especial interés porque las conclusiones de 400 años pueden aplicarse también a los últimos 30.
Entre 1980 y 2006, invertir en oro fue un negocio bastante ruinoso. El precio de la onza se redujo de u$s700 a u$s400, con algún movimiento por debajo de los u$s300. En cambio, desde 2006 ha pasado de u$s400 a u$s1.000 por onza.
No es casualidad que, como apuntara Jastram, entre 1980 y 2006 se viviera una época inflacionista, en la que el crédito comenzó a expandirse masivamente; tampoco lo es que desde mediados de ese último año se haya ingresado en una etapa deflacionista, en la que el crédito se fue destruyendo.
Por supuesto, podría objetarse que lo que necesitan los inversores para saldar sus deudas son dólares, euros o yenes, no lingotes de oro, y que por lo tanto la contracción del crédito sólo explicaría la revaloración de esas divisas, no la del metal dorado.
Pero precisamente aquí es donde se demuestra que el metal amarillo es más líquido que el papel moneda: quienes adquieren dólares, euros o yenes no confían en que estas divisas sean seguras durante el proceso deflacionario y consideran que el oro es un mejor refugio y una mejor reserva de valor. Por eso, tras adquirir las divisas las transforman rápidamente en ese metal.
Jastram concluye que en épocas de deflación, con contracción del crédito, su cotización tiende a subir. Y este trabajo es la base de numerosos pronósticos en estos días.
El experto francés Eric Le Coz, también considera que “el oro se beneficiará como inversión refugio frente al euro y la deflación". Para el CEO de Carmignac Gestion, un fondo francés especializado en materias primas, “la inversión en oro se justifica por una razón principal, y es que el actual contexto de crisis lleva a pensar que el mundo se encamina directamente hacia un proceso deflacionista”.
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
Artículo de blog relacionados
El autor presentará su último libro "El atroz encanto de ser argentinos 2"...
5 de mayo, 2007Por Armando Ribas Diario Las Americas Las próximas elecciones en Estados Unidos, en...
31 de octubre, 2008Por Kathryn Westcott BBC Mundo A las doce en punto del mediodía de...
1 de marzo, 2007- 18 de enero, 2013