El circo de Evo Morales y su huelga de hambre
Ahora bien, centrémonos en la manera de reclamar de Morales. Primero y principal, un ser humano no puede subsistir cinco días sin consumir alimentos y, al mismo tiempo, poder seguir en funciones como presidente de un país, con el trabajo y la presión que esta tarea conlleva.
Por otra parte, una huelga de hambre, desde mi punto de vista, es una forma errada de reclamar, pues el objetivo de esta es buscar apoyo y lograr que el otro ceda por lástima y no por justicia. O sea, mucha gente respaldaría a un individuo en huelga de hambre por temor a que su salud se deteriore peligrosamente, más que por estar de acuerdo con sus argumentos.
Supongamos que yo repruebo un examen. No me quedo conforme con el puntaje obtenido y pido chequearlo. A mi modo de entender, no merezco haber reprobado y decido ir hasta las últimas consecuencias, aunque de ser necesario, deba presentarme en el Ministerio de Educación con un abogado. De este modo, estaré dándole más legitimidad a mi reclamo que quedándome tirado en un rincón en huelga de hambre con un cartel en el pecho.
¿Por qué? Imaginemos que mi profesor decida reclamar del mismo modo. O sea, yo hago una huelga de hambre porque creo que merezco aprobar y él hace la suya porque está seguro que estoy bien reprobado ¿Qué solución se encontrará? Ninguna. Seguiremos tirados en el piso hasta perder la conciencia.
Ahora bien, que este tipo de reclamo provenga del presidente de un país es ridículo y digno de un individuo ignorante. Sinceramente, cuando leí sobre la huelga de hambre del dictador frustrado boliviano, me pregunté cómo no le da verguenza.
¿De este modo quiere gobernar Morales a Bolivia? Evidentemente este presidente es bastante torpe y se lo nota perdido. Cuando Chávez no mete la mano en Bolivia, Evo no sabe qué hacer. Por un lado amenaza a la oposición y a los periodistas independientes, imitando a su "amo", el dictador bolivariano. Sin embargo, después busca obtener compasión como un perro callejero hambriento. Inentendible, inexplicable, payazesco y típico de un líder que busca someter a su pueblo bajo su dictadura, pero su intelecto lo limita.
Pues nada de compasión mi estimada oposición boliviana. Yo estoy de acuerdo con que cada ser humano tiene derecho a hacer con su vida lo que él desea. Si Evo prefiere morir hambriento, antes que debatir políticamente como se hace en cualquier país libre, pues que lo haga. Es su voluntad y la de nadie más. De todos modos, me resulta difícil creer que el líder boliviano no se haya alimentado, aunque sí pienso que fue un circo propagandístico.
Lamento que se haya llegado a un acuerdo tan rápidamente. Me hubiera gustado saber cuál era el límite de Evo Morales. En caso de, realmente, no estar alimentándose ¿Hubiera llegado a morirse para imponer su ley? Y si era todo sólo una maniobra mediática, pero en realidad sí ingería alimentos ¿Cómo hubiera justificado un par de meses sin comer?
El populismo de izquierda está hundiendo a América Latina. Chávez ya controla buena parte del continente y no quiere detenerse. Evo, es tan sólo uno de sus peones, quien no tiene ni las condiciones intelectuales ni económicas para manejar su país, por lo que le regaló Bolivia al dictador venezolano para que la maneje a su antojo y los bolivianos, al igual que los cubanos o los venezolanos, vayan perdiendo sus libertades individuales y llenándose de odio entre compatriotas, cada vez más, hasta que todo explote en guerras civiles.
- 23 de julio, 2015
- 4 de febrero, 2025
Artículo de blog relacionados
El Comercio, Lima CARACAS. – El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llamó hoy...
5 de agosto, 2012Infolatam Lima - Los líderes de 21 países que integran el Foro de Cooperación...
20 de noviembre, 2008- 27 de agosto, 2016
Libre Mercado, Madrid No comprendo por qué regatear tanto esta solución. ¿A quién...
8 de octubre, 2011