Malas jugadas

2001

Viendo las cosas en perspectiva al encontrarme en Europa por razones académicas, me doy cuenta de la importancia que tiene la formación de los políticos en cuanto al significado de los principios como democracia y libertad y a su obligada relación estrictamente vinculante con la posesión del poder para preservarlos. Las abundantes críticas en el plano destructivo de las instituciones, muestra una inmensa ignorancia de no saber calcular lo que puede venir después de lo que se tiene. En Venezuela aquel programa de RCTV Por Estas Calles no contribuyó a subsanar elementos erráticos del sistema, no. Por un ladrón y dos barraganas había que salir del sistema. Algo así como que para curar una gripe entonces se mata el paciente.

Lo irónico de lo que presencio en Europa, es su similitud con lo ocurrido en Venezuela durante ese proceso desde 1983 hasta 1998. No son los pobres de aquí, al igual que no fueron los pobres de Venezuela los que construyeron la estructura de opinión pública en contra de los partidos políticos, contra el funcionamiento de las instituciones públicas y sus servicios prestados y contra el propio sistema político. Son y fueron actores pertenecientes a las más altas esferas de poder a nivel económico, académico y social los que hicieron con precisión ese trabajo. Por eso hay personas que no entienden por qué Chávez ganó en el Country Club en 1998. La apuesta estuvo clara: había que salir de los adecos. Y arrimando también fichas caras a sacarse la lotería con la esperanza de que el comandantico le diera los ministerios de la economía como lo habían hecho tradicionalmente AD y Copei. Nunca entendieron el significado del MBR200 y todavía pasa.

Aquella ironía hoy es tragedia, lamento y confusión para muchos de los que celebraron con licores costosos la derrota de la tradición política en 1998. Perseguidos, exiliados, expropiados, reducidos y humillados, en una Venezuela que jamás volverá, para bien en algunas cosas y para mal en otras. Y es en este punto donde me ubico para comparar procesos ya vividos en Venezuela con escenarios que se encuentran en pleno desarrollo en Europa.

Si Chávez llega a Miraflores para atender a los pobres, cómo es que después de 10 años de gobierno “socialista” y haber manejado 800 mil millones de dólares, los servicios de salud y educación no sirvan, que la seguridad social sea insuficiente y que la seguridad ciudadana tenga el signo de la muerte. Eso no es presentable ante el mundo a diferencia de las estadísticas del INE y las reflejadas por organismos internacionales que tienen como fuente la data del Estado venezolano. No es el socialismo chileno, ni el español y muchos menos el nórdico, se trata de una ineptitud monumental justificada con el objetivo de mantenerse en el poder perpetuamente.

En Europa mientras existen políticos trabajando día a día por mejorar las fallas de cada institución, en cada entorno, progresando en la internalización de las leyes por parte del ciudadano, también van compañeros de viaje tratando de dinamitar esas instituciones. Lo que no saben es que al destruir el campo de juego están destruyéndose ellos mismos, como ocurrió en Venezuela.