Las venas abiertas de Venezuela

Correo del Caroní

La “obra” que mejor explica la realidad venezolana no es el reconocido texto del uruguayo Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina, publicado hace 38 años, y ahora en manos del señor Obama gracias a la cortesía trinitaria del señor Chávez. Nada que ver.

La que la expone en toda su dramática dimensión es el proceder del régimen que encabeza el mandatario de boinacolorá, que viene reiterando el anti-milagro de malbaratar la mayor oportunidad de desarrollo que haya conocido nuestro país.

“Las venas abiertas de Venezuela” es el libro trágico que día a día escribe la revolución bolivarista con su afán de dominio despótico, y empieza por la recepción y despacho de casi 900 mil millones de dólares en la última década -producto de la más prolongada bonanza de la historia petrolera mundial-, sin una contrapartida estimable en el campo económico y social.

Sigue con la multiplicación de la deuda pública que hipoteca aún más el potencial de las nuevas generaciones, y llega al extremo sin precedentes de enajenar los yacimientos petroleros nacionales a cambio de adicionales endeudamientos chinos y japoneses.

Continúa con la succión de vastos recursos financieros y su transferencia a gobiernos clientelares en América Latina, amén del costoso “tributo colonial” que el fisco rojillo le rinde a la neo-metrópoli cubana que lideran los hermanos Castro Ruz.

Prosigue con la destrucción operativa de las grandes empresas públicas venezolanas, como Pdvsa y Edelca, ahora convertidas en agencias políticas y por tanto más dedicadas al subsidio proselitista que al fortalecimiento de la capacidad energética del país.

Envuelve la progresiva destrucción del sector productivo nacional, sea industrial, agrícola o de servicios, y la definitiva conversión de la economía venezolana en una importadora hasta de los alimentos de la canasta básica.

Conlleva el agravamiento de la dependencia petrolera del Estado y la sociedad, y por ende el debilitamiento de la soberanía económica, que en esta coyuntura se encuentra sometida a la usura crediticia de potencias foráneas.

Abunda en el usufructo del erario público, y la germinación de cuantiosas fortunas boliburguesas en nombre del socialismo y al amparo de la protección partisana.

Y ni hablar de las condiciones de gobernabilidad democrática que se han literalmente desangrado por la concentración de poder, el desconocimiento de derechos constitucionales, el acoso a la libertad de expresión, la politización cerrada de la justicia, y la pretensión de enjaular a la nación bajo el candado de un continuismo neo-dictatorial.

“Las venas abiertas de Venezuela” tiene una magnitud tan descomunal que haría falta toda una enciclopedia para describir sus aspectos más característicos. Gran parte del país la conoce porque la padece, y otros sectores comienzan a darse cuenta de lo que en verdad significa.