Ecuador: En las goteras
La frase del título cae como anillo al dedo para ensayar una interpretación de un proceso político que comenzó en enero de 2007, proceso que persigue un cambio que era necesario por el largo dominio del sistema partidocrático; cambio que fue falsificado y nos ha conducido a una concentración de poderes que se acerca cada vez más a la autocracia. La mayoría del pueblo ecuatoriano en las elecciones de 2006, consistente en una depuración del sistema democrático, libre de los tentáculos constrictores de la partidocracia.
Se han realizado repetidos actos y consultas electorales, dentro de un esquema fraudulento, formado por una red minuciosamente tejida por la vieja marrullería política que ha contagiado al oficialismo predicador del Socialismo Siglo XXI, que avanza ante lo que doña María Elena Torres llama con toda propiedad “oposición inepta y amorfa”, que aún así ha crecido no a impulsos de líderes que no tiene, sino por la frustración y el hastío de un creciente sector de ecuatorianos.
Dentro de ese marco legal fraudulento, decía en líneas anteriores, se han realizado todas las elecciones desde el 2007. El último proceso limpio fue el de 2006, que llevó a Correa al poder. Las demás elecciones, consultas o referéndum, han sido intrínsecamente fraudulentos porque las funciones del Estado y los órganos del poder público, son dóciles instrumentos del Ejecutivo. En este sentido, la Función Electoral antes con el Tribunal Supremo, hoy con mayor énfasis en el Consejo Nacional Electoral, han realizado las “hazañas” más sorprendentes: descalificar la mayoría opositora del Congreso, formar el congreso de los manteles, que fue destituido tan pronto cumplió su objetivo. En los comicios realizados, han metido en una camisa de fuerza a los candidatos opositores y dado absoluta libertad de acción al Ejecutivo para hacer las campañas oficialistas a su gusto y sabor. Y hoy que culmina el plan del cambio al Socialismo Siglo XXI con las elecciones del próximo domingo, ese marco legal fraudulento, se ha transformado en un cerco protector de la reelección establecida muy oportunamente por la Constitución falsificada de Montecristi, falsificada, pero que recibió el aval de la mayoría en un referéndum al impulso de un encantador de multitudes.
Todo está arreglado para que gane el candidato-Presidente: se integraron nuevos electores, que supuestamente favorecerían a los candidatos oficiales, soldados y policías; extranjeros; menores de edad y personas que guardan prisión sin sentencia; la campaña electoral se ha efectuado en una forma desconcertantemente desequilibrada a favor del Gobierno; los miembros de los órganos de la Función Electoral, fueron nombrados a gusto y contento del Ejecutivo; y sin embargo, tienen miedo, lo que se refleja en reformas de última hora en los procedimientos de las elecciones, como el establecimiento de las tales “ juntas intermedias” que han creado un estado muy peligroso de desconfianza.
De esta manera, las próximas elecciones no serán limpias; están contaminadas desde su origen. Los “observadores” verán un acto electoral normal y corriente en lo formal; pero quizá no podrán ver lo que en su seno acontece.
- 14 de octubre, 2024
- 14 de octubre, 2024
- 15 de octubre, 2024
- 13 de octubre, 2024
Artículo de blog relacionados
El 18 de septiembre es el 261 día del año del calendario gregoriano. Quedan 104 días...
18 de septiembre, 2009- 12 de mayo, 2016
La Tercera Inesperadamente y gracias a una columna de opinión, irrumpió en el...
17 de abril, 2011Prensa Libre Hay una pequeña región de Francia en Limousin, llamada Ayau. Como...
6 de agosto, 2010