El impacto económico de la fiebre porcina
A menos que sea contenido rápidamente, es probable que el brote de gripe porcina que se produjo en México y que está haciendo sonar campanas de alarma en todo el mundo tenga consecuencias económicas, políticas y de seguridad.
Empecemos por las malas noticias.
• Si el brote de gripe porcina se extiende, es probable que prolongue la recesión global. Si bien la mayoría de los economistas predicen que la recesión global tocará fondo hacia fines de este año o principios del próximo, una fuerte contracción del turismo, de la industria alimentaria y del transporte, podría demorar la recuperación.
Según estimaciones del Banco Mundial del año pasado, una pandemia de gripe podría provocar una caída de 5 por ciento de la economía mundial. En el año 2003, el brote del SARS le costó a los países asiáticos alrededor de $40,000 millones en pérdidas de turismo y comercio.
• La crisis de la fiebre porcina profundizará la caída de la economía mexicana. La capital mexicana y sus alrededores, que representan 20 por ciento de la economía total del país, quedaron prácticamente cerradas esta semana, después que el Gobierno de la ciudad ordenó la suspensión de actividades en restaurantes, cines y otros lugares públicos. Mientras tanto, los gobiernos de Estados Unidos, Europa y otros países han pedido a sus ciudadanos que eviten viajes no escenciales a México, lo que afectará la industria turística mexicana, que es la tercera fuente de ingresos del país después del petróleo y las remesas familiares.
Ben M. Laidler, analista latinoamericano de J.P. Morgan en Nueva York, me dijo que como consecuencia del brote de gripe porcina, es probable que su oficina reajuste hacia abajo sus proyecciones sobre la economía mexicana, de una caída de 4 por ciento a una caída de 4.5 por ciento este año.
• El brote de fiebre porcina podría aumentar la presión inmigratoria. Aunque hace dos meses un informe del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos reveló que por primera vez en los últimos cuatro años bajó la emigración de indocumentados de México, por la recesión económica en Estados Unidos, es muy probable que una caída significativa de la actividad económica en México vuelva a elevar el número de inmigrantes mexicanos.
La economía de México necesita crecer alrededor de un 5 por ciento al año para dar empleo a casi un millón de jóvenes que ingresa anualmente al mercado laboral. Si la economía se contrae un 4.5 por ciento, no es descabellado pensar que muchos jóvenes mexicanos buscarán mejores oportunidades de este lado de la frontera, el norteamericano.
• La crisis de la fiebre porcina complicará los planes del presidente Obama de aprobar una reforma inmigratoria integral este año. El brote de fiebre porcina está haciendo que los grupos antiinmigración en Estados Unidos redoblen sus pedidos de que se cierre la frontera, lo que va a hacer más difícil a los congresistas votar a favor de un proyecto de ley que despejaría el camino para la obtención de la ciudadanía a millones de inmigrantes indocumentados.
• La crisis de la fiebre porcina afectará la batalla de México contra los carteles de la droga, que en los últimos dos años han causado más de 10,000 muertes. Un alto funcionario mexicano me dijo que desde el jueves, el gabinete del presidente Felipe Calderón ha dedicado el 95 por ciento de su tiempo al tema de la crisis de gripe porcina. Las reuniones diarias del presidente con su gabinete de seguridad nacional contra el narcotráfico han quedado temporalmente suspendidas, y se han desplegado tropas en la ciudad de México para distribuir barbijos (tapabocas) en las calles.
La buena noticia es que, desde hace unos días, el gobierno mexicano y las autoridades de la ciudad de México están atacando de lleno el problema. A diferencia de la lenta y poco transparente respuesta de China frente a la crisis del SARS, en el 2002 –cuando el Gobierno chino tardó cuatro meses, hasta febrero del 2003, en reconocer públicamente la existencia del problema–, México lanzó el viernes pasado una agresiva campaña de educación pública y distribución de máscaras, seis semanas después de que se conociera el primer caso.
''Sabemos que esto nos va a golpear muy duro a corto plazo, pero nos estamos concentrando en el mediano y largo plazo'', me dijo el miércoles Rafael Fernández Castro, asesor de relaciones internacionales del presidente Calderón. «En el mediano plazo, vamos a salir fortalecidos. Esta es la oportunidad de México de verse como un gobierno transparente, y un país confiable''.
Mi opinión: puede que el Gobierno mexicano se haya tardado en reaccionar ante la crisis, pero ahora parece estar respondiendo a toda velocidad. Estados Unidos y los organismos financieros internacionales deberían facilitarle toda la ayuda que necesite. De lo contrario, las consecuencias económicas y políticas del brote de fiebre porcina serán mucho mayores que el número relativamete pequeño de personas afectadas por la enfermedad.
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