Escándalo en el Parlamento Inglés

Diario Las Americas

LONDRES – En Inglaterra hay personas con títulos nobiliarios y también hay personas que creen tener derecho a todo. El actual escándalo aquí es que los que creen merecerlo todo no son los crecientes números que reciben beneficios del gobierno, sino muchos miembros del Parlamento cuyos dudosos gastos son asombrosos, aún para el observador más cínico.

La semana pasada en una serie de reportajes de primera plana en The Daily Telegraph, los miembros del partido de la mayoría, el Partido Laborista – incluyendo al Primer Ministro Gordon Brown y varios ministros del gabinete – vieron sus comprobantes de gastos publicados. El periódico le pagó a una fuente no identificada por esa información que sería publicada gratis a fines del verano.

Por lo regular uno esperaría que aquellos que han sido identificados como aprovechándose de los contribuyentes para incurrir en gastos personales dudosos expresarían vergüenza, o al menos pena, pero en cambio, los parlamentarios no se arrepienten y se defienden. Dada la naturaleza de los gastos, es dudoso que vayan a convencer al público británico, que sigue con dificultades financieras.

Barbara Follett, Ministra de Cultura, Industrias Creativas y Turismo, reclamó 25,000 Libras en gastos de seguridad porque ella no se siente segura viviendo en el distrito de Soho. El esposo de Follett es el famoso novelista y multimillonario Ken Follett. Aparentemente a ella no se le ocurrió pedirle a él que pague por su personal de seguridad, o mudarse de un barrio que ella no considera seguro a otro en el cual se sienta más segura.

El Ministro de Inmigración, Phil Woolas, incluyó gastos por ropa y artículos femeninos, incluyendo servilletas sanitarias y pañales. Las reglas parlamentarias permiten gastos solamente para artículos que sean “exclusivamente” para uso del miembro del Parlamento. A menos que Woolas, que es un hombre casado, esté ocultando algo, va a hacérsele difícil explicar por qué las servilletas sanitarias son para su uso personal.

A los miembros se les permiten gastos para segundas viviendas. El Ministro de Hacienda, Alistair Darling, sin embargo, cambio la designación de su segunda vivienda cuatro veces en cuatro años, reclamando el beneficio cada vez. Darling recientemente propuso aumentar el impuesto sobre la renta a 50 por ciento. Quizás él necesita el dinero para ayudar con sus gastos.

Margaret Moran, una parlamentaria de Luton South, gastó 22,500 del dinero de los contribuyentes, sólo días después que cambio su designación de segunda vivienda, para reparar madera podrida en la casa que ella y su esposo tienen junto al mar, una casa que está a 200 millas de su distrito. Madera podrida parece ser una útil metáfora para las condiciones del Parlamento.

Como si estos escandalosos gastos fuesen poco, lo que The Telegraph llama “cartas suplicantes” de los parlamentarios cuyos gastos fueron rechazados, exponen hasta qué punto la mentalidad de creer tener derecho a todo prevalece entre muchos políticos.

Un parlamentario del Partido Laborista apeló un falló contra él en esta forma: “Desde la perspectiva de justicia natural yo creo que una excepción justificable sería la forma más justa de lidiar con la actual situación.: El quería un reembolso de 3,100 libras por un televisor Sony de 40 pulgadas.

He aquí otro: “Yo objeto su decisión de no reembolsarme por el costo de comprar una camita para bebé para usar en mi casa de Londres. … Quizás usted pudiera explicarme dónde dormiría mi hijo la próxima vez que me visite en Londres”Y otro más: “Yo estaría muy agradecido si (los gastos) se pudiese pagar en el último período del año el viernes. De lo contrario, ¡me veo a punto de un divorcio!”

Como familiares que se quedan demasiado tiempo en las fiestas, consumiendo comidas y bebidas y ensuciando su casa, los políticos en Gran Bretaña y los Estados Unidos han llegado a creer que tienen derecho al dinero de otros simplemente porque ganaron una elección. Cuando los familiares se van, los dueños de casa usualmente le dan una buena limpieza al lugar. Esto es lo que el Parlamento (y el Congreso) necesitan hacer.

El Partido Laborista pudiera haberles dado a los Conservadores un tema importante si los conservadores no hubiesen estado haciendo lo mismo. El Telegraph seguirá sus reportajes sobre el Partido Laborista con reportajes similares sobre los conservadores. Además de los reembolsos para segundas viviendas, una Conservadora, Cheryl Gillan, reclamó gastos para comida de perros. (Ella al menos prometió reembolsarle al gobierno). David Cameron, el líder del Partido Conservador y potencial primer ministro (está al frente en las encuestas), aparentemente no ha dado motivo de vergüenza, ya que sus gastos han sido tildados de “relativamente justos” por el Telegraph. Esto pudiera permitirle hacer el papel de reformador en la próxima campaña electoral.

Los Conservadores deben traer verdadero cambio a un sistema que le permitió a un miembro del Partido Conservador reclamar el gasto de limpiar su piscina. Esto pudiera ser defendible si esa persona pudiera caminar sobre el agua.

© 2009 Tribune Media Services, Inc.

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