La rabieta nuclear de Corea

 

Dispone de suficiente plutonio para fabricar unas ocho cabezas. Hace saber que las tiene. Y no duda en exponer que empleará cualquier medio para defender su República Socialista frente a las injerencias externas, escenificadas por los Estados Unidos y sus socios en la zona: Corea del Sur y Japón. Buen argumento para evitar las tentaciones de subvertir su particular orden interno. Aunque falla en lo más principal: contra quién y cómo actuar. Lanzar un ataque nuclear contra sus vecinos sólo provocaría su destrucción. Incluso sin agresión, de seguir con las provocaciones sólo puede lograr reforzar su aislamiento internacional, y que Japón reclame armamento nuclear defensivo.

Eliminada esta posibilidad, lo más probable es que esté intentando tan sólo conseguir mayor ayuda económica y la flexibilización del embargo, a cambio de permitir la inspección internacional y avanzar en el proceso de desnuclearización. Ya mostró en abril que tiene capacidad de lanzamiento misilístico, y ahora hace propaganda de su potencial nuclear. Es momento de negociar y conseguir ventajas. Nada desdeñable considerando su desastrosa situación económica, apenas sobrellevada con la asistencia china en alimentos y energía.

Con estos golpes de efecto, obliga al mundo, y especialmente a Obama, a prestarle atención. Al tiempo exige a China que incremente su apoyo ante la amenaza de la llegada de miles de refugiados si cambia repentinamente la situación.

 

También le sirve para demostrar a su pueblo la fortaleza del régimen y de su dirigente, hipotéticamente capaz de enfrentarse a los países más poderosos. Frenando al tiempo las luchas intestinas por el poder por la sucesión del presidente, Kim Jong-iI. Todo apunta a que Corea del Norte sólo pide una mano a la que agarrarse, incapaz de salir por sí sola de su inmovilismo.

 

De la habilidad de diplomáticos y líderes mundiales para comprender este mensaje depende la estabilidad de Asía, que concentra el 60% de la población mundial. La solución no es caer en las provocaciones de su rabieta nuclear.