¿Han cambiado los colombianos entre 2001 y 2009?

El Colombiano, Medellín

La encuesta IPSOS Napoleón Franco revela que el 67 por ciento de los encuestados continúa brindándole un fuerte apoyo al Presidente, el 76 por ciento aprueba su gestión, el 65 por ciento está de acuerdo con el referendo, el 70 por ciento de los que están de acuerdo va a votarlo, y el 85 por ciento de ellos lo hará a favor de la reelección. El 62 por ciento de los encuestados cree que el próximo presidente será Alvaro Uribe. El 13 por ciento piensa que las chuzadas del DAS mejoran la imagen de Uribe, el 55 por ciento dice que no lo afectan, y solamente el 32 por ciento cree que lo han perjudicado.

Los negocios de los Uribe Moreno son vistos como algo que no tiene influencia sobre su prestigio por el 53 por ciento de los encuestados, el 39 por ciento sí cree que lo afectan negativamente y un 8 por ciento que han contribuido positivamente.

Estos resultados van a tener un enorme efecto autoconcluyente. Incitan a la gente a pasarse al lado del probable ganador. Se van a secar muchas de las fuentes de financiación de otros candidatos. Los empresarios que los apoyan van a hacer discretos "mutis por el foro".

Los medios no van a discutir en serio las implicaciones de haber comprobado que Yidis y Teodolindo hicieron posible la primera reelección a cambio de prebendas obtenidas de fantasmas que trabajaban en el alto gobierno, lo que es prohibido, es un delito penal y hace cuestionable el cambio del "articulito". Los resultados de la encuesta van a envalentonar al Congreso para pasar rapidito el referendo.

Si no fuera porque todavía están lejos las elecciones, la encuesta podría desanimar a otros candidatos. Sin embargo, la seguridad ha perdido importancia como factor electoral. En 2001, el 33 por ciento de los encuestados favorecía enfrentar militarmente a la guerrilla o eliminarla con la acción de todas las fuerzas armadas. En esta encuesta solamente el 18 por ciento favorece esas opciones, el 50 por ciento apoya insistir en el diálogo y el 32 por ciento restante que sigan enfrentándola militarmente, pero insistiendo en el diálogo al mismo tiempo. El 95 por ciento de los encuestados cree que las autoridades siempre deben respetar la ley en su lucha contra el crimen y la inseguridad. El 53 por ciento de ellos estaría de acuerdo en que se convocara una Asamblea Nacional Constituyente si fuera una condición para hacer la paz.

Las respuestas a la pregunta sobre el tema más importante para las próximas elecciones indican que la seguridad ha pasado a segundo puesto después del desempleo y que el tercer tema es la economía, seguido por la lucha contra la corrupción. Un candidato con credibilidad para manejar bien la economía, con proyectos contra el desempleo y la corrupción, podría desempeñar un papel importante en las elecciones y hasta ganarle a Uribe. Y podría capturar parte de ese 83 por ciento que cree vale la pena votar por su candidato o candidata aunque todo parezca indicar que no va a ganar.

Sorpresivamente, la encuesta revela que las actitudes han variado radicalmente a favor de la democracia (la gran mayoría cree que es votando como se deben escoger los presidentes y está consciente de su responsabilidad), que los liberales encuestados están más cerca de Uribe que los de Cambio Radical, y que éste y la U debilitaron al liberalismo, que se ha venido encogiendo desde 2001.

Todo cambia rápidamente, y por lo tanto nada está ganado o perdido todavía, ni permanentemente.