¿Qué precio del crudo requiere la «Revolución»?

Recuerde el lector que el ingreso petrolero durante la bonanza del 2003-2008 permitió: un crecimiento anual promedio del orden del 10%, una fuerte expansión del gasto público y social, importaciones crecientes, despilfarro, dádivas y regalos a otros países, incrementos salariales a ritmos superiores al de la productividad media del trabajo, clientelismo, corrupción, estatizaciones innecesarias, un tipo de cambio sobrevaluado, y muchísimos excesos más.

Igualmente, recuerde que, dada la crisis global y el largo tiempo requerido para retomar el crecimiento vigoroso del pasado (e.g. ¿5-10 años?), es poco probable que en el futuro próximo el venezolano vuelva a percibir la sensación de bienestar creciente que experimentó durante la bonanza del 2003-2008, a menos que el precio del petróleo no sólo recupere su nivel, sino también su fuerte tendencia al alza anterior a la crisis, alcanzando (por dar un ejemplo absurdo): un promedio de USD$126,22 en el 2009, USD$159,97 en el 2010, USD$202,75 en el 2011 y USD$256,96/barril en el 2012, medidos en términos del indicador West Texas Intermediate (WTI).

El lector se preguntará: ¿de dónde se originan estos precios tan "exageradamente" altos? La respuesta es que estos precios hipotéticos se originan de la proyección en el tiempo del incremento promedio interanual de 26.74% experimentado durante el 2003-2008, período durante el cual el precio promedio del crudo WTI pasó de USD$31,10 en 2003 a USD$41,45 en 2004, USD$56,44 en 2005, USD$66,05 en 2006, USD$72,29 en 2007 y, finalmente, USD$99,59 en 2008 (Economist Intelligence Unit).

Es posible que los precios del crudo requeridos por la "Revolución" para el 2009-2012 suenen algo exorbitante, pero ciertamente no lo son, dados los desequilibrios externos e internos de nuestra economía, la sobrevaluación, y el resto de los excesos mencionados. No obstante, es absurdo pensar que tales precios llegarán a materializarse en la práctica, ya que tomará años para que la economía mundial vuelva crecer al ritmo del 2003-2007.

La consecuencia para los venezolanos es que, en el mejor de los casos, nuestro bienestar ha de estancarse (por no decir deteriorarse), inclusive en el caso en que el precio se recupere a un nivel promedio de USD$120/barril durante el 2009-2012. Mientras que la consecuencia para la "Revolución" es que ya no tendrá nada más que ofrecer al venezolano en materia económica y social, todo por haber hecho depender cada vez más nuestra prosperidad del exterior y del precio del crudo, el cual cada vez menos podremos controlar.

No es correcto, en fin, indicar que, para que su modelo sea sostenible, la "Revolución" requiere precios del petróleo altos, pues lo correcto es afirmar que, además de altos, requiere precios crecientes por siempre.

El autor es visitante académico en el New School University, NY, EEUU  y profesor del CENDES/UCV
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