Una elite sostiene a Ahmadinejad

The New York Times  – La Nación

NUEVA YORK.- El presidente Mahmoud Ahmadinejad ha mantenido un perfil notablemente bajo desde que las polémicas elecciones en Irán derivaron en sangrientas manifestaciones de protesta en las calles.

Pero los analistas dicen que la represión que sacude a todo Irán sugiere que Ahmadinejad logró crear con éxito una red de funcionarios importantes en el ejército, los organismos de seguridad y los principales medios de comunicación.

Se trata de una nueva elite particularmente poderosa gracias al apoyo de un elemento de gran importancia: el líder supremo de Irán.

Ahmadinejad ha llenado los principales ministerios y otros cargos de alto nivel de amigos y aliados íntimos que le han proporcionado apoyo ideológico y operativo a lo largo y a lo ancho de la nación. Los expertos estiman que el presidente ha reemplazado a 10.000 empleados del gobierno para fortalecer la presencia de sus fieles en los organismos burocráticos, de manera que sus aliados rigen las organizaciones responsables de determinar los resultados de las elecciones y también las agencias oficiales que los han refrendado.

"Con Ahmadinejad emergió toda una clase política que ahora está decidida a permanecer en el poder por vías no democráticas -dijo un experto en Irán que reside en Estados Unidos, que pidió mantener su nombre en reserva-. Su capacidad de resistir las consecuencias de las elecciones significa que tienen una amplia base como estructura política."

La manera en que el líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, ha elegido a sus aliados a lo largo de toda su carrera política sigue un patrón claro, dijo Said A. Arjomand, profesor de sociología de la Universidad Estatal de Nueva York. El ayatollah se ha rodeado repetidamente de hombres que carecen de una evidente base social o política propia, hombres que siempre debían depender necesariamente del líder, dijo Arjomand.

Durante la campaña presidencial de 2005, el líder supremo apoyó a Ahmadinejad porque el humilde hijo de un herrero parecía ser un adecuado candidato sin ningún poder propio. Pero luego asumió la presidencia con un círculo de veteranos e ideólogos que se habían formado durante la guerra entre Irán e Irak y que eran conservadores, religiosos, muy populistas y desdeñaban a la vieja guardia de la revolución de 1979.

Hoy, esos aliados, muchos de ellos ex oficiales de rango intermedio en la Guardia Revolucionaria que tienen más de 50 años de edad, controlan los ministerios de Justicia, del Interior y de Inteligencia. Entre ellos, también se cuentan el comandante de la milicia popular Basij, el presidente del Consejo de Seguridad Nacional y el director de las emisoras estatales.

Ahmadinejad también ha reemplazado a los 30 gobernadores del país, a todos los alcaldes e incluso a los funcionarios de tercer y cuarto nivel de los ministerios importantes, como el del Interior.

Ese ministerio anunció, el 12 del actual, que Ahmadinejad había ganado cuando sólo se había contado un 5% de los votos, y el Ministerio de Inteligencia se encargó de las redadas en las que detuvieron a decenas de partidarios del reformista Mir Hossein Moussavi y otros disidentes.

Fondos del gobierno

Al mismo tiempo, el ayatollah Mohammed Taqi Mesbah-Yazdi, el mentor espiritual de Ahmadinejad, dirige tres poderosas instituciones educativas en la ciudad sagrada de Qom, todas derivadas del seminario Haqqani, que enseña que el islam y la democracia son incompatibles. El ayatollah está a favor de un sistema que preservaría el cargo de líder supremo y eliminaría las elecciones. La administración de Ahmadinejad ha proporcionado generosos subsidios al seminario, y los que se gradúan allí ocupan importantes cargos gubernamentales en toda la nación.

Tal vez la institución informativa más importante dedicada a difundir el mensaje del gobierno sea el periódico de línea dura Kayhan . Su director general, Hossein Shariatmaderi, ha resucitado en los últimos días una acusación habitual: que los gobiernos extranjeros manipulaban las manifestaciones de protesta que proliferaron en las calles de Irán.

También hay toda una batería de blogs y articulistas de opinión que respaldan a Ahmadinejad, como Fatemeh Rajabi, descripta a veces como "la vieja bruja de la derecha dura". Esposa del ministro de Justicia, publica corrosivos ataques contra los reformistas y exigió que el ex presidente Mohammed Khatami, un clérigo, fuera destituido por haber estrechado la mano de una mujer en Italia, y que Moussavi fuera condenado a muerte.

Aunque los bandos de Khamenei y de Ahmadinejad han tenido diferencias, a ambos les gustaría eliminar al ex presidente Ali Akbar Hashemi Rafsanjani por ser un serio aspirante al cargo de líder supremo tras el deceso del ayatollah Khamenei. También están de acuerdo en materia de política exterior.

Esas metas compartidas son la razón por la que Khamenei dijo que el gobierno seguiría sosteniendo los resultados de las elecciones. "Lo único que podían perder era la presidencia, y han podido impedirlo por su proximidad al líder supremo", dijo el experto que reside en Estados Unidos.

Traducción de Mirta Rosenberg