¿El derrumbamiento de Europa?

 

Un buen economista, Barry Eichengreen, en septiembre de 2007 publicó un documento de trabajo en el National Bureau of Economic Research titulado agresivamente «The breakup of Europe», o sea, la desintegración, la quiebra, o si se quiere, la voladura de Europa. La razón de ese derrumbamiento de Europa se debía, en lo esencial, a la creciente insolidaridad económica en el conjunto comunitario.

La mayor parte de los planteamientos de los diversos grupos políticos de los diversos países se referían a cuestiones nacionales, porque se percibía que lo europeo no tenía atractivo alguno especial. Y esto, contemplado desde la economía, ¿por qué puede haber sucedido?

 

Norteamérica, en 1956, fue el catalizador del proceso hacia Europa. Actualmente, nos topamos con una fuerte crisis económica. Como expuso Charles P. Kindleberger en su estudiado libro «The World in Depression 1929-1939» (University of California Press, 1975), esto provoca que cada país busque su salida dentro de la política de «enriquecerse a costa del vecino», y como todos practican lo mismo, se produce una formidable implosión económica.

 

Sarkozy, según «Le Point» de 4 de junio de 2009, orientó así a sus fieles: «No mareéis a los franceses con las elecciones europeas. Bastantes problemas tienen con la crisis».

 

Y como unas pocas páginas después dice Nicolas Baverez, la interdependencia económica entre China y Estados Unidos, ¿no se hará a costa de una desunida Europa?

 

Pero no se olviden las tensiones actuales que surgen de la existencia de la eurozona y del resto de la Unión Europea, a causa de los problemas derivados de la carencia de una única política fiscal, como piden Mundell desde su clásico artículo «A Theory of Optimum Currency Areas», en «The American Economic Review», 1961, o Michael Bordo y Harold James, en «A long term perspective on the Euro», trabajo publicado en «Economic Papers» de la Comisión Europea, febrero 2008.

 

O se vuelve al terreno de los valores, como, por cierto, defiende el triunfante Mayor Oreja, o el derrumbamiento europeo no será sólo el título de un trabajo de Eichengreen.