Caperucita Roja y el Lobo Feroz

A lo largo del tiempo, la estrategia electoral que han seguido la izquierda uruguaya y sus aliados, los sindicatos, en pos de conquistar el poder, ha sido dividir a la sociedad en dos grupos radicalmente opuestos. Por un lado estarían ellos, caracterizados como los “Caperucita Roja”, seres angelicales e inocentes a quienes sólo mueven buenos propósitos; y por el otro, el resto de los individuos que son retratados como el “lobo feroz”, y a quienes siempre se les atribuye las peores intenciones.

Hoy la izquierda gobierna en el país. Y lo ocurrido con un jerarca de la empresa estatal de telecomunicaciones, Antel, parece sacado del cuento infantil al que hace referencia el título de esta columna. Según su versión, fue objeto de un ataque mientras caminaba por un bosque. Relató que a las 16:45 horas de un sábado, dos hombres intentaron estrangularlo de manera que pareciera un suicidio. “Me sujetaron del cuello con un cable grueso de los que se usan para las instalaciones eléctricas, me ahogaron bastante, durante un buen rato, me hicieron abrir y desenrollar una cuerda que me colocaron en el cuello y la ataron a un árbol para ahorcarme”- declaró en una radio. Según narró, en un momento determinado logró presionar el discado rápido de su celular y pudo llamar a su secretario, Diego Fornaro. A los gritos le dijo que estaba siendo atacado y le pidió que lo fueran a rescatar. “Los agresores me pegaron una patada y se dieron a la fuga. Fornaro logró ubicarme en el bosque, hice la denuncia policial, pude ser asistido en tiempo y forma, y por suerte no pasó a mayores. De no haber sido por la distracción de ellos y por la intervención inmediata de Fornaro hubiera sido el final”- indicó.

El sindicato de Antel reaccionó de inmediato y libró un comunicado expresando que "los trabajadores organizados en el Sindicato Único de Telecomunicaciones (Sutel), se solidariza con el Vicepresidente de ANTEL Dr. Gonzalo Perera y su familia, ante el brutal atentado que fuera objeto el sábado 8 de julio (…) solicitamos a las autoridades nacionales el rápido esclarecimiento de estos lamentables hechos, los cuales nos preocupan y nos remontan a los tiempos más nefastos que lamentablemente vivimos en nuestro País en épocas de la dictadura fascista".

Pero resultó, que al realizarse la reconstrucción policial del hecho denunciado, quedaron expuestas las evidentes incongruencias del relato realizado por el vicepresidente de Antel. El caso es, que la supuesta agresión tuvo un giro inesperado, al constatar los agentes encargados de la investigación, inconsistencias en las declaraciones del jerarca, con respecto a lo sucedido en el monte de la localidad de El Pinar. Según informaciones de prensa, durante el interrogatorio Perera "se quebró". Se desdijo de su versión de que dos hombres intentaron asesinarlo, por lo cual fue detenido por presunción de simulación de delito.

A raíz de ello, el presidente del sindicato Sutel consideró, que este tipo de cosas le "pasan a muchos uruguayos", y que el jerarca trasladó "algún problema de índole familiar". Del comunicado emitido y las implicaciones de su contenido, ni una palabra.

Tanto han machacado ciertos grupos con la idea simplona de dividir a la población en “ángeles” y “demonios”, que han perdido capacidad crítica y hasta el sentido del ridículo. El fanatismo puede a veces, rayar con lo caricaturesco.