Detrás de la cortina de los mercados emergentes
Detrás de los mercados más buscados hay una dura realidad que los inversionistas no quieren ver.
Los mercados emergentes —aquellos países en vías de desarrollo que solían ser llamados "El Tercer Mundo", como Chile, China, Turquía, Tailandia, Brasil e India— han estado al alza. El índice MSCI de Mercados Emergentes ha ganado 45% en lo que va del año, contra un 9% en Estados Unidos.
Y los inversionistas se han dado cuenta, por lo que han inyectado US$10.600 millones en los fondos de inversión de mercados emergentes en lo que va del año, o más de 34 veces el total de lo que invirtieron en los fondos de acciones de EE.UU. El iShares MSCI Emerging Markets Index Fund ahora es el cuarto mayor entre todos los fondos que cotizan en bolsa, con US$30.800 millones en activos.
Los inversionistas esperan capturar el crecimiento increíblemente alto del mundo en vías de desarrollo, en especial cuando la economía estadounidense pierde esplendor. En el segundo trimestre de 2009, la economía de China creció oficialmente 7,9%, mientras EE.UU. probablemente se contrajo alrededor del 1,5% en el mismo período. Durante todo 2009, predice Barclays Capital, las economías en desarrollo de Asia crecerán 5,2%, mientras que el Producto Interno Bruto de EE.UU. se contraerá 2,3%.
Lamentablemente, el alto crecimiento económico no asegura altos rendimientos bursátiles. "La gente se ha quedado con un final completamente equivocado de la historia", advierte Elroy Dimson, de la Escuela de Negocios de Londres, quien es una de las principales autoridades del mundo financiero.
Tras estudiar décadas de datos de 53 países, el profesor Dimson ha descubierto que las economías con el mayor crecimiento producen los menores rendimientos bursátiles, por un margen inmenso. Las acciones en países con el crecimiento económico más alto obtuvieron un rendimiento anual promedio de 6%; aquellas en los países de crecimiento más lento han ganado un promedio de 12% anual.
Eso no es un error. A la larga, las acciones en las economías más aceleradas del mundo han tenido un desempeño la mitad de bueno que las de las economías más estáticas. Cuando el profesor Dimson presentó estas conclusiones hace poco en una conferencia sobre finanzas en la Universidad de Yale, "un par de personas casi se caen de sus sillas", señala. "No lo podían creer".
Pero, si piensa en este rompecabezas por unos minutos, ya no es muy complejo. En los mercados bursátiles, como en cualquier otro ámbito de la vida, el valor depende tanto de la calidad como del precio. Cuando se compra en los mercados emergentes, usted obtiene un mejor crecimiento económico, pero, al menos por ahora, no consigue un mejor precio.
"No es que China crezca y todo el mundo crea que se contrae", afirma el profesor Dimson. "Se paga un precio que refleja el crecimiento que todos pueden ver".
En otras palabras, el crecimiento económico es alto, pero las valoraciones bursátiles son aún más altas. En 2008, cuando las acciones en EE.UU. cayeron 37,6%, los mercados emergentes se desplomaron 53,3%, según el MSCI. A fin de año, las acciones de mercados emergentes se cotizaban un 38% por debajo de las de EE.UU., según el ratio entre precio y ganancias. Ahora que ambos mercados se han recuperado, los mercados emergentes tienen un descuento de 21%. Y no se equivoque: deberían ser mucho más baratos que los títulos de EE.UU., porque son mucho más riesgosos.
"La falacia lógica es la misma en la que cayeron los inversionistas con las acciones de Internet una década atrás", afirma el profesor de finanzas Jay Ritter, de la Universidad de Florida. "El cambio tecnológico rápido no necesariamente significa que los dueños del capital obtendrán los beneficios. Lo mismo ocurre con el crecimiento económico rápido".
El crecimiento acelerado atrae a empresas que absorben el capital, aumentan el costo del trabajo y hacen que bajen los precios de bienes y servicios. Esas son buenas noticias para los trabajadores locales y los consumidores globales, pero en definitiva son malas noticias para los inversionistas. El año pasado, por lo menos seis de las diez mayores salidas a bolsa del mundo se produjeron en mercados emergentes.
Hasta el 39 de junio, Asia, América Latina, Medio Oriente y África representaron el 69% del valor en dólares de todas las ofertas públicas iniciales en el mundo. El crecimiento en esas economías ahora se extenderá de forma menos abundante en decenas de empresas adicionales, propiedad de multitudes de nuevos inversionistas.
El papel de los mercados emergentes, afirma el profesor Dimson, "es suministrar diversificación, no aportar rendimientos adicionales". Tener hasta un 15% de sus activos bursátiles totales en mercados emergentes puede tener sentido. Pero antes de saltar de cabeza, dé una mirada a los activos de los fondos internacionales donde probablemente ya tiene intereses; muchos mantienen por lo menos 20% de sus activos en mercados en vías de desarrollo.
- 23 de julio, 2015
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