Con leyes, Chávez pretende pulverizar la disidencia

Diario de América

Hechos como el salvajismo de hoy jueves 13 de agosto  perpetrado contra la marcha opositora, y otros  de notoriedad reciente, en definitiva, con el propósito de controlar al venezolano,  pretenden ser legalizados. A la opinión pública mundial pudiera parecerle una ficción que estemos hablando de una tiranía que se hace las leyes a su medida, pero no lo es. La realidad  nos asalta.

A rasgos generales,  por una parte, la llamada ley de “delitos mediáticos” que pretende imponer el régimen de Hugo Chávez, no es sólo para encarcelar o penar a los periodistas y ejecutivos de los medios de comunicación por la cobertura de las noticias.  No, es peor.  Es tan siniestra, que cualquier venezolano pudiera  ir preso, simplemente por expresar su opinión.

Con tal grado de cinismo intentan  revertir  los detonantes generadores de la zozobra en la población, con acusaciones  a los medios independientes de atentar además contra la salud mental del venezolano.

En todo caso,  quien nos pone  los nervios de punta son los improperios del mismísimo Chávez,  cuando  grita que las FARC no son terroristas o pronuncia sus discursos violentos con calificativos ofensivos y hasta con lenguaje escatológico (“Pitiyanquis”, “vamos a pulverizar a los escuálidos”, “échenles  gas del bueno”, “yanquis de mierda”, etc., etc.)

El reino del sin castigo para los seguidores

“Si la ven no duden en disparar…”.  Esto, con Chávez, una  manifestación de rutina. La experiencia particular me permite decirlo con propiedad.  Nada de extrañar al basar su estrategia del odio en el principio ceresoleano de  “pulverizar” a la oposición. Por la fortuna de no pensar como ellos el peligro asecha a millones de  venezolanos*.

*(Mayor información en  el portal español de Elentir al pulsar, el cual reseña sobre estas amenazas de muerte aparecidas en el foro de una web oficialista, con total impunidad. Entre otros espacios, se muestra con capturas  dichas amenazas. Es decir, el reino del sin castigo para los seguidores)

Valdría la remisión a otro hecho de gravedad ocurrido este jueves 13 de agosto: el salvajismo por parte de la policía y bandas  chavistas armadas, contra la marcha de estudiantes conformada por los rectores de las universidades, profesores, periodistas, madres y padres, para entregar un documento en la Asamblea Nacional, en rechazo al proyecto de una nueva  ley educativa de corte comunista, contraria al sentir de la mayoria ciudadana. Dejó un saldo de muchos heridos. 

Por otra parte, hace días también fue notorio el ataque de  un grupo de motorizados armados,  amigos del régimen, al canal Globovisión, lo que pudo causar una masacre.   El régimen habla de la  detención de sus autores liderados por una “compañera revolucionaria”, Lina Ron.  Pero ya sabemos que se trata de una pantomima y en un despabilo estarán en libertad.

Cierre masivo de medios

A  esta revolución castro chavista  llamada socialismo del “patria o muerte” le urge acelerar la imposición del  pensamiento hegemónico. De ahí el cierre de unas primeras 34 emisoras de radio y a un canal de televisión. Un promedio de otras 200 están amenazadas.

En definitiva, en esta escalada del terror, el todo del asunto es la necesidad  del régimen de hacerse de una legalidad que le permita adoctrinar, callar, reprimir y castigar a la disidencia. Es decir, hacer, amparado en las leyes, lo que le de la gana, y punto.