¿Qué está pasando en Cuba?
MIAMI/LA HABANA.- Se acaba de celebrar en Cuba el 56 aniversario del Día de la Rebeldía Nacional, en medio de una profuda crisis económica, promesas no cumplidas y esperanzas enterradas. Y el gobierno no sabe para dónde ir, pues como decía el chiste "No basta decir palante, hay que saber pa dónde".
Un filósofo de los que ven la botella media llena o media vacía haría un análisis más detallado de la situación en la mayor de las Antillas y trataría de ver con ojos más endulcorados la realidad de la isla, pero un matemático, acostumbrado a los resultados y los datos concretos, diría que no hay ecuación válida por que el país hace 50 años que tiene una libreta de racionamiento de alimentos, un sistema de salud admirable, pero sin medicinas, educación gratis y para todos, pero sin libros de texto ni lápices para escribir.
El presidente del Instituto de Estudios Cubano con sede en Miami, el ingeniero Dagoberto Valdés, quien vive en la ciudad cubana de Pinar del Río, afirma que "escapar se ha convertido en la solución más rápida, más utilizada y más deseada para la inmensa mayoría de los cubanos y cubanas, al constatar la contradicción entre la realidad que vivimos y esa visión engañosa que brinda el gobierno de la isla de que 'aquí todo es mejor'". La tragedia es que, ante la primera dificultad, ante la violación de cualquiera de los derechos ciudadanos, ante la crisis sin final, la "solución nacional" se reduce a: te vas, o aguantas sin chistar. ¿Es que los cubanos ya no quieren a su país o será que lo que no quieren es cómo se vive y cómo se organiza este país?
Lo cierto que los dirigentes de la Revolución Cubana han proclamado durante 50 años sus éxitos en el deporte, la educación y la salud, pero ahora se enfrentan a la cruda realidad de que no tienen infraestructura para mantener los éxitos relativos de esos tres renglones, pues han llegado al extremo que pretenden conseguir campeones sin cronómetros, médicos que curen sin medicinas y maestros que enseñen sin libros.
Si en estos momentos un extraterrestre quisiera saber que pasa en Cuba y viniera a tomarles un examen a sus dos principales líderes durante medio siglo, los hermanos Fidel y Raúl Castro, éstos suspenderían por no haber conseguido nada válido para su pueblo.
Derrocar la nefasta dictadura de Fulgencio Batista fue una tarea sencilla para ambos, pero sacar a flote y dar de comer a su población en una isla que dónde tiras una semilla nace un árbol sin mucho esfuerzo, ha sido su asignatura pendiente en cinco décadas.
Cuba importa el 80 % de lo que consumen sus ciudadanos y debido a su inmovilismo en la ya delicada situación social, agravada por el impacto de las tormentas Fay, Gustav, Ike, Paloma y Hanna, lo único importante es que se imponen cambios estructurales, al menos tomando el modelo chino que mantiene su dominio político con una economía abierta.
Sin embargo, ninguna reforma significativa del régimen de gobernabilidad ha tenido lugar tres años después de que Fidel Castro traspasara sus poderes y cargos a su hermano Raúl. El cambio interno de real significado ha sido el operado en la subjetividad de la población.
Fidel Castro fracasó en gobernar un país para que produjera comida suficiente alimentos para a su pueblo, por que incumplió las reglas más elementales de la economía, se dedicó a formar campeones deportivos, médicos y maestros al por mayor sin percatarse de que para sustentar a los monarcas olímpicos, sus galenos y sus formadores había que tener un respaldo de infraestructura.
Se esperaba que el nuevo capitán Raúl Castro anunciará medidas revolucionarias, cambios importantes, pero la realidad es que el país está de nuevo en otra crisis, aunque realmente no ha salido de ella desde 1959. Vuelven los terribles tiempos de los apagones y la falta de agua corriente, mayor escacez de alimentos y se eleva la falta de esperanza, en un país donde en algunas calles se ven cráteres como los dejados por bombas, debido a la falta de mantenimiento durante 50 años.
El padre católico José Conrado Rodríguez Alegre, de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús en la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, escribió una valiente carta al actual presidente Raúl Castro
"Hemos vivido culpando de nuestra realidad al enemigo, o incluso a los amigos: la caída del bloque de países comunistas en Europa del Este, junto con el embargo comercial de los Estados Unidos se han convertido en el totí que carga con todas nuestras culpas. Y esa es una cómoda pero engañosa salida ante el problema. Como decía Miguel de Unamuno, solemos entretenernos en contarle los pelos que la esfinge tiene en su cola, porque nos da miedo mirarla a los ojos", escribió el cura.
Los expertos no se han puesto de acuerdo que ocurrirá primero si un estallido social o la muerte de los máximos dirigentes cubanos.
Raúl Castro cuando sustituyó su hermano habló de hacer una Reforma Agraria, olvidando que en 1960 se hizo una muy grande, pero que nunca funcionó. Permitió el acceso de los habitantes de la isla a los hoteles, les vendió telefónos celulares a sus ciudadanos y el acceso a otros productotos electrónicos, como computadoras.
Sin embargo, estas medidas se toman contando con el dinero, leáse dólares, que envían a sus famiias en la isla los "enemigos" que abandonaron el país por la inconformidad con la dictadura castrista o con los de "trapicheos" de los "antisociales" que venden en el mercado negro todo lo que no tiene un ancla. Por que celulares, computadoras, etc junto a su debido mantenimiento y el pagar los derechos de trasmisión son imposibles sin los billetes verdes que llegan de allende los mares o se consiguen de manera ilícita. ¿Y dónde está el hombre nuevo que soño el Ché Guevara?
Digamos que hay cierta libertad de expresión como que en algunas reuniones privadas se permite exponer opiniones, a veces incómodas para los gobernantes. Ello es un logro que apreciarían algunos comediantes que hace unos años pararon con sus huesos en la cárcel por hacer chistes en el teatro.
Un par de ellos estaba en el escenario actuando en medio de una mudanza y cuando se disponían a ordenar el nuevo apartamento, uno de ellos viene con un cuadro del "Comandante en Jefe" y pregunta que hacemos con éste refiriéndose al cuadro de Fidel Castro. Su compañero le responde: a ése lo hay que hacer es colgarlo. Cuando terminó la función los "chicos malos" de la seguridad del estado, como los llama la premiada blogera Yoanni Sánchez, los estaban esperando fuera para llevarlos a las mazmorras de la Policía Política (G-2).
Diplomáticos veteranos radicados en la isla resaltan que en este 26 de julio quedaron lejos los días en que se esperaban anuncios de "reformas estructurales" de Raúl Castro en efemérides revolucionarias como la celebrada en Holguín este domingo, la tercera que preside desde que su hermano mayor enfermó en 2006, después de su discurso de la misma fecha y en la misma ciudad.
Muchos analistas dicen que desde 2006 ha habido cambios sólo de figuras secundarias del engranaje estatal, como la purga en marzo de varios vicepresidentes y ministros acusados hasta de traición, cuya fama ha sido barrida por filtraciones interesadas que muchos repitieron dentro y fuera de la isla.
En este escenario, la obra, el autor, el guión, el productor, el director y los protagonistas siguen siendo los mismos.
Delfín Fernández, ex agente de la inteligencia cubana, opinó que un gobierno que con tintes de impulsar cambios no ha hecho nada sustancial, sino que colocó a generales o ex generales septuagenarios y octogenarios en las principales esferas del poder y sacó del medio a jóvenes políticos prometedores como Felipe Pérez Roque y Carlos Lage, a quienes acusó de conducta impropia,. Y todo, al parecer, por unos vehículos Hummer que les regaló el presidente venezolano Hugo Chávez no se sabe si de buena o mala fe.
El deterioro que arrastra la economía cubana desde que se hundió hace dos décadas el bloque soviético, que la subsidiaba, empeoró por la actual recesión mundial, que redujo sus ingresos de divisas y encareció las importaciones.
El crecimiento de la economía cubana, según cifras oficiales que los organismos internacionales anotan con reparos por las peculiaridades de la contabilidad estatal, disminuyó del 12,5% en 2007 al 4,3% en 2008.
La previsión del gobierno para 2009 ya fue rebajada oficialmente del 6% al 2,5%, pero economistas independientes creen que es demasiado optimista esa última cifra, pues en Cuba la transparencia es algo de ciencia ficción.
Lo peor es que "Cuba carece de un plan económico para afrontar su peor crisis desde el colapso de la URSS", asegura el economista cubano Carmelo Mesa-Lago, catedrático de la Universidad de Pittsburgh.
Raúl sustituyó las consignas de Patria o Muerte por las de Ahorro o Muerte, que parece menos dramáticas que las de Socialismo o Muerte de los años 90, cuando la gente jocosamente comentaba: ¿Por qué una redundancia?, dejando entrever que las dos palabras eran lo mismo.
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