EEUU: más déficit y más deuda
Washington. – Este año terminará la recesión pero seguirán problemas estructurales de la economía estadounidense.
Este martes se conocieron dos noticias buenas y tres malas para la economía estadounidense: el país volverá a crecer a finales del 2009 y el déficit fiscal del este año será menor del estimado; pero el desempleo, el déficit a largo plazo y la deuda pública serán mayores de lo calculado.
Un informe de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca y otro del Congreso estiman que para el año fiscal que termina en septiembre el déficit será de US$ 1,58 millones de millones, menor de lo estimado debido a la devolución de unos US$ 250.000 millones de ayudas financieras.
Pero el próximo año el déficit -que es el balance entre los ingresos y los egresos del estado- alcanzará los US$ 1,5 millones de millones, 24% superior a los que se había calculado previamente.
En cuanto al crecimiento económico, el 2009 cerrará con una caída general de 2,8%. Pero el último trimestre del año crecerá en 2%, lo que marcará el fin de la peor recesión desde la Gran Depresión de los años 30. En el 2011 el país debería crecer en un 3,8%.
Deuda creciente
Pese a las mejores perspectivas económicas los expertos estiman que el desempleo llegará al 10% hacia finales del 2009 y auguran que se mantendrá en esos niveles por buena parte del próximo año.
Otro dato que preocupa a los conocedores es el crecimiento de la deuda pública, contraída en parte para financiar el hueco fiscal.
Según la Casa Blanca, hasta finales del 2019 se habrán contratado préstamos por el orden de los US$ 9 millones de millones.
Eso llevará la deuda pública hasta los US$ 23 millones de millones, equivalentes al 76% del Producto Interior Bruto (PIB), una cifra considerada muy alta, incluso para naciones de altos ingresos, de acuerdo para los estándares del Fondo Monetario Internacional.
Esa confluencia de sostenido déficit y alto endeudamiento podría generar presiones inflacionarias que, de desatarse, complicarían aún más el panorama económico estadounidense a largo plazo.
Problemas de salud
Las nuevas estimaciones del déficit podrían complicar las discusiones sobre el plan de reforma del sector de la salud que propone el presidente Barack Obama y que deberá retomar el Congreso al regreso de sus vacaciones de agosto
Una de las mayores preocupaciones de la oposición republicana y de muchos demócratas considerados como "fiscalmente conservadores" es el costo del plan, que el gobierno estima en US$ 1 millón de millones.
"Yo sé que habrán algunos que dirán que este informe prueba que no podemos costear la reforma de la salud. Pero pienso que es lo contrario", afirmó en conferencia de prensa el director de la oficina presupuestaria de la Casa Blanca, Peter Orszag.
"El tamaño de déficit fiscal es precisamente por qué debemos poner en práctica una bien diseñada y fiscalmente responsable reforma de la salud ahora".
Sin embargo, el representante por Michigan, Dave Camp, el republicano de mayor rango en el Comité de Medios y Arbitrios, que controla asignaciones presupuestarias, estima que las proyecciones impiden que se concreten los planes de reforma que estudian los demócratas.
"Si la incosteable ley de reforma del sistema de salud de los representantes demócratas no estaba muerta antes de esto, entonces debería estarlo ahora", expresó Camp en un comunicado de prensa.
Las proyecciones oficiales indican que los costos del programa de pensiones y de los sistemas federales de salud crecerán en los próximos años debido al aumento del número de retirados y de allí la necesidad de la reforma.
Sin nuevos gastos
Una de las mayores críticas de los demócratas a la gestión económica del gobierno de George W. Bush era precisamente el crecimiento del déficit fiscal generado, a pesar de que durante el período de Bill Clinton se había logrado acumular un importante superávit.
El presidente Obama ha prometido que para el fin de su primer período se reducirá a la mitad el actual déficit, pero para eso es necesaria una reactivación de la economía que podría aumentar los ingresos del gobierno a través de una mayor recaudación de impuestos.
Los recortes especiales de impuestos que adoptó Bush en 2001 y en 2003 vencen a finales de año. Obama ha dado a entender que los beneficios para las personas de mayores recursos no serán renovados, lo que podría inyectarle unos US$ 600.000 millones en la próxima década.
Además, el gobierno da por descontado que no serán necesarios más gastos especiales en los que ha incurrido debido a la crisis económica, como el plan de ayuda financiera o el paquete de estímulo económico de US$ 787.000 aprobado en febrero.
Con todo y lo altas de las cifras conocidas este martes, al considerase como porcentaje del PIB se permiten interpretaciones más optimistas.
Aunque el déficit alcanzará el 11,2% del PIB para fines del año, debería empezar a reducirse progresivamente a partir del próximo año. Para el 2019 se pronostica que estará en torno al 4% del PIB, lo que lo convierte en una cifra más manejable.
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