El hombre nuevo del chavismo
El hombre nuevo fue siempre el objetivo de todas las religiones e ideologías. Pero su caracterización era diferente: una se dirigía hacia la vida individual y otra se centraba sobre las relaciones entre lo personal y lo colectivo. Si el "chavismo", como ideología, pertenece a la extrema izquierda o sea el comunismo, el hombre nuevo debería abarcar tanto lo individual como lo colectivo. De hecho, sus características implican estos rasgos.
Virtudes En primer lugar, el hombre nuevo en el plano individual, debe comportarse con las virtudes siguientes:
a) Renunciar a la riqueza y al espíritu de lucro, características dominantes del hombre capitalista, y en consecuencia, compartir sus posesiones con los que tienen menos o que son más pobres.
b) Ponerse a la disposición del líder o de los que le representan con una obediencia absoluta, en cuanto a lo que debe hacer o deshacer.
c) Renunciar a la vida privada y familiar; por lo tanto deben desaparecer la cocina familiar y el hogar privado, ya que el comedor comunal, la casa cuna, el trabajo colectivo etc., sustituirán las viejas costumbres capitalistas y egocéntricas.
d) Renunciar a todas las iniciativas individuales privadas y trabajar con entusiasmo en las actividades programadas por el líder o sus representantes.
e) Renunciar a todas las tradiciones y las creencias religiosas, porque son el inventado por la clase dominante para esclavizar al empobrecido y explotado pueblo.
En segundo lugar, el hombre nuevo en el plano colectivo, debe tener los siguientes comportamientos:
a) Obedecer, sin discusión, a todas las decisiones emanadas de las autoridades en el trabajo, en las actividades colectivas de apoyo, en tareas colectivas de cualquier índole, en la guerra y en la paz.
b) Renunciar a la formación de grupos reivindicativos o de amistad, características de una sociedad depravada por el capitalismo.
c) Reconocer la autoridad absoluta del líder, considerado infalible en la defensa de los intereses colectivos de la sociedad.
d) Al no existir diferencia entre la verdad y la falsedad, todo lo que proclama el líder, es la verdad y todo lo que desaprueba, equivale a la falsedad. Por lo tanto, el fin justifica los medios y cualquier medio, incluyendo mentiras y falsificaciones.
e) Admitir que, tanto el proceso de la formación del hombre nuevo como su permanencia en el tiempo, requieren la presencia de un líder autoritario y autócrata.
Proclama de lucha Una serie de decisiones y actuaciones parecen potenciar la creación del hombre nuevo durante los últimos años. En primer lugar, se acentuó la proclama de la lucha de clases promoviendo el odio contra la clase media llamándola "escuálida" y "oligarca". Si bien no firmaron los decretos generales para confiscar o estatizar violentamente todas las propiedades privadas, manipularon los mecanismos para dificultar las gestiones de producción privada y amenazaron constantemente su seguridad jurídica con la intención de estimular la emigración de los técnicos, profesionales y grandes propietarios.
En segundo lugar, se crearon situaciones de deterioro de todas las infraestructuras, equipamientos y alojamientos para reducir su funcionalidad para nivelar, hacia abajo, el nivel de vida de la población y lograr así una dependencia creciente hacía el Estado benefactor.
El carnet o la cartilla de racionamiento serían el mecanismo más eficiente para alcanzar esta dependencia absoluta.
En tercer lugar, el Estado se apresura a controlar todo el sistema de comunicación con el fin de monopolizar y entubar la información deseada: una radio, una televisión, un periódico, etc.
En cuarto lugar, el Estado pretende unificar el sistema educativo y controlar el contenido de la enseñanza desde la primaria hasta la universidad para inculcar los criterios que tipifican al hombre nuevo.
No podemos estar seguros si, en verdad, se quiere crear este hombre nuevo, ya que el mismo líder y sus colaboradores confesos no practican todos los requeridos preceptos. Lo cierto es que el ser humano ha sobrevivido durante varios milenios y ha acumulado muchas experiencias en cuanto a la formación del hombre nuevo. Las grandes religiones han tenido éxitos bastante relativos en el forjamiento de los valores ético-morales individuales. Pero las experiencias recientes del socialismo radical (comunismo), que pretenden crear un tipo de hombre nuevo en contra de los valores ya asimilados, han fracasado estrepitosamente.
Es lógico que los hombres inteligentes y sabios no quieran repetir, contra viento y marea, las experiencias fracasadas, so pena de conducir a la población hacia un mayor sufrimiento sin contrapartida.
El autor es ex Decano de la Facultad de Economía de la UCAB. Individuo de Número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
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