Inmigrantes luchan para llevar sus hijos adultos a los EE.UU.

La Opinión, Los Angeles

SANTA ANA, California – Casi dos décadas atrás, Evelyn Santos comenzó el proceso para conseguir una tarjeta verde, el permiso de residencia permanente en Estados Unidos, y emigrar junto a toda su familia desde las Filipinas.

Su oportunidad llegó en el 2007, pero con una condición dolorosa: sus dos hijos mayores ya eran tan grandes que no podían inmigrar como sus dependientes económicos y se tenían que quedar.

Santos, su esposo y sus dos hijos menores se mudaron a California y presentaron más documentos en busca de que al menos uno de los jóvenes pudiera reunirse con ellos sin tener que esperar una década.

"Mi hijo y yo tenemos una broma: '¿Estaré viva cuando vengas?''', dijo Santos, de 55 años, quien trabaja en un supermercado. "Siempre rezo para que alguien en el gobierno nos ayude y que pueda traer a mis hijos".

Miles de inmigrantes están en la misma situación, según abogados especializados. En Filipinas, México, China y otros países ”para los que Estados Unidos fijó cuotas máximas de inmigrantes_, los familiares de residentes y ciudadanos estadounidenses suelen esperar una o dos décadas hasta recibir su tarjeta verde.

Santos está entre una decena de inmigrantes de California, Nueva York, Nueva Jersey y Ohio que demandaron al gobierno federal para que permita la entrada de sus hijos adultos sin tener que esperar años.

La ley de inmigración dice que los hijos de 21 años o más no pueden ser parte de la solicitud de residencia de sus padres. Pero los abogados señalan que una ley del 2002, que buscó evitar que los hijos se volvieran demasiado viejos para inmigrar durante el lento proceso, debería permitir que ingresaran al país luego de que los padres presentaran nueva documentación.